Descubren que fósiles atribuidos al T-Rex son en realidad de otra especie

En la década de los 40 se hallaron fósiles que los científicos creyeron que eran de un joven T-Rex. Un nuevo estudio cambia la historia.

Identificar restos y asociarlos a una especie no son tareas fáciles. Claramente, hay margen de error. Ese es el caso de un descubrimiento reciente, al cual se llegó con análisis de fósiles que se creían de un joven T-Rex.

El hallazgo es reportado en Fossil Studies. En este, participaron el Dr. Nick Longrich, del Centro Milner para la Evolución de la Universidad de Bath (Reino Unido), y el Dr. Evan Saitta, de la Universidad de Chicago (Estados Unidos). Los científicos volvieron a estudiar unos fósiles que, desde su descubrimiento, despertaron dudas.

Restos misteriosos

En 1942, en Montana, Estados Unidos, se hallaron los restos del cráneo de un dinosaurio que en su momento clasificó como una nueva especie. Su nombre: Nanotyrannus lancensis. Sin embargo, más tarde se determinó que, lejos de pertenecer a un nuevo animal, los fósiles debían ser de un joven T-Rex. Incluso con ese veredicto, la inquietud continuó.

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Ahora, reavivando el tema, los investigadores han concluido, tras un minucioso análisis, que los restos eran efectivamente de una especie distintita, y que esta sí correspondería a la bautizada en los años 40.

Para llegar a esta conclusión los científicos midieron los anillos de crecimiento de los huesos y observaron que se hacían más compactos hacia el exterior del hueso. En otras palabras: su crecimiento se ralentizaba.

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Luego de una modelización de estos factores, se vio que el animal habría alcanzado un máximo de unos 900-1500 kilogramos y cinco metros, aproximadamente, el 15% del tamaño del T. rex.

«Intentamos modelar los datos de muchas maneras diferentes y seguimos obteniendo tasas de crecimiento bajas. Esto parece el final de la hipótesis de que estos animales son T. rex jóvenes», explican los autores en un comunicado.