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Transmiten al espacio profundo el vals del Danubio Azul

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Aunque el vals del Danubio Azul, compuesto por Johann Strauss hijo en 1866, está dedicado al río Danubio, la inclusión de esta pieza musical en la banda sonora de la legendaria película de ciencia-ficción “2001, una odisea del espacio” (1968), donde acompaña las imágenes de una espectacular escena a modo de videoclip musical, han convertido a este vals en una especie de himno no oficial de la exploración del cosmos, junto con el inicio de “Así habló Zaratustra” (1896) de Richard Strauss, también empleado de forma destacada en esa banda sonora.

 

En dicho contexto, mientras que el inicio de “Así habló Zaratustra” nos lleva a las más altas cotas de lo trascendental, representando el desafío de adentrarse en un cosmos ignoto, el vals del Danubio Azul representa la feliz cotidianeidad lograda con el dominio de la astronáutica, el triunfo conseguido mediante la madurez tecnológica.

 

Cuando en 1977 la NASA lanzó las sondas espaciales Voyager 1 y 2, actualmente viajando por el espacio interestelar, las dotó de sendos discos preparados a modo de cápsulas del tiempo destinadas a mostrar la riqueza cultural y científica de la civilización humana a cualquier posible audiencia extraterrestre. Este legado incluye fotografías, saludos en 55 idiomas, sonidos de la Tierra y 27 pistas musicales. Sin embargo, a pesar de su importancia cultural y su frecuente uso en contextos relacionados con el espacio, el Vals del Danubio Azul no estaba entre esas pistas musicales.

 

Para subsanar esta omisión, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Oficina de Turismo de Viena en Austria colaboraron recientemente para enviar el emblemático vals al lugar que se merece: las profundidades del cosmos. Este gesto simbólico coincidió con el 200 cumpleaños de Johann Strauss hijo y el 50 aniversario de la Agencia Espacial Europea.

 

La célebre Orquesta Sinfónica de Viena, dirigida por Petr Popelka, actuó en directo en el Museo de Artes Aplicadas (MAK) de Viena. El vals fue transmitido al espacio desde la antena de espacio profundo de la ESA en Cebreros, España.

 

La señal portadora de esta música, viajando a la velocidad de la luz, llegó hasta la órbita de la Luna en solo 1,28 segundos, a la de Marte en 4 minutos y 20 segundos, y a la de Neptuno, el planeta más exterior del sistema solar, en unas 4 horas. Al cabo de 23 horas y 3 minutos, superó en distancia a la Tierra a la nave Voyager 1, el objeto de fabricación humana más alejado de la Tierra, para a continuación adentrarse en lo desconocido.

 

La estación terrestre de Cebreros emitiendo al espacio profundo el vals del Danubio Azul. (Foto: ESA)

 

Hito cultural para Cebreros

 

Ubicada a unas decenas de kilómetros de Madrid, la estación terrestre de Cebreros pasó a operar en 2005 como la segunda antena de espacio profundo de la red de seguimiento de satélites Estrack de la ESA. Con su plato de 35 metros, ha venido proporcionando apoyo rutinario a las misiones de espacio profundo de la ESA, como por ejemplo Mars Express, BepiColombo, Juice y Hera.

 

La antena también presta apoyo a misiones de socios internacionales, como la NASA (agencia espacial estadounidense), el CNES (agencia espacial francesa) y la JAXA (agencia espacial japonesa), impulsando el rendimiento científico y la eficiencia operativa para todas las partes implicadas. (Fuente: ESA / NCYT de Amazings)

 

 

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2025-06-16 05:45:00
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

Publicado en Ciencia

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