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Un pequeño país enfrenta un colapso de millonarios y falta de espacio para expandirse

Un pequeño país enfrenta un colapso de millonarios y falta de espacio para expandirse

Ubicado en la Riviera Francesa, Mónaco se consolidó como uno de los destinos preferidos por los individuos de mayor poder adquisitivo a nivel global. Sin embargo, este enclave de dos kilómetros cuadrados atraviesa un fenómeno inusual: una superpoblación de millonarios que ha dejado al país prácticamente sin espacio habitable.

Un informe reveló que más del 30% de sus habitantes son millonarios, lo que posiciona al Principado como el lugar con mayor concentración de riqueza por metro cuadrado en el mundo. A pesar de su abundancia económica, conseguir un lugar para residir en Mónaco se volvió una tarea casi imposible, incluso para los ultrarricos.

El país experimentó un crecimiento vertical en sus laderas y una densidad poblacional sin precedentes: 38.000 personas conviven en un área menor a la de muchos barrios de las grandes ciudades latinoamericanas. Esta situación se intensifica en las temporadas altas con la llegada de miles de turistas, colapsando hoteles y espacios públicos.

Más allá de su imagen glamorosa, el verdadero atractivo de Mónaco radica en su régimen tributario singular. Según The Guardian, la razón principal de su atractivo es la ausencia de impuesto sobre la renta para las personas físicas desde 1869, cuando el Príncipe Carlos III tomó esa medida gracias a los ingresos crecientes del Casino de Montecarlo. Desde entonces, Mónaco se transformó en un refugio fiscal para las elites europeas, afianzando su modelo económico.

Esta política permite a los residentes evitar tributos sobre salarios, inversiones o herencias, en contraste con los países de la región donde esas tasas pueden alcanzar el 45%. Además, a pesar de usar el euro y pertenecer al espacio Schengen, Mónaco no forma parte de la Unión Europea, lo que le otorga gran autonomía fiscal y normativa.

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El 30% de los habitantes de Mónaco son multimillonarios.

Archivo

Lujo, exclusividad y urbanismo

La oferta de Mónaco se completa con una intensa vida social basada en eventos exclusivos, casinos tradicionales y un ambiente nocturno junto al mar Mediterráneo. El clima favorable y su carácter exclusivo elevan la demanda por encima de cualquier capacidad territorial.

El mercado inmobiliario refleja esta presión: una encuesta citada por la BBC ubicó a Mónaco como la ciudad más cara del planeta, con precios de hasta 40.000 dólares por metro cuadrado en departamentos de lujo. El ático más costoso del país alcanzó los 335 millones de euros.

Las construcciones debieron adaptarse al terreno: crecieron hacia las alturas, ocuparon cada rincón de tierra y hasta excavaron bajo el suelo. Aun así, las limitaciones ambientales y urbanísticas detuvieron muchas iniciativas. Ante este límite físico, el Principado encontró otra vía para desarrollarse.

La particularidad de Mareterra

En respuesta a la falta de espacio, Mónaco lanzó el proyecto Mareterra, una expansión hacia el mar impulsada por el príncipe Alberto II en 2013. Este nuevo barrio se construyó sobre seis hectáreas ganadas al Mediterráneo, lo que representa un 3% adicional del territorio nacional. Fue inaugurado en diciembre de 2024, luego de una inversión de 2.000 millones de euros.

La urbanización incluye apartamentos, casas, una marina, comercios selectos y espacios públicos, construidos sobre plataformas de hormigón ancladas al lecho marino. Con este proyecto, Mónaco retoma su tradición de expansión marítima iniciada en 1907, que ya cubre un 25% de su superficie total.

Elogios por sostenibilidad y críticas por el impacto ambiental

Mareterra fue presentado como un barrio ecológico, equipado con 9.000 metros cuadrados de paneles solares, 200 estaciones para vehículos eléctricos y 800 árboles plantados. Sus cimientos subacuáticos poseen relieves diseñados para facilitar el crecimiento de especies marinas.

A pesar de estos esfuerzos, organizaciones ambientalistas alertaron sobre daños irreversibles en ecosistemas marinos, posibles procesos erosivos y consecuencias para la pesca costera. Los responsables del proyecto defendieron la iniciativa con estudios científicos que demostraron la adaptación de flora marina tras la reintroducción, aunque el debate sobre su sostenibilidad sigue vigente.

Aunque Mareterra se promociona como una solución a la falta de viviendas, sus propiedades no están al alcance del ciudadano promedio. El precio por metro cuadrado supera los 100.000 euros, situando a esta nueva urbanización entre las más exclusivas del planeta.

Con esta iniciativa, Mónaco refuerza su perfil como refugio de fortunas globales, aunque queda claro que, incluso en un paraíso para los ricos, el espacio no es infinito.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.ambito.com

Publicado el: 2025-06-25 12:03:00
En la sección: Noticias del mundo | Ámbito

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