La OEA confirma el giro izquierdista de Amrica | elmundo.es

Una mayora de proboliviarianos se hace fuerte en la organizacin internacional panamericanista

La Asamblea General de la Organizacin de Estados Americanos (OEA), que se celebra estos das en Lima, ha confirmado el giro continental a la izquierda, pese al fracaso de la votacin para expulsar de su seno al enviado democrtico de Venezuela, el embajador Gustavo Tarre Briceo. Los aliados de Nicols Maduro obtuvieron 19 apoyos, frente a los cuatro que votaron en contra, un grupo mnimo encabezado por Estados Unidos, adems de Canad, Paraguay y Guatemala.

La propuesta de resolucin presentada por Mxico, Bolivia y varios de los pases de PetroCaribe, beneficiados por el petrleo venezolano durante aos, no lograron las 2/3 partes requeridas (24 votos) para alcanzar su objetivo, pero dejaron claro que los probolivarianos son hoy mayora. A su causa se sumaron los gobiernos de Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile), Xiomara Castro (Honduras) y Pedro Castillo (Per), todos ellos salidos de las urnas en los ltimos meses, adems de Argentina y con la relativa sorpresa de la socialdemcrata Panam.

El vuelco izquierdista se evit gracias a las nueve abstenciones de antiguos aliados de la causa democrtica, como Uruguay, Ecuador, Brasil y Costa Rica. «Era silenciar la voz de la Venezuela democrtica», se congratul Tarre.

«No dejen solos a los venezolanos que estamos resistiendo frente a una dictadura. Quienes defendemos la democracia en terreno de riesgo de nuestras vidas mantuvimos una silla en ese espacio en contra de criminales de lesa humanidad«, se defendi Juan Guaid, presidente encargado que ha perdido gran parte de los apoyos internos y externos que consigui cuando en 2019 se atrevi a desafiar al todopoderoso Nicols Maduro.

«Estaba claro que con las victorias de Castillo en Per, Boric en Chile y Petro en Colombia, la causa democrtica venezolana estaba quedando cada vez ms sola en la regin. Lo que sucedi en la OEA se viene cocinando hace bastante tiempo, con personajes como Carlos Raimundi, embajador argentino, a la cabeza de esa maquinaria. Estamos, internacionalmente hablando, en un escenario parecido a 2014, pero en un pas mucho ms autoritario, con una emergencia humanitaria compleja mucho ms profunda y con una oposicin mucho ms dividida», advirti a EL MUNDO el politlogo Walter Molina Galdi.

Pese a los acuerdos alcanzados en los ltimos das entre Washington y Caracas, que ha supuesto la liberacin de los dos famosos narcosobrinos de la pareja presidencial venezolana (una decisin «difcil y dolorosa», segn la administracin demcrata), EEUU mantuvo su apoyo firme a Guaid y al Parlamento democrtico durante la Asamblea General. Su secretario de Estado, Antony Blinken, volvi a acusar a Maduro de provocar una «catstrofe humanitaria» en Venezuela. Incluso el propio presidente Joe Biden asegur desde la Casa Blanca que el «hijo de Chvez» debera hacer mucho ms para que su gobierno levante las sanciones personales y econmicas contra el chavismo.

La asamblea de la OEA resume a la perfeccin el estado poltico continental, que ha dado la vuelta pese a que a la histrica ausencia de Cuba se sumaron las recientes «salidas» de las dictaduras de Venezuela y Nicaragua. La apuesta de los aliados revolucionarios es reducir al mnimo a la OEA y resucitar, sobre todo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeos (Celac), «un organismo creado por Chvez en su lucha megalmana, impulsado por los Castro contra EEUU, donde Maduro, Daz-Canel y Ortega tienen voz y voto», constat Molina. «La diferencia con esos tiempos de Chvez, Nstor y Lula es que ahora tienen menos dinero», sentenci el politlogo venezolano.

Los dos grandes «blanqueadores» de Maduro, Mxico y Argentina, tampoco suscribieron una declaracin de repudio a la invasin rusa de Ucrania, una deriva en la que contaron con el respaldo de la administracin brasilea de Jair Bolsonaro.