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¿Qué tan cerca está la ciencia de conseguir una vacuna contra el cáncer?

¿Qué tan cerca está la ciencia de conseguir una vacuna contra el cáncer?

 

Los registros en griego de la medicina antigua enlazaban el término cáncer con la palabra cangrejo. Y de hecho, este término, que viene del latín cancer, está relacionado con el griego karkinos que significa cangrejo.

Explica el portal Etimologías de Chile, que no hay claridad sobre la referencia de las definiciones, pero entre las posibles causas están comparar los tumores con la dureza del caparazón del cáncer o asociar el dolor que causan estos animales con sus pinzas, al dolor de los pacientes terminales.

Certeza o no sobre su relación semántica, el cáncer es una enfermedad ampliamente escuchada. Aun así, como señalan los indicadores y expertos, las detecciones tardías, por falta de conocimiento más consiente, son frecuentes.

En ese sentido, hay consenso entre las autoridades de la salud, en lo necesario e importante de prevenir. Y para ello se requiere tener claro cuáles pueden ser los síntomas de la enfermedad.

Desde la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) señalan que se debe prestar atención a “bultos o masas extrañas en cualquier parte del cuerpo, fatiga, cansancio, falta de aire o tos, sangrados o hemorragias imprevistas, pérdida de peso repentina o falta de apetito, dolor, dificultad al tragar, al orinar o al realizar cualquier otra necesidad fisiológica, cambios en un lunar o manchas en la piel o en las mamas”.

Además, como explicó la médica, Paola Omaña, el antecedente familiar es otro factor determinante. Y aquí, con ese contexto inicial de análisis, es donde la ciencia entra a jugar otro papel importante.

“Es preciso dejar claro que lo más importante es la educación en la importancia del tamizaje, es decir, la realización de exámenes de bajo costo para detectar de forma temprana algunos tipos de cáncer frecuentes. Estas pruebas las realizan de manera gratuita y están estipuladas en los planes de prevención y desarrollo”, aseguró el especialista en Medicina Interna y Hematología de la Fundación Centro de tratamiento e investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo (CTIC).

En cuanto a educación, Omaña añade en caso de detectarse la enfermedad, es trascendental tener acceso a información veraz.

“Tenemos un asunto cultural bastante significativo que yo llamo el “efecto vecino”, porque los pacientes comentan su patología a amigos o familiares y estos, con muy buena voluntad, dan consejos basados en historias que han escuchado o experiencias propias, los cuales no pueden compararse con la vivencia de cada paciente.

Dentro de estos consejos muchas veces está la idea mal concebida y señalan que la quimioterapia empeora la enfermedad o afecta la calidad de vida, por lo que los pacientes deciden no recibirla o abandonarla”, explicó la hematóloga.

Combatir el cáncer

La frase lucha contra el cáncer, es de esas expresiones comunes que denotan la realidad de las personas que viven con la enfermedad, pero también de sus familias y de los equipos humanos que desde la medicina los atienden. Por eso, también en esa tarea de los expertos está el llamado, a que una vez detectada la enfermedad, se avance en un adecuado tratamiento.

“Existe una gran preocupación entre hematólogos y oncólogos, porque los pacientes aun después de la pandemia siguen abandonando los tratamientos, a pesar de que saben que el cáncer no da espera… Por eso el cáncer de próstata sigue siendo el tumor más frecuente en hombres y en la mujer, cérvix y seno”, aseguró el oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología, Martín Zapata Laguado.

El médico insistió en que a pesar de la connotación de la palabra cáncer, existe “manejo paliativo con el objetivo de prolongar la vida del paciente y que no tenga dolor. Hay muchas alternativas de terapia actuales que han logrado satisfactoriamente estos objetivos terapéuticos”.

Vacunas contra el cáncer

Las vacunas contra el cáncer, que incluyen a las vacunas terapéuticas y a las verdaderas vacunas que puedan administrarse a personas sin cáncer, se encuentran aún en etapas experimentales, pero sin duda que su impacto en el futuro será muy grande.

Un reciente estudio, publicado en la revista JAMA Oncology del 3 de noviembre de 2022, presenta buenos resultados con una vacuna terapeútica de ADN preparada contra el antígeno HER-2, que está presente en la superficie de múltiples células pero hasta en el 30% de los cánceres de seno. La presencia de ese antígeno HER-2 en el cáncer de mama hace que la enfermedad tenga un curso más agresivo y tenga mayor tendencia a la recaída en el futuro.

Lo que hicieron los investigadores de la Universidad de Washington, en Seattle, es que prepararon una vacuna que inserta un código genético de ADN para que el organismo de la mujer vacunada produzca parte de la proteína HER-2, la cual sirve como un antígeno. De eso modo, al producir grandes cantidades de esa proteína HER-2, el organismo de la mujer vacunada crea una gran cantidad de anticuerpos contra las células cancerosas que contienen el antígeno HER-2, destruyéndolas en el proceso.

En un estudio de fase 1, se vacunó a 66 mujeres con tres dosis diferentes de la vacuna y tras un seguimiento de 10 años el 80% de ellas aún estaban vivas, comparadas con solo 50% en los seguimientos históricos.

Ahora, en cuanto a las verdaderas vacunas contra el cáncer, que son aquellas que se dan a personas que no tienen cáncer para evitar el desarrollo de la enfermedad, todavía se hacen esfuerzos por desarrollarla.

Un grupo de personas que necesita ese tipo de vacunas es aquel que tiene una alta carga genética para desarrollar algún tipo de cáncer, es decir, tienen una fuerte carga hereditaria. Algunos ejemplos incluyen las personas con historia familiar de un tipo de cáncer de colon o intestino grueso llamado síndrome de Lynch, que tienen 70% de probabilidad de desarrollar ese tipo de cáncer en algún momento de su vida, generalmente a edad temprana.

Otros ejemplos de grupos de alto riesgo incluyen mujeres con cambios genéticos hereditarios del grupo BRCA, que tienen alta tendencia a desarrollar cáncer de mama o de ovarios, y personas con mutaciones del gen KRAS que tienen muy alta predisposición a desarrollar cáncer de páncreas y de colon. Estos estudios en personas susceptibles están aún en su etapa muy inicial y son muy difíciles de evaluar por los muchos años que se requieren para evaluar los resultados.

Por ejemplo, en el primer estudio de una vacuna preventiva en personas sanas, investigadores de la Universidad de Pittsburgh usaron como antígeno la proteína mucina-1, muy abundante en células cancerosas del cáncer de colon.

La vacuna, probada en 39 personas con pólipos precancerosos de colon, y por tanto con alto riesgo de desarrollar cáncer en el futuro, demostró que algunos voluntarios produjeron niveles altos de anticuerpos dirigidos contra la mucina-1, y que la vacuna fue capaz de prevenir la formación de nuevos pólipos del colon, demostrando que se pueden fabricar vacunas preventivas contra el cáncer.

En conclusión, las vacunas contra el cáncer, que incluyen a las vacunas terapéuticas y a las verdaderas vacunas que puedan administrarse a personas sin cáncer, se encuentran aún en etapas experimentales, pero sin duda que su impacto en el futuro será muy grande.

Los resultados de algunos ensayos clínicos de BioNTech-Pfizer son esperanzadores, hasta el punto de que han afirmado que las vacunas podrían estar listas para una fecha tan próxima como 2030.

WC | con información de Semana | La Patilla

Fuente de TenemosNoticias.com: lanacionweb.com

Publicado el: 2023-02-04 12:34:50
En la sección: Diario La Nación

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