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La catstrofe en Gaza, sin agua, comida y con ataques cada media hora: «Hemos perdido todo, que Dios nos ayude» | elmundo.es

La catstrofe en Gaza, sin agua, comida y con ataques cada media hora: "Hemos perdido todo, que Dios nos ayude"

Guerra entre Israel y Hamas

Actualizado

Hay 1.000 edificios destruidos, los hospitales funcionan gracias a generadores de energa

La gente en Gaza grita y huye mientras Mohammed Abu Rahma pierde a Ayman, su hijo pequeo. «O una explosin. Todo se vino abajo. Ayman siempre va de la mano de su madre, pero se asust y la solt. Corri dentro de nuestro edificio, bajo las bombas». El corazn de Mohammed se detiene mientras lo cuenta por telfono: «Le persegu, empujando a la multitud enloquecida, y le encontr en el ascensor, estaba gritando. Logr cogerle en mis brazos y huir justo antes de que el edificio se derrumbara».

Mohammed trabajaba en Gaza como activista de Al-Haq, dedicado a los derechos humanos. ‘Hemos perdido todo. Estamos durmiendo en casa de familiares. Ayman est en estado de shock. Lo que nos pas a nosotros, le pasar a toda Gaza. Que Dios nos ayude», cuenta.

Si hay un infierno, es este. De la franja de Gaza no sale nada ni nadie, excepto las historias que se cuentan. Como la de Hamdi Shaqura, que dej bajo los escombros a su esposa, hermano, hija y cuado. O la de Iman Radnan, que se qued sin padre, madre, esposo e hijo en un momento. O la de Ala Al-Kafarneh, que logr escapar de dos bombardeos, pero en el tercer intento consiguieron matar a ocho personas: «No s por qu nos atacaban siempre a nosotros», llora, «somos gente normal, no tenemos nada que ver con Hamas», aade.

Los medios de comunicacin palestinos ya lo llaman ‘La Catstrofe’, haciendo referencia a la madre de todas las desgracias, la Nakba, el gran xodo que en 1948 oblig a un pueblo entero al exilio, colgando una llave (‘volveremos algn da’) en la puerta de cada casa abandonada. Pero esta vez es peor: nadie puede irse y muchas casas ya no existen. La Nueva Catstrofe no hace distinciones entre gente humilde o gente con poder. Husam Zomlot, embajador en Londres de la Autoridad Palestina, ha perdido a seis familiares y debe llorarlos desde lejos, sin poder regresar; Humza Yousaf, primer ministro de Escocia -cuya esposa es palestina- tiene a sus suegros atrapados y debe preocuparse desde all, sin poder repatriarlos. Han muerto seis periodistas, 12 funcionarios de la ONU y tambin dos mdicos. «Hay 22 grandes familias en Gaza que ya no existen y hablamos de cientos de personas'», recalca Xavier Abu Aid, funcionario palestino en Ramallah.

La hora de la venganza lleg a las dos de la tarde. Cuando se apag la luz, tambin lo hizo la esperanza. La nica central elctrica de Gaza, que funcionaba unas cuatro horas al da, ya no tiene energa y se desconecta. Todos quedan a oscuras. Los hospitales dependen de generadores elctricos, hasta que se agoten. El resto se las arregla como puede: es el verdadero comienzo del Gran Asedio. Dos millones de palestinos que durante 16 aos dependan en un 80% de la ayuda externa ahora ni siquiera cuentan con eso. Sin agua, sin comida, sin telfonos, sin combustible y sin electricidad. Y desde el cielo llega un ataque areo cada media hora.

Los drones golpean fuertemente en el norte de Beit Hanoun y en el sur de Khan Younis, el centro de la Ciudad de Gaza y el cruce de Rafah hacia Egipto, el campo de refugiados de Bureij y los invernaderos, los bancos y los tneles. Hay 1.000 edificios que han quedado reducidos a escombros, 12.000 estn daados, 48 escuelas y diez clnicas mdicas han resultado afectadas y 2.250 objetivos han sido alcanzados, desde la Universidad Islmica hasta la torre de televisin. Los hospitales sacan a los muertos porque no saben dnde ponerlos. Y, mientras tanto, a la operacin Tormenta de Al-Aqsa, en la que tomaron rehenes y degollaron a 1.200 corderos inocentes, Israel respondi con un diluvio de fuego que ha acabado con ms de 1.000 inocentes en tres das.

A los hombres de Hamas parece que les preocupa poco: en la ltima guerra, estaban a salvo en los lujosos hoteles de Qatar, y ahora quin sabe. Pero sus sbditos no estn a salvo: Hamas les incita a morir como ‘mrtires’ en sus casas. Incluso cuando llega la llamada de la aviacin israel para advertir del bombardeo. Unas 400.000 personas estn ya escasas de agua y alimentos, 260.000 se han desplazado a las escuelas que an siguen en pie, al campo o se agolpan a lo largo de las carreteras. Adems, Egipto no acogera a todos estos refugiados.

«Esto es un verdadero genocidio, iremos a la Corte de La Haya!», grita en su oficina de Ramallah el jefe de Al-Haq, Shawan Jabareen, cercano a Abu Mazen. «Solicitaremos una investigacin internacional. Existe un doble rasero: el mundo hace distinciones entre sangre y sangre, la sangre palestina no vale nada. Los medios siempre hablan de los muertos israeles. Y por lo que respecta a Gaza, Israel goza de impunidad», aade. Al preguntarle sobre qu piensa de la matanza de Hamas: «En Ramallah no apreciamos a Hamas. Pero si tengo que pensar en terrorismo, pienso en Israel. Lo de Hamas es resistencia», sentencia.

Si Gaza est aturdida y exhausta, Cisjordania est en ebullicin por la rabia. Este viernes de oracin ser una prueba, hay quienes suean con la intifada definitiva. En un cuarto piso en Ramallah, un anciano en pijama azul mira Al Jazeera y acaricia a su caniche: se llama Nabil Shaath, tiene 85 aos y fue el principal consejero de Yasser Arafat. «Mi familia est en Gaza y no s nada…'», sacude la cabeza. En ese momento le llega un mensaje de su hermana. «Solo Egipto puede mediar», dice Shaath. «Pero al final ser Israel el que decida todo», aade. Qu habra dicho Arafat sobre esta masacre organizada por Hamas? La pregunta queda sin respuesta.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2023-10-12 09:24:30
En la sección: Internacional // elmundo

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