La Polica belga registra los despachos de dos diputados investigados por el ‘Qatargate’ | elmundo.es

La defensa de Tarabella y Cozzolino, que pelea su extradicin desde Italia, lamenta que ocurra siete meses despus del inicio de la investigacin y reitera su inocencia

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La Polica judicial belga, en de una de esas operaciones caractersticas que nadie fuera del pas entiende pero generan mucha conmocin, ha registrado este martes las oficinas de dos eurodiputados, el belga Marc Tarabella y el italiano Andrea Cozzolino, en el marco de la investigacin del caso conocido como Qatargate. El proceso empez en diciembre del ao pasado y llev a la detencin de media docena de personas, incluyendo diputados presentes y pasados, lobistas, todos vinculados a los socialistas y de una manera u otra a Italia. Y a redadas no slo en los despachos de Bruselas o Estrasburgo, sino en algunos domicilios. Pero lo sucedido ahora tiene difcil explicacin.

Tarabella y Cozzolino no son nombres nuevos en el sumario. Han sido parte de la investigacin, han sido interrogados, encarcelados y hace meses incluso los agentes acudieron en busca de dinero en efectivo y pruebas al domicilio del belga, algo sonado porque la presidenta de la Eurocmara, Roberta Metsola, tuvo que adelantar su vuelta al pas desde Malta para estar presente, pues la Constitucin local lo requiere para garantizar los derechos de polticos en activo. Otros de los investigados o acusados pusieron a las fuerzas del orden tras su rastro, por lo que es obvio que estaban en el radar (Panzeri asegura que le entreg entre 120.000 y 140.000 euros como premio por su posicin complaciente hacia Qatar). Pero lo incomprensible es busca pruebas en un despacho siete meses despus de haberlo sellado.

«Es increble», lamenta Maxim Toller, abogado de Tarabella en declaraciones recogidas por Reuters, que sea la primera vez que acude a la oficina de su cliente, meses despus de que fue acusado de corrupcin. «Mi cliente pidi que se registrara su despacho como parte de la investigacin porque es inocente».

Tarabella ha pasado meses en prisin y en arresto domiciliario, y retom su agenda diaria en la Eurocmara hace unas semanas tras ser puesto en libertad condicional. La ex vicepresidenta Eva Kaili, la ltima en ser liberada y que ya no tiene siquiera un brazalete electrnico tras pasar tambin cinco meses encerrada, ha indicado que pretende hacer lo mismo muy pronto.

Cozzolino, en cambio, est detenido en Italia y sigue peleando para no ser entregada a las autoridades belgas, que han solicitado la extradicin. Iba ser detenido el mismo da que su colega, el 10 de febrero, pero los investigadores encontraron vaco su piso de Bruselas, ya que el napolitano se encontraba en su ciudad natal para recibir tratamiento mdico. Desde entonces, se ha opuesto a su traslado y ha apelado ya ante el Tribunal de Casacin italiano. El capo de la trama de corrupcin, en su confesin, tambin ha dicho que le hizo llegar dinero, desde Marruecos y Qatar, a cambio de sus votos, favores y declaraciones en el Parlamento. Ambos han negado siempre su culpabilidad.

Tras desatar un escndalo sin precedentes en las instituciones europeas, el Qatargate est en una fase muy confusa. Todos los implicados en el sumario estn fuera de prisin o de arresto domiciliarios salvo el mencionado Cozzolino y el lder de la trama, Pier-Antonio Panzeri, que sin embargo ha admitido su culpabilidad y negociado un acuerdo de reduccin de condena a cambio de su confesin en el marco de arrepentidos de la legislacin antimafia.

Toda la presin est ahora sobre el magistrado Michel Claise, una figura muy conocida, respetada, con fama de implacables e insobornable, y que sin embargo est recibiendo duras crticas por el uso o abuso de la prisin preventiva. Los equipos legales de muchos de los acusados han lamentado que si bien sus clientes se haban ofrecido a colaborar en la investigacin sin problemas en cuanto sus nombres se vieron salpicados, el magistrado optara por no mover un dedo hasta tener una orden de arresto. Teatralizando, segn dicen, el proceso. O abusando de sus prerrogativas para presionar, como denuncian los muchos abogados de Kaili.

Ella, que como parte de su nueva estrategia de defensa ha concedido entrevistas (incluyendo a este diario) y que asegura que la razn de todo es su labor en una comisin de espionaje, fue privada de libertad y mantenida en una celda, sin ver a su beb, a pesar de que el lder confeso de la trama haba confesado. O que el propio marido de la diputada, tambin detenido el mismo da en diciembre y que confes varios delitos presuntamente, ya estaban en casa.