Los medios estatales de Corea del Norte han tardado 48 horas en informar al pueblo norcoreano que Donald Trump habría prestado juramento el lunes como presidente de Estados Unidos. Pero la noticia, en realidad, es que la prensa del régimen de Kim Jong-un ha reportado la noticia sobre la llegada del nuevo inquilino de la Casa Blanca mucho antes de lo que acostumbra: en 2016, tardó 10 días en anunciar que se había celebrado la primera investidura de Trump. En 2020, se demoró hasta dos meses para contar que Joe Biden había ganado las elecciones.
Pyongyang, con ayuda de la gran barrera censora que aísla su ciberespacio, maneja los tiempos en su extremo control de la información del exterior que entra al país. Sobre el regreso de Trump, el principal periódico del gobernante Partido de los Trabajadores, el Rodong Sinmun, se limitó el miércoles por la mañana a publicar un escueto comunicado diciendo que el republicado había sido elegido presidente de Estados Unidos en las elecciones de noviembre y que el lunes se celebró una ceremonia de investidura en Washington.
No hubo mención a las palabras que Trump ha dedicado a Corea del Norte y que no han sentado muy bien a aliados asiáticos como Corea del Sur y Japón. El líder estadounidense calificó a Pyongyang como una «potencia nuclear», un término que, hasta ahora, en Washington se negaban a utilizar porque entendían que eso era brindar un reconocimiento al creciente programa nuclear del régimen.
La segunda mención de Trump sobre Corea, en línea en esta ocasión con los comentarios surrealistas a los que acostumbra el presidente, fue para asegurar que Kim Jong-un estaría «feliz» de verlo de nuevo en la Casa Blanca. «Fui muy amigo suyo. Le caí bien y él me cayó bien a mí. Nos llevamos muy bien», soltó Trump el lunes mientras firmaba una serie de órdenes ejecutivas.
Estas palabras han despertado las expectativas sobre el renacer de una diplomacia directa entre Washington y Pyongyang que ha estado muerta durante la Administración Biden.
Durante el primer mandato del republicano, estas relaciones, que incluyeron hasta tres reuniones en persona entre Trump y Kim, fueron de las más volátiles y sorprendentes de la política exterior estadounidense. Trump pasaba constantemente de la confrontación a un acercamiento casi cómico si no fuera porque enfrente tenía a un país que, en septiembre de 2017, realizó su hasta ahora última prueba nuclear.
«Hombre cohete»
En el pasado, Trump se refería a Kim como el «hombre cohete» y amenazó con una intervención militar si las provocaciones nucleares norcoreanas no cesaban. Aquello provocó mucha incertidumbre en la comunidad internacional, sobre todo entre los vecinos asiáticos, que también contemplaron perplejos cuando Kim aceptó la invitación para asistir a la primera histórica cumbre en Singapur en 2018.
No hubo ningún avance en aquel encuentro sobre el desarme nuclear. Tampoco en las otras cumbres de febrero de 2019 en Hanoi ni en la de junio de 2019 en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, cuando Trump cruzó la línea divisoria, en otro gesto histórico, para encontrarse con Kim.
A pesar de la visible apertura de nuevos canales de diálogo, las negociaciones estuvieron estancadas desde el principio porque Pyongyang exigía el levantamiento de las sanciones internacionales antes de avanzar en el proceso de desnuclearización.
Durante la primera Presidencia de Trump (2017-2021), Corea del Norte realizó todo tipo de pruebas con misiles balísticos, tanto de corto como de largo alcance. Se estima que en aquellos años los norcoreanos pudieron realizar alrededor de 40 lanzamientos. Con Biden en la Casa Blanca, la amenaza de Kim avanzó considerablemente, sobre todo en los últimos años, con alrededor de 60 lanzamientos al mar, incluyendo mejorados misiles de alcance intercontinental (ICBM) que son capaces de alcanzar la costa estadounidense cargados con una ojiva nuclear.
La Corea del Norte que va a encontrar ahora Trump, además de mejor armada e igual de empobrecida y aislada, mantiene una reforzada alianza de seguridad con la Rusia de Vladimir Putin, con quien Kim firmó el año pasado un tratado de defensa mutua bajo el cual tropas norcoreanas han sido desplazadas hasta territorio ruso para luchar contra el ejército ucraniano.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2025-01-22 05:26:00
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