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Resuelven el misterio de la radiactividad en jabalíes de Europa central

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Extrañamente, en países como Alemania y Austria, los jabalíes que viven en los bosques presentan hoy en día niveles anormalmente altos de cesio radiactivo.

 

El cesio radiactivo, un subproducto de las explosiones de armas nucleares y la producción de energía nuclear, plantea riesgos para la salud pública cuando entra en el medio ambiente. Y el medio ambiente de toda Europa recibió una gran dosis de contaminación por cesio radiactivo tras el accidente de la central nuclear de Chernóbil hace 37 años. La mayor parte de esa radiactividad procede del cesio-137, pero también puede provenir de una forma mucho más duradera, denominada cesio-135, durante la fisión nuclear. Con el tiempo, el cesio-137 ha disminuido en la mayoría de los animales de caza en Centroeuropa, pero los niveles de radiactividad de los jabalíes no han cambiado sustancialmente. ¿Por qué?

 

Dado que la carne de los jabalíes sigue superando los límites reglamentarios de radiactividad para el consumo humano, ello hace que se reduzca su caza, lo que, en consecuencia, contribuye a la superpoblación de estos animales en algunas regiones de Centroeuropa.

 

Un equipo integrado, entre otros, por Felix Stäger, de la Universidad Leibniz de Hannover en Alemania, y Georg Steinhauser, de la Universidad Tecnológica de Viena en Austria, se propuso investigar la cantidad y el origen de esa contaminación radiactiva, tomando como referencia los jabalíes de Alemania.

 

Los investigadores trabajaron con cazadores para recoger carne de jabalí en todo el sur de Alemania y luego midieron los niveles de cesio-137 de las muestras con un detector de rayos gamma. Para determinar el origen de la radiactividad, el equipo comparó la cantidad de cesio-135 con la de cesio-137, mediante un sofisticado espectrómetro de masas. Estudios anteriores demostraron que esta proporción indica claramente las fuentes: una proporción elevada apunta a explosiones de armas nucleares, mientras que una proporción baja implica reactores nucleares.

 

Jabalíes en un bosque. (Foto: Joachim Reddermann / TU Wien)

 

El equipo observó que el 88% de las 48 muestras de carne superaban los límites reglamentarios alemanes para cesio radiactivo en los alimentos. Para las muestras con niveles elevados, los investigadores calcularon las proporciones de cesio-135 y cesio-137, y descubrieron que las pruebas con armas nucleares aportaban entre el 10% y el 68% de la contaminación. Y, en algunas muestras, la cantidad de cesio procedente únicamente de las armas superaba los límites reglamentarios. Los investigadores piensan que las pruebas armamentísticas nucleares que se realizaron profusamente a mediados del siglo XX fueron una fuente infravalorada de cesio radiactivo para el suelo alemán, que también se vio afectado de forma desigual por el accidente nuclear de Chernóbil.

 

Pero ¿por qué en los jabalíes, y no en otros animales típicos del bosque, son tan elevados los niveles de cesio radiactivo?

 

El motivo de esto radica en las preferencias alimentarias tan especiales de los jabalíes: a estos animales les encanta comer ciertos hongos subterráneos y excavan en la tierra hasta acceder a ellos. El problema es que, por sus características, esos hongos absorben cesio radiactivo y tienden a retenerlo durante mucho tiempo.

 

Por otro lado, el cesio migra hacia abajo a través del suelo muy lentamente, a veces solo alrededor de un milímetro por año. Por tanto, los hongos mencionados, que pueden encontrarse a profundidades de entre 20 y 40 centímetros, justo ahora están absorbiendo el cesio que se liberó en la catástrofe nuclear de Chernóbil. En cambio, el cesio procedente de antiguas pruebas de armas nucleares ya llegó allí hace tiempo.

 

Así pues, existe una complicada interacción de diferentes efectos: Tanto el cesio procedente de las pruebas de armas nucleares como el procedente de Chernóbil se propagan por el suelo, por lo que esos hongos son alcanzados por dos «frentes de cesio» diferentes que migran gradualmente tierra adentro.

 

Por otra parte, debido al periodo de semidesintegración del cesio radiactivo, la presencia de este se reduce con los años. El resultado es que, en líneas generales, la radiactividad de esos hongos, y consecuentemente, la de los jabalíes que los comen, se mantiene constante con el paso del tiempo.

 

Por tanto, tampoco se espera que la contaminación radiactiva de la carne de jabalí disminuya significativamente en los próximos años, dado que parte del cesio de Chernóbil justo ahora se está incorporando a los hongos que tanto les gusta comer a los jabalíes.

 

Stäger, Steinhauser y sus colegas exponen los detalles técnicos de su investigación en la revista académica Environmental Science & Technology, bajo el título “Disproportionately High Contributions of 60 Year Old Weapons-137Cs Explain the Persistence of Radioactive Contamination in Bavarian Wild Boars”. (Fuente: American Chemical Society / NCYT de Amazings)

 

 

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2023-09-06 09:45:05
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

Publicado en Ciencia