En China parecía que iba a ser un fin de semana informativamente tranquilo, donde la principal cobertura serían las carreras de barcos decorados como dragones por la Fiesta del Barco del Dragón, una popular festividad del gigante asiático, durante la cual las familias comen bolas de arroz glutinoso y los más supersticiosos limpian las casas a fondo y hacen ofrendas para ahuyentar a los malos espíritus. En cambio, el sábado por la mañana, muchos focos del gigante asiático apuntaron a lo que estaba diciendo desde Singapur el jefe del Pentágono, quien dibujó un bélico escenario en la región de Asia-Pacífico con China como una peligrosa amenaza.
En el Diálogo Shangri-La, la mayor cumbre de seguridad asiática, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, aseguró ante una multitud llena de ministros de Defensa, generales y diplomáticos que China pretendía «alterar el statu quo de la región» y que los aliados estadounidenses deben aumentar el gasto en Defensa.
En un discurso que iba dirigido a la «amenaza» de China, Hegseth desveló que su propósito era conseguir apoyo regional para restablecer la disuasión colectiva contra lo que calificó de «agresión» china en la región. Palabras que no hicieron ninguna gracia al representante del ejército chino en el foro, el general Hu Gangfeng, quien acusó este domingo a Washington de «desestabilizar la región Asia-Pacífico».
Hu dijo que algunas de las afirmaciones de Hegseth eran inventadas y que «tenían como objetivo provocar disturbios, crear división e incitar a la confrontación». La misma línea siguió un comunicado del Ministerio de Defensa chino, que acusó a Estados Unidos de utilizar el foro de seguridad para «crear disputas, sembrar discordia y buscar intereses egoístas».
Durante el Diálogo Shangri-La, que concluyó este domingo, la gran ausencia fue la del ministro de Defensa chino, Dong Jun, quien tampoco pudo responder personalmente a otras duras intervenciones, como la de su homólogo australiano, Richard Marles, quien reclamó a Pekín mayor transparencia y planteó que el Gobierno de Xi Jinping debería explicar por qué necesita «un desarrollo militar tan extraordinario».
Después del incendiario discurso del secretario de Defensa estadounidense, Pekín sacó músculo militar en el disputado Mar de China Meridional. El Ejército Popular de Liberación (EPL) comunicó que sus cazas, buques de guerra y guardia costera estaban realizando una «patrulla de preparación para el combate marítimo y aéreo» alrededor del banco de arena Scarborough Shoal -en China lo conocen como isla Huangyan-, cuya soberanía reclaman tanto Pekín como Filipinas.
Estas maniobras se ejecutaron apenas unos días después de que los guardacostas de China y Filipinas chocaran en los alrededores del banco de arena, incluyendo un enfrentamiento con cañones de agua. Pekín reclama la mayoría de islas (en algunas de ellas ha construido instalaciones militares) del Mar de China Meridional, junto con derechos sobre sus aguas adyacentes, mientras países del Sudeste Asiático como Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi también mantienen reclamos superpuestos.
La potencia asiática lleva tiempo ganando terreno militar a Washington en la región, dejando atrás los años en los que el ahora temido EPL era una fuerza poco preparada para el combate y con un armamento obsoleto. El ejército chino es el más grande del mundo en cuanto a número de efectivos en activo, supera a Estados Unidos en buques de guerra y ha desplegado misiles hipersónicos y cazas de última generación.
Esta misma semana, Pekín desplegó una flota inusualmente grande de buques navales (más de 70, según Reuters) y a su guardia costera a través de una franja de aguas del este de Asia, incluidas áreas en disputa cerca de Taiwan, de las islas del sur de Japón y del Mar de China Meridional, donde navegaron dos de los tres portaaviones con los que cuenta el EPL.
La televisión estatal china también reportó durante la semana varios ejercicios con fuego real en la provincia sureña de Fujian, al otro lado del estrecho de Taiwan. En estas maniobras participó el barco de guerra más poderoso de Pekín, el destructor furtivo de misiles guiados Tipo 055 Lhasa, que disparó misiles guiados por señales aerotransportadas simulando un enfrentamiento marítimo.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2025-06-01 09:31:00
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