El avance del mar continúa erosionando las costas de Paramaribo, capital de Surinam, y ha puesto en riesgo a quienes viven junto al agua. Entre ellos está Gandat Sheinderpesad, un agricultor de 56 años, que alertó: «Cada día que pasa veo desaparecer un pedazo de tierra». Esta situación forma parte del impacto del cambio climático que afecta a la excolonia neerlandesa, donde el 68% de la población habita zonas vulnerables al incremento del nivel del mar, según datos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
El ministro de Obras Públicas, Riad Nurmohamed, confirmó: «La erosión ha sido un problema en Surinam durante muchos años». Desde su despacho, marcó en un mapa los diques levantados a lo largo de los 380 kilómetros de costa del país, donde viven unas 600.000 personas.
En la desembocadura del río Surinam, donde sus aguas marrones se funden con las del océano Atlántico, persiste la isla de Braamspunt, hoy convertida en una estrecha lengua de tierra. «Debido a la erosión, ahora parece una isla», explicó Marleen Stoffelen, vocera del World Wide Fund for Nature (WWF) en las Guyanas. Es también el último refugio para las tortugas marinas que aún llegan a desovar.
Desde hace años, Kiran Soekhoe Balrampersad, guía turística, conduce visitantes para observar tortugas laúd y verdes en plena puesta nocturna. Sin embargo, reconoció que el tiempo se agota: «Quizás el año que viene, una temporada más», reflexionó con pesar. «Pero después de eso, no más playas».
El gobierno reconoció que la situación se agravó de manera drástica. «La erosión se aceleró tan rápidamente que en 2020 hubo que dar la alarma», explicó Nurmohamed. Las zonas cercanas a Paramaribo resultaron las más expuestas. «Allí solo hay un kilómetro de manglares, a diferencia de otras regiones con hasta 20 kilómetros, lo que las convierte en áreas muy sensibles».
Los esfuerzos para frenar la emergencia
En 2019, las autoridades comenzaron un plan de restauración de manglares. Sin embargo, en varios puntos los resultados no fueron los esperados. «En los últimos dos o tres años, el agua ha penetrado con fuerza en los manglares, que fueron destruidos», admitió el ministro.
Ante esta urgencia, en 2024 se lanzó la construcción inmediata de un dique para evitar mayores inundaciones. El investigador Sienwnath Naqal, de la Universidad Anton de Kom, lideró los proyectos de replantación vegetal. Explicó que muchas áreas perdieron sus barreras naturales por el avance agrícola. «Aquí se han quitado muchos manglares», remarcó.
El dragado en la entrada del estuario de Paramaribo también intensificó la pérdida de sedimentos. En las cercanías, cientos de árboles plantados tienen sus raíces al descubierto. Las olas, cada vez más agresivas, han arrastrado el suelo.
Uno de los puntos donde fracasó el experimento fue el terreno que Antonio Guterres, secretario general de la ONU, visitó en agosto de 2022 para sembrar manglares. Esa tierra pertenece a Sheinderpesad, quien reconoció: «Ya no tengo trabajo». Aseguró haber perdido el 95% de sus tierras. Su casa está a pocos metros del agua. «Cuando el dique esté construido, estaré un poco más seguro. Por cuánto tiempo, no lo sé», dijo.
El presupuesto de emergencia y las proyecciones futuras
A su lado, Naqal expresó su frustración: «Hice todo lo posible con soluciones basadas en la naturaleza». Aunque esos enfoques resultaron efectivos en otros sitios, advirtió: «Hoy la cuestión es cómo defender Paramaribo». Pese a los contratiempos, confió en que las medidas adoptadas en Surinam servirán como ejemplo para el resto del mundo.
El gobierno calculó que los 4,5 kilómetros de dique necesarios costarán unos 11 millones de dólares. «Es urgente, se hará con fondos propios», señaló Nurmohamed. «Si esperamos por los donantes, la construcción demorará años. No tenemos tiempo; nos inundaremos».
Con la expectativa de comenzar a generar ingresos por explotación petrolera offshore a partir de 2028, el país sabe que la inversión no puede esperar. «No sé de dónde sacaremos los fondos para modernizar todos los diques», advirtió el funcionario. «Es una cantidad enorme, una inversión colosal, y es un problema que tenemos que abordar ya».
Fuente de TenemosNoticias.com: www.ambito.com
Publicado el: 2025-07-02 09:10:00
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