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Amenazas nucleares y cicatrices incurables en la Hiroshima que no visit Oppenheimer | elmundo.es

Amenazas nucleares y cicatrices incurables en la Hiroshima que no visit Oppenheimer

ANIVERSARIO DE LA BOMBA ATMICA

Actualizado

Se cumplen 78 aos desde que el Enola Gay lanzara la primera bomba atmica de la historia sobre Hiroshima, causando 140.000 muertos. A pesar del debate suscitado por la pelcula de Cristopher Nolan, la cinta todava no tiene fecha de esteno en Japn

El fsico estadounidense Robert Oppenheimer seala una imagen de la explosin de la bomba atmica sobre Nagasaki.GETTY

En septiembre de 1960, 15 aos despus de la catstrofe nuclear de Hiroshima y Nagasaki, Robert Oppenheimer viaj a Japn. El padre de la bomba atmica no pis ninguna de las dos ciudades bombardeadas por Estados Unidos. Se qued en Tokio y en Osaka, donde le haban invitado para impartir unas conferencias. Pero lo que el fsico s que hizo fue celebrar una rueda de prensa para un escueto grupo de periodistas japoneses a sabiendas de que no iban a ser nada fciles de responder las preguntas que le caeran.

– «Me gustara pedirle, aunque la pregunta puede ser un poco ingenua, que diga algunas palabras sobre sus sentimientos al venir a Japn como hombre responsable del desarrollo de las bombas que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki».

(Vestido con traje y fumando su habitual pipa, Oppenheimer sonri al periodista, le contest rpido que ni mucho menos se trataba de una pregunta ingenua y se tom unos segundos para soltar una reflexin) «No creo que venir a Japn haya cambiado mi sentido de angustia sobre mi papel en toda esta parte de la historia. Tampoco me ha hecho arrepentirme por completo de mi responsabilidad por el xito tcnico de la empresa. No es que no me sienta mal. Es que hoy no me siento peor que anoche.

El 78 aniversario de la bomba atmica que lanz el Enola Gay sobre Hiroshima dejando 140.000 muertos ha coincidido con el boom mundial de la pelcula de Christopher Nolan que aborda la figura del cientfico estadounidense que dirigi el Proyecto Manhattan, el plan de investigacin y desarrollo de las primeras armas nucleares, entre ellas Little boy y Fat Man, las bombas que cayeron sobre Japn, donde el film de Oppenheimer curiosamente contina sin fecha de estreno.

Una pelcula demasiado sensible para el pblico japons? No lo cree as Peter C. Pugsley, experto en la gran pantalla nipona y profesor de Cine en la Universidad de Adelaide (Australia), quien recuerda que son muchos los cineastas japoneses los que han explorado lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial.

«En 1953 se estren Hiroshima de Hideo Sekigawa, un docudrama muy crtico con Estados Unidos que inclua a supervivientes reales de la explosin nuclear actuando como vctimas. Otra pelcula que recibi muchos premios fue Black Rain de Shhei Imamura (1989), que hace referencia al color de la lluvia cida que sigui a la explosin nuclear en Hiroshima», explica Pugsley. «El anime tambin ha mostrado directamente el dao causado por el dispositivo de Oppenheimer», aade.

Analistas como Gearoid Reidy, de la cadena especializada en Asia CNA, opinan lo importante que sera que Japn diera luz verde a la proyeccin de Oppenheimer para reabrir un debate muy necesario en la sociedad. «Siempre y cuando el pblico pueda expresar su opinin sobre la pelcula, tal vez se desencadene un debate sobre la postura ambigua, si no contradictoria, de Japn hacia las armas nucleares, una tecnologa a la que se opone pblicamente, pero de la que depende simultneamente para su supervivencia en un mundo cada vez ms hostil. Mientras el pas se prepara para un cambio histrico en el gasto de defensa, ahora es el momento de ese debate», apunta.

Concretamente, Reidy se refiere al rearme histrico que ha anunciado este ao Tokio, que poco a poco va rompiendo con su poltica pacifista heredada de la posguerra, en un momento adems de especial convulsin geopoltica (y temor nuclear) a nivel global. Rusia amenaza con usar sus armas nucleares tcticas en Ucrania y China expande su armamento nuclear; Corea del Norte avanza en su programa atmico y los submarinos nucleares estadounidenses estn estacionando por primera vez en 40 aos en los puertos de la vecina Corea del Sur.

«La nica garanta contra el uso de armas nucleares es su completa abolicin. Sin embargo, las potencias del mundo continan expandiendo y modernizando sus arsenales y reafirmando el papel de las armas nucleares dentro de su planificacin de seguridad», subraya la ex presidenta irlandesa Mary Robinson, quien actualmente dirige un grupo de influencia internacional, The Elders, que fue fundado por Nelson Mandela y que lleva tiempo proponiendo una agenda para el desarme nuclear.

«El riesgo del uso de las armas nucleares es ms alto que en cualquier otro momento desde la guerra fra. El panorama general es que hemos tenido ms de 30 aos de cada de la cantidad de ojivas nucleares, y vemos que ese proceso est llegando ahora a su fin», adverta Dan Smith, investigador del Instituto Internacional de Investigacin para la Paz de Estocolmo (SIPRI), durante la presentacin de un estudio reciente que sealaba que Estados Unidos y Rusia siguen acaparando casi el 90% de todas las armas nucleares. «El mundo est a la deriva en uno de los perodos ms peligrosos de la historia de la humanidad», insista Smith.

«Si bien hay buenas razones para estar alarmados por los peligros actuales, no debemos caer en la desesperacin. La historia nos muestra que se puede avanzar para reducir los riesgos nucleares a travs de la cooperacin internacional, como esperaba Oppenheimer», destaca Robinson tratando de rebajar un poco las agoreras previsiones de muchos expertos. «El nmero de armas nucleares ha disminuido de unas 65.000 a mediados de la dcada de 1980 a unas 12.500 en la actualidad gracias al histrico Tratado sobre la no proliferacin redactado hace 50 aos».

El pasado mayo se celebr precisamente en Hiroshima una muy simblica cumbre del G7. En uno de los recesos de las reuniones, los lderes de las democracias ms avanzadas del mundo dieron un paseo de media hora por el museo de la Paz, donde se guardan miles de fotos y artculos que incluyen ropa quemada y andrajosa, mochilas carbonizadas y restos de cabello humano. All tuvieron una gua de lujo, Keiko Ogura, una anciana de 85 aos que es una de las supervivientes de una explosin que tuvo su epicentro exactamente a 2,4 kilmetros de su casa. Ogura, testigo directo de la primera bomba atmica de la historia, rog a los lderes que hicieran todo lo posible para que la humanidad nunca vuelva a experimentar un desastre nuclear.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2023-08-05 19:17:01
En la sección: Internacional // elmundo

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