Daniel Ortega aprieta su puo de hierro contra la Iglesia Catlica | elmundo.es

Ni Nochebuena, ni Ao Nuevo, ni clemencia ni perdn. Daniel Ortega ha aprovechado la Navidad para profundizar su embestida contra la Iglesia Catlica, a la vez que impona la reactivacin del tan temido Ministerio del Interior, que recuerda los peores aos de la guerra civil del siglo pasado. Sus agentes policiales detuvieron en las ltimas horas a cinco sacerdotes, entre ellos Marcos Daz, vicario de la Dicesis de Len, al norte del pas. «Me indigna el injusto secuestro de tres queridos sacerdotes de Managua por parte de la criminal dictadura sandinista: el padre Pablo Villafranca, monseor Carlos Avils y el padre Hctor Treminio, pastores y profetas. Le pido a Dios que los proteja y sean liberados de inmediato!», protest desde el exilio Silvio Jos Bez, obispo auxiliar de Managua.

De esta forma son una docena los sacerdotes encarcelados en este final de ao, con los obispos Rolando lvarez (el obispo rebelde de Matagalpa) e Isidoro del Carmen Mora, al frente de la Dicesis de Siuna hasta que fuera secuestrado hace das por un grupo de policas y paramilitares. Sobre este ltimo no se tiene acusacin formal ni se conoce su paradero, aunque s se sabe el motivo de su detencin: horas antes rez por Rolando lvarez, el Mandela nicaragense, condenado a 26 aos de crcel por menoscabo a la integridad nacional.

«Daniel Ortega sabe que no habr ninguna repercusin, se sienten fuertes porque los apoya el Ejrcito de Nicaragua, la Polica Nacional, grupos de paramilitares, los consejos de Poder Ciudadano y ahora el recin creado y temible Ministerio del Interior», sostuvo para EL MUNDO la experta religiosa Martha Patricia Molina.

Segn las estadsticas que maneja Molina, a lo largo de este ao la Iglesia Catlica ha sufrido 294 agresiones de un total de 760 ataques desde que en 2018 comenzara la rebelin popular contra la dictadura. Obispos y sacerdotes no slo encabezaron las protestas, tambin protegieron a cientos de jvenes que luchaban en las calles.

Son 176 los religiosos que ya no pueden ejercer su ministerio en Nicaragua, ya sea porque fueron desterrados, expulsados o porque el sandinismo no permite su regreso al pas. Entre ellos, 83 sacerdotes y 80 monjas. Casi 3.700 procesiones fueron prohibidas en Nicaragua por las autoridades.

El puo de hierro de Daniel Ortega no se pone lmites a la hora de perseguir y estrangular a los catlicos, incluso empujando la creacin de una iglesia a su imagen y semejanza y arrodillada ante su poder. De momento, el Vaticano se mantiene firme y no ha ordenado la sustitucin de los obispos encarcelados.

La ltima embestida para cerrar el ao viene adems acompaada por la restauracin del Ministerio de Interior, una apuesta de Ortega por volver al pasado. «Aqu tenamos dos fuerzas slidas para el triunfo de la revolucin, el Ejrcito y el Ministerio de Interior, con las que logramos derrotar la contrarrevolucin armada, financiada y entrenada por EEUU», subray el caudillo sandinista, quien se ufan por este regreso «a las races del sandinismo».

Al frente del superministerio de corte estanilista estuvo el famoso comandante Toms Borge, uno de los fundadores del Frente Sandinista de Liberacin Nacional (FSLN). Entre los «enemigos de la revolucin» que Borge persigui con saa se encontraban tambin sacerdotes catlicos.

Pese al destierro de ms de 200 presos polticos este ao, a los que se sumaron una docena de sacerdotes catlicos hace semanas, la cifra de prisioneros polticos no ha dejado de crecer. En la actualidad se cree que ya ha vuelto a superar la barrera de los 100 encarcelados.

«Es un paso ms hacia la noche oscura, con la que busca imponer el modelo Estado-Partido-Ejrcito del sandinismo de los aos 80, para revivir la identidad poltico-partidaria de la polica. Un retroceso preocupante hacia un estado policial y que de hecho se inici con el regreso al poder de Ortega en 2007», apunt el ex candidato presidencial Flix Maradiaga, desterrado en febrero de este ao.

Cul es la diferencia entre el hasta ahora vigente Ministerio de Gobernacin frente al nuevo de Interior? «Este es una creacin de los gobiernos totalitarios de Europa del Este, rganos represivos para reprimir y someter la voluntad popular, el pensamiento individual y las ideas democrticas en una sociedad sometida, esclavizada y dominada por un grupo de delincuentes en el poder poltico», apostill Molina.