La accidentalidad en Pasto, un problema que aumenta

En las últimas semanas, la ciudad de Pasto ha sido escenario de varios accidentes viales que han dejado víctimas fatales, entre ellas adultos mayores y, recientemente, un joven barrista en pleno centro de la capital nariñense. Lo alarmante de estos hechos es que todos fueron ocasionados por motocicletas, vehículos que se han convertido en un medio de transporte ampliamente utilizado en la ciudad, pero que también representan una gran amenaza para la seguridad vial.

Aunque las autoridades han implementado campañas de seguridad vial en un esfuerzo por reducir los índices de accidentalidad, la situación sigue siendo preocupante. La velocidad excesiva, el incumplimiento de normas de tránsito, y la falta de control sobre las motocicletas, especialmente aquellas que circulan de manera informal, contribuyen a un panorama alarmante que pone en riesgo la vida de los ciudadanos.

En este contexto, surge la necesidad de revisar las medidas de seguridad y control, así como las estrategias de la Secretaría de Tránsito y Movilidad de Pasto, que está trabajando de la mano con el Ministerio de Transporte y la Unidad de Seguridad Vial. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, el alto índice de mortalidad sigue siendo un problema de difícil solución.

Una de las principales preocupaciones radica en la informalidad con la que muchas personas se desplazan en motocicletas. Las cifras indican que una gran parte de los motociclistas en Pasto no cuentan con el registro adecuado ni las condiciones mínimas de seguridad, lo que aumenta significativamente los riesgos de accidentes. Además, la circulación a altas velocidades en zonas urbanas, donde la infraestructura vial no está preparada para soportar el flujo desmedido de motocicletas, agrava aún más la situación.

Frente a este panorama, se hace urgente la necesidad de implementar medidas más estrictas que regulen la velocidad y la circulación de motocicletas en la ciudad. Es necesario que se establezcan sanciones severas para aquellos conductores que infringen las normas de tránsito, así como un sistema de control más eficiente que permita detectar las motocicletas que circulan de manera informal. Además, la educación vial debe convertirse en una prioridad para sensibilizar a los motociclistas sobre los peligros de conducir a altas velocidades y sin los elementos de seguridad adecuados.

La Gobernación de Nariño y la Alcaldía de Pasto deben tomar un rol más activo en la creación de proyectos que aborden de manera integral el problema de la motocicleta en la ciudad. Es fundamental que se destinen recursos para mejorar la infraestructura vial, implementar sistemas de monitoreo más eficaces y, sobre todo, apoyar la formalización del servicio de motocicletas en la ciudad. De lo contrario, continuaremos enfrentando una crisis de seguridad vial que afecta a todos los habitantes de Pasto.

El uso de motocicletas en Pasto ya no es una opción de transporte, es una problemática de seguridad pública que requiere soluciones de fondo. Es hora de que las autoridades, en conjunto con la comunidad, tomen medidas decisivas para proteger la vida de todos los ciudadanos y reducir los índices de mortalidad asociados a este tipo de vehículos. La responsabilidad de garantizar una ciudad más segura es de todos, y es momento de actuar para evitar que más vidas se sigan perdiendo en las calles de Pasto.