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Confirman la ocupación humana de una cueva en tiempos del Imperio Romano y también mucho antes

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La caverna se llama “Cova de l’Home Mort” (Cueva del Hombre Muerto) y está ubicada en la localidad de Soriguera (Pallars Sobirà, Lérida, Cataluña).

 

La campaña de excavaciones de este año llevada a cabo en la cueva por arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, ha sacado  a la luz restos de cerámicas romanas del final del Imperio Romano (siglo V d.C.), así como una singular punta de flecha de bronce de más de 3.500 años de antigüedad. También se han extraído fragmentos de cerámica que corresponderían al final del Neolítico y al Calcolítico (hace entre 5.000 y 4.500 años), lo cual apunta a la ocupación de la cueva en varias épocas y hace de ella un yacimiento arqueológico clave para entender la ocupación humana del Alto Pirineo a lo largo de miles de años.

 

Los arqueólogos que han realizado el estudio, del Grupo de Arqueología de Alta Montaña (GAAM), formado por investigadores de la UAB y del CSIC, subrayan la importancia de los nuevos descubrimientos.

 

Por un lado, destaca el hallazgo de cerámicas romanas, algunas de origen norteafricano. Este descubrimiento confirma que la Cova de l’Home Mort, además de en la Edad del Bronce, acogió ocupaciones humanas al final del Imperio Romano (siglo V d.C.) y «consolida los datos de los últimos años, que indican que los valles del Pallars Sobirà no quedaron al margen de las dinámicas históricas en época romana, como tradicionalmente se había apuntado en varias ocasiones», señala Ermengol Gassiot, del Departamento de Prehistoria de la UAB y director del GAAM.

 

Por otro lado, se han podido recolectar numerosos restos humanos y objetos asociados a la Edad del Bronce, de una antigüedad de entre 3.500 y 3.600 años. Entre los objetos descubiertos, hay una nutrida y diversa producción cerámica, así como objetos singulares, entre los que destaca una punta de flecha de bronce. «Se trata de un objeto muy valioso para el patrimonio arqueológico pirenaico, dada la escasez de piezas similares que se han encontrado hasta ahora», detallan los investigadores.

 

En cuanto a los restos humanos, «una primera evaluación muestra una elevada presencia de huesos de individuos infantiles, si bien también se documentan de personas de edad avanzada», explica Xavier Sánchez, arqueólogo del Pallars Sobirà y miembro del GAAM, coordinador también de la campaña de este año.

 

La Cova de l’Home Mort es una cueva con dos galerías situada en el Pirineo, a 1.180 metros de altitud. Los hallazgos de este año se han hecho en la totalidad de la Galería 1, la misma en la que en 2008 se documentó por primera vez el yacimiento y en la que se extrajeron varios restos humanos que en 2017 se pudieron fechar con una antigüedad de entre 3.500 y 3.600 años. La cantidad de fragmentos humanos recuperados hasta ahora es propia del carácter sepulcral que la cueva habría tenido al menos durante 125 años.

 

Fragmentos de cerámica del final del Imperio Romano (siglo V d.C.) y punta de flecha de la Edad de Bronce (de hace entre 3.500 y 3.600 años) encontrados en la campaña de excavaciones de este año en la Cova de l’Home Mort (Cueva del Hombre Muerto), en Soriguera. (Imágenes: GAAM / UAB. CC BY-NC 4.0)

 

A fecha de hoy, los restos humanos de la Edad de Bronce documentados y fechados en la Cova de l’Home Mort se sitúan entre los más antiguos obtenidos en los Pirineos occidentales de Cataluña y tienen la misma cronología que las de la cueva sepulcral de Montanissell, en el municipio de Coll de Nargó (Alt Urgell, conocidas como la Señora de las Montañas). Su estudio ha de contribuir a entender las condiciones de vida de las poblaciones humanas en las zonas de montaña y alta montaña pirenaicas en un periodo en el que se documenta la consolidación del impacto humano en los medios de alta montaña.

 

Sin embargo, el estudio de la ocupación humana de la cueva podría ampliar el abanico temporal de esta ocupación, porque los trabajos de este año han proporcionado también restos arqueológicos que, por sus características, parecen provenir del final del Neolítico o Calcolítico, hace entre 5.000 y 4.500 años, entre los que destacan restos de cerámica campaniforme. «A la espera del desarrollo de las investigaciones, este hecho confirma una secuencia arqueológica que cubre varios miles de años. Esto la convierte en un yacimiento de referencia para el estudio de la presencia humana en las áreas de montaña de los Pirineos durante los últimos 5 milenios», destaca Ermengol Gassiot.

 

La investigación llevada a cabo este año ha contado con la participación de alumnado del grado de Arqueología de la UAB. (Fuente: UAB. CC BY-NC 4.0)

 

 

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2024-07-05 05:15:54
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

Publicado en Ciencia

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