Donald Trump. / EFE
Cada vez es más creíble la hipótesis de que los mercados de renta variable están bajo el influjo de la inteligencia artificial. Cierto. No hay todavía estudios ni expertos que hayan denunciado esa mano negra con datos, pero sí que se empieza a constatar que las previsiones tienden a no cumplirse. Y que las lógicas pasadas nunca fueron tan inexactas a la hora de prever tendencias tras sucesos inesperados. Se diría que los movimientos inerciales tienen más fuerza que la imprevisibilidad de las decisiones humanas.
Mercados inmunes al juego geopolítico
Yves Bonzon, CIO del banco de inversión suizo Julius Baer, ha divulgado este lunes un análisis en el que se cuestiona si los mercados no se han hecho inmunes al juego geopolítico. «Contrariamente a las expectativas iniciales, la reacción del mercado a los acontecimientos en Oriente Próximo durante el fin de semana fue espectacularmente moderada», afirma. En su opinión, es un ejemplo de la marcha que ha tenido el mercado durante todo el primer semestre de 2025, donde las previsiones de los analistas y la evolución de los índices no ha coincidido. «Para el segundo semestre, prevemos que los fundamentales y los factores endógenos volverán a prevalecer sobre la geopolítica. Si bien las perspectivas de crecimiento de los principales bloques económicos difieren, no prevemos recesiones a un lado u otro del Atlántico», opina Bonzon.
Programas de inversión basados en IA
Todo lleva a pensar que los instrumentos de análisis del mercado y de inversión, antes reservados a las firmas de inversión con desarrollos propios protegidos como el Santo Grial, se han generalizado de tal manera que el cardumen general de inversores parece decidir tendencias al unísono en función de esa IA accesible por las mayorías. Los traspiés geopolíticos que antaño hacían trizas cualquier apuesta, ahora tienen un impacto menor y no trastocan las previsiones previas. ¿De ser así, sería un problema o un mecanismo útil para minimizar volatilidades? Nadie responde, por ahora. Pero no hay que olvidar que en anteriores ‘crashes’ bursátiles las órdenes automatizadas causaron en gran medida las debacles.
Confianza y apetito por el riesgo
En Estados Unidos, por ejemplo, la Reserva Federal recortó su estimación del PIB del segundo trimestre a 1,7%, pero la confianza del consumidor sorprendió al alza, reflejando un consumo resiliente pese a la incertidumbre. Mientras el S&P 500 se encamina a nuevos récords, los inversores muestran lo que los expertos consideran muestras de ‘apetito por el riesgo’. Mientras los grandes bancos y agencias de calificación de riesgo advierten de que la fase alcista del mercado llega a su fin, los inversores no institucionales en renta variable y en criptomonedas confían en la subida actual se mantenga hasta el horizonte y más allá.
A expensas de estímulos y de la IA
La fortaleza del consumo en EEUU, la resiliencia de los bancos pese a la creciente competencia y la revalorización de las criptomonedas marcan esa confianza expansiva. Sin embargo, las señales de enfriamiento económico en Asia, los retos regulatorios y las dudas sobre el crecimiento en Europa o la escalada arancelaria que impulsa el errático Trump mantienen la incertidumbre. En este contexto, la hoja de ruta de la Reserva Federal y del BCE, la evolución de las guerras de Ucrania y en Oriente Próximo, y el impacto de la caída del consumo en China marcan la situación actual y futura. Salvo que la IA decida otra cosa.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-06-30 11:19:00
En la sección: El Periódico – internacional