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¿Por qué los huevos frescos no flotan? El misterio resuelto

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En el ámbito de la cocina y la gastronomía, los huevos son un ingrediente fundamental y versátil. Sin embargo, puede que te hayas preguntado alguna vez por qué algunos huevos flotan mientras que otros se hunden en el agua.

 

La flotación de los huevos: una cuestión de densidad

 

Para comprender por qué algunos huevos flotan mientras que otros no, debemos sumergirnos en la física y la biología de estos alimentos. La clave para entender este fenómeno reside en la densidad.

 

1. La estructura del huevo

 

Los huevos tienen una estructura única que consiste en tres partes principales: la cáscara, la clara (o albúmina) y la yema. La clara es principalmente agua con algunas proteínas disueltas, mientras que la yema es más densa y rica en grasas y proteínas. La cáscara, por otro lado, está diseñada para proteger el contenido del huevo y mantener una barrera hermética contra el ambiente externo.

 

 

2. La frescura del huevo

 

La frescura del huevo es esencial para entender por qué flota o no. Con el tiempo, el contenido del huevo cambia. A medida que el huevo envejece, el agua en la clara se evapora gradualmente, lo que hace que la clara sea menos densa y más propensa a la flotación. Además, las proteínas de la clara se descomponen, lo que aumenta su capacidad para atrapar aire.

 

3. El aire en el huevo

 

Uno de los factores clave que determina si un huevo flota o no es la cantidad de aire que contiene. Cuando el huevo envejece, el espacio de aire en su extremo más ancho (la parte menos densa) tiende a aumentar. Esto se debe a que las membranas internas del huevo permiten la difusión gradual de gases a través de la cáscara. Este espacio de aire actúa como una cámara de flotación que hace que el huevo sea más ligero y, por lo tanto, más propenso a flotar.

 

Probando la frescura de un huevo

 

Ahora que comprendemos la ciencia detrás de por qué los huevos frescos no flotan, podemos usar este conocimiento en la cocina para verificar la frescura de los huevos. Aquí tienes una forma sencilla de hacerlo:

 

  1. Llena un recipiente con agua.
  2. Sumerge el huevo en el agua.
  3. Observa su comportamiento:
    • Si el huevo se hunde y yace de lado en el fondo, es fresco y seguro para el consumo.
    • Si el huevo se coloca en posición vertical en el fondo pero se mantiene en posición vertical, aún es seguro para consumir, aunque está un poco más viejo.
    • Si el huevo flota en la superficie del agua, es mejor desecharlo, ya que su frescura se ha deteriorado significativamente.

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2023-09-14 03:16:27
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

Publicado en Ciencia
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