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- Autor, Leandro Prazeres
- Título del autor, BBC News Brasil
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«Cualquier país que se alinee con las políticas antiestadounidenses de los BRICS pagará un arancel adicional del 10%. No habrá excepciones a esta política».
Esa fue la amenaza que lanzó este lunes en redes sociales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a propósito de la cumbre de los BRICS que comenzó el domingo en Río de Janeiro, Brasil.
Se trata de la declaración más reciente de un alto funcionario estadounidense en relación con este bloque que reúne a algunas de las principales economías emergentes del mundo y al que algunos en Washington consideran, de hecho, como un grupo antiestadounidense y antioccidental.
La presencia en el bloque de adversarios políticos tradicionales de Estados Unidos como Rusia, China y, más recientemente, Irán, es vista por expertos entrevistados por BBC Brasil como uno de los elementos que ayudaron a crear esa visión de que el bloque estaría en contra del llamado «Occidente».
El término «Occidente» es comúnmente utilizado por los expertos en Relaciones Internacionales para designar a un grupo de países predominantemente democráticos, integrado por Estados Unidos, Canadá, las naciones de Europa Occidental y Japón, que durante la Guerra Fría se opusieron al bloque socialista liderado por la Unión Soviética.
En 2024, el entonces senador y actual secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, escribió un artículo en el que describía a los BRICS como una amenaza para Estados Unidos y Occidente.
«No lo olvidemos. Los BRICS fueron fundados en 2009 por Vladimir Putin [presidente de Rusia] con el claro objetivo de derrocar a Estados Unidos de su posición como líder mundial», dice un extracto del artículo.
«Ahora efectivamente controlados por Pekín, los miembros del BRICS juntan reservas extranjeras y prestan miles de millones de dólares en dinero fácil para poner a las naciones en desarrollo en contra Estados Unidos y otros países occidentales».
En noviembre de 2024, antes de asumir nuevamente la presidencia de EE.UU., fue Trump el que lanzó amenazas al bloque si adoptaba medidas para reducir el uso del dólar en sus transacciones comerciales.
«Exigimos a estos países el compromiso de no crear una nueva moneda BRICS ni apoyar ninguna otra que sustituya al poderoso dólar estadounidense, o se enfrentarán a aranceles del 100% y deberán decir adiós a vender [sus productos o servicios] en la maravillosa economía estadounidense. ¡Que se busquen a otro incauto!», escribió Trump entonces en sus redes sociales.
Actualmente formado por Brasil, Rusia, China, India, Irán, Arabia Saudita, Etiopía, Indonesia, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, el bloque representa a casi la mitad de la población mundial y el 40% de la riqueza producida globalmente.
Históricamente, el grupo ha abogado por reformas en los sistemas de gobernanza internacional y por una mayor voz para los países emergentes en los foros multilaterales. Desde 2009, estos países han estado tratando de coordinar sus políticas económicas y diplomáticas, encontrar nuevas alternativas para las instituciones financieras y reducir la dependencia del dólar estadounidense.
Pero, sumado a la presencia de tres adversarios tradicionales de Estados Unidos, ¿es esto suficiente para decir que los BRICS están en contra de Occidente?
Expertos entrevistados por BBC Brasil dicen que la situación no es tan sencilla de definir.
Afirman que si bien hay países claramente contrarios a la hegemonía occidental liderada por Estados Unidos, como Rusia, China e Irán, el bloque también está formado por países con fuertes vínculos con los estadounidenses y Europa Occidental, como Brasil.
Sostienen, sin embargo, que acontecimientos recientes como la supuesta neutralidad del bloque en relación a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la inclusión de Irán en el grupo y la condena de los ataques de Israel y Estados Unidos al país de mayoría persa han alimentado las críticas en esta dirección.
Origen del bloque
El término BRICS surgió inicialmente de un informe del economista Jim O’Neil en 2001, en el que señalaba que Brasil, Rusia, India y China eran países que crecerían por encima de la media mundial y podrían convertirse en importantes potencias económicas.
En 2009, los líderes de estos cuatro países crearon el BRIC, en la primera reunión del grupo, celebrada en Rusia. En 2011, Sudáfrica fue incluida en el bloque y el nombre cambió a BRICS. En 2024, el grupo dio la bienvenida a la entrada de seis miembros más, incluido Irán.
Ana Paula García, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro y miembro del BRICS Policy Center, dice que los BRICS no surgen como un bloque antioccidental.
«Se formó en el contexto internacional de la crisis financiera de 2008 que comenzó en Estados Unidos y luego se extendió al resto del mundo», dice García.
«En ese momento, los BRICS cuestionaron la escasa representación que tenían como principales economías regionales en las instituciones financieras».
García señala que, en sus inicios, el bloque parecía tener una agenda más centrada en reformar las instituciones globales y no tanto en reemplazarlas. La situación, sin embargo, fue cambiando.
«Con el paso de los años, los BRICS migraron gradualmente a una coalición con un peso geopolítico más evidente a medida que Estados Unidos comenzó a actuar para contener a China y Rusia invadió Ucrania», añade.
«Este peso geopolítico aumentó con la entrada de los países de Medio Oriente, ricos en reservas de petróleo».

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¿Antioccidental o no occidental?
En un artículo reciente en la revista del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri), el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, rechazó la tesis de que los BRICS sean un grupo antioccidental.
«Lo absurdo del estereotipo, derivado de análisis apresurados o interesados, no resiste el hecho de que ningún bloque que reúna miembros con la trayectoria y el perfil diplomático de países como Brasil, Sudáfrica e India pueda ser considerado contrario a Occidente», afirmó el jefe de la diplomacia brasileña.
En 2024, según Bloomberg, el primer ministro indio, Narendra Modi, dijo que los BRICS deberían ser «cuidadosos» con su imagen «para garantizar que esta organización no adquiera la imagen de que está tratando de reemplazar a las instituciones globales».
En la cumbre de los BRICS en Kazán, Rusia, en 2024, Putin citó una frase que supuestamente dijo Modi cuando hablaba de la supuesta posición antioccidental de los BRICS.
«Los BRICS nunca se han caracterizado por estar en contra de nadie. El primer ministro indio ha dicho que los BRICS no son un grupo antioccidental. Son simplemente un grupo no occidental», declaró el líder ruso en una conferencia de prensa.
La profesora Devika Misra, de la Escuela Jindal de Asuntos Internacionales de la India, cree que sería injusto decir que los BRICS son un bloque contra Occidente.
«Dentro del bloque, hay países como India, Brasil y Sudáfrica que se opondrían firmemente a cualquier sentimiento antioccidental. Lo mismo puede decirse de los nuevos miembros del grupo procedentes de Medio Oriente», afirma Misra.
«Por supuesto, Rusia, China e Irán pueden posicionarse contra Occidente en ocasiones, pero esta agenda antioccidental estaría muy limitada dentro del grupo».
La profesora cita el caso de India como ejemplo de los vínculos tanto con los BRICS como con Occidente representado por Estados Unidos.
«Al mismo tiempo en que nuestro primer ministro [Narendra Modi] estará en Río durante los BRICS, tendremos ministros que visitarán Estados Unidos y mantendrán allí importantes reuniones».
Zeno Leoni, profesor del Departamento de Estudios de Defensa del King’s College de Londres, también cree que sería apresurado calificar a los BRICS de antioccidentales.
«Sí, por un lado están países como Rusia y China, que son claramente fuerzas contrahegemónicas. Pero por otro lado, tenemos a Brasil, India, Sudáfrica, Indonesia y los Emiratos Árabes Unidos, que no son fuerzas antioccidentales. Claramente, son críticos con Occidente, pero no están en contra de él», afirma.
Sin embargo, para la profesora Ana Paula García, los acontecimientos recientes están alimentando las acusaciones de que los BRICS son un bloque antioccidental. El primero de ellos fue la invasión rusa de Ucrania.
La vacilación de algunos países del bloque en condenar a Rusia por su invasión de Ucrania y el apoyo dado por el bloque a Irán después de los ataques aéreos coordinados por Israel y Estados Unidos han generado críticas sobre el presunto carácter antioccidental del grupo.
«En este sentido, vemos al bloque apoyando a un socio con una postura más antioccidental, como en el caso de Rusia», afirma.
El otro episodio fue la inclusión de Irán en el bloque, decidida en 2023 e implementada en 2024.
Según García, Irán se unió al bloque gracias a los lazos del país con China y Rusia y no por su economía, que ha sido seriamente dañada por las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos.
Por lo tanto, la llegada de Irán y los recientes conflictos que involucran al país han añadido un nuevo elemento geopolítico a los BRICS.
«Los BRICS se han convertido en un lugar atractivo para los países que quieren unirse al bloque porque termina representando un apoyo potencial para enfrentar a países como Estados Unidos», dice la profesora.
Existía una gran expectativa entre los negociadores de los BRICS sobre si el bloque responderá o cómo responderá a los ataques contra Irán por parte de Israel y Estados Unidos.
Hace dos semanas, el bloque emitió un comunicado expresando «preocupación» por los ataques, pero sin mencionar a Israel ni a Estados Unidos. También dijo que los ataques violaron la soberanía de Irán.
Los diplomáticos iraníes, sin embargo, intentaron convencer a sus homólogos de otros países para reforzar el tono de los ataques en la declaración final, pero esta fue divulgada este lunes siguiendo un formato similar al de la declaración anterior: condenando los ataques contra Irán, pero sin nombrar directamente ni a Israel ni a EE.UU.

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Ausencias… ¿y una nueva estrategia?
Los tres países que han recibido más críticas por una posible agenda antioccidental de los BRICS no enviaron a sus presidentes a la cumbre en Río de Janeiro.
Vladimir Putin, de Rusia, sobre quien pesa una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra en el conflicto de Ucrania, no asistió en persona y optó por participar por videoconferencia.
Xi Jinping, de China, no ha anunciado oficialmente las razones por las que no acudió a Río, pero según el gobierno brasileño, su ausencia se debe a un conflicto de agenda. Estuvo representado por el primer ministro chino, Li Qiang.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, tampoco asistió. No se ha dado una justificación oficial, pero miembros del gobierno brasileño dijeron a BBC News Brasil de forma confidencial que su ausencia se debe a la crisis de seguridad en el país resultante de los ataques de Israel en las últimas semanas. El Ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, asistió en su lugar.
Para Devika Misra, la ausencia del líder chino es probablemente buena para difuminar la imagen de los BRICS como un bloque antioccidental.
«Espero que la ausencia de Xi Jinping, en particular, disipe las críticas a los BRICS que provienen de Estados Unidos. Los estadounidenses han pasado de una posición en la que los BRICS no tenían ninguna importancia a una en la que los BRICS ahora son peligrosos».
Por otro lado, la profesora cree que la misma ausencia puede señalar algo diferente en relación con el gobierno chino: «China podría estar reduciendo el valor que le da a los BRICS».
Ana Paula García considera que Brasil también hizo movimientos para evitar puntos de fricción con Estados Unidos.
«La cumbre de 2024 en Rusia trajo muchas propuestas en el área financiera y monetaria, y Brasil no se está uniendo a estas propuestas. De hecho, el país ha quitado mucha presión a esta agenda», dice.
«El país está alejando su enfoque de desafiar [a Estados Unidos] y está siendo cuidadoso con las respuestas que Estados Unidos pueda dar a las acciones de los BRICS», agrega.
A pesar de ello, el presidente brasileño reaccionó de forma clara a las amenazas hechas por Trump este lunes.
«No creo que sea muy responsable ni serio que un presidente de un país del tamaño de Estados Unidos amenace al mundo a través de internet. No está bien. Necesita saber que el mundo ha cambiado. No queremos un emperador», declaró Lula en una conferencia de prensa tras la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.bbc.com
Publicado el: 2025-07-07 16:54:00
En la sección: BBC Mundo