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Londres mira hacia el futuro, pero no olvida su reina: «Era el pegamento que mantena unido el pas» | elmundo.es

Londres mira hacia el futuro, pero no olvida su reina: "Era el pegamento que mantena unido el pas"

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Cientos de personas se concentran en las inmediaciones del Palacio de St. James para celebrar la proclamacin de Carlos III, pero siguen llorando su reina

Ramos de flores en Green Park este sbado.ANTONIO HEREDIA

«Hip, hip! Hooray!» «Hip, hip! Hooray!» Soplan vientos de cambio en el Reino Unido: una nueva primera ministra, un nuevo monarca y (casi) un nuevo himno nacional. Todo ello envuelto en el contexto de una crisis energtica. Pero, pese a los obstculos a los que se enfrentar este invierno, la poblacin britnica rebosa de optimismo y esperanza.

Cientos de personas se alinearon este sbado en las calles a ambos lados del Palacio de St. James, a tiro de piedra de Buckingham, con la esperanza de vislumbrar a Su Majestad, Carlos III, ya proclamado oficialmente rey de Inglaterra. Trajeron a sus bebs y nios en sus cochecitos y llevaban ramos de flores. Algunos paseaban sus perros, con un caf en la mano, y se desviaban de su habitual trayecto para presenciar el momento. Andrew, un artista del norte de Londres, se refugi del clido sol de septiembre detrs de un rbol para plasmar la ocasin en una pintura al leo sobre lienzo.

Entre vtores y aplausos, cantos de «Dios salve al Rey» resonaron a lo largo de The Mall cuando el secretario del Consejo Privado, Richard Tilbrook, proclam al monarca «jefe de la Commonwealth, defensor de la fe» desde el balcn del palacio. Jane observ la escena desde la barandilla en silencio. Al igual que mucha gente, cree que este cambio llega en el momento oportuno: «Este es un nuevo captulo, una nueva era para nuestro pas». «Carlos tiene unos valores ecolgicos slidos que son muy acertados para estos tiempos difciles que afrontamos ahora», subraya.

Despus de que los trompetistas estatales tocaran una fanfarria y se dispararan los caones ceremoniales desde el cercano Green Park, aproximarse al Palacio de Buckingham era misin imposible. Como sardinas en lata, el flujo de gente se haba paralizado, casi como si alguien quisiera que nos tomramos un momento para disfrutar de esta ocasin histrica.

Tras unos minutos de reflexin, hablo con John, cuyo gorro lleno de pins de Isabel II de diferentes pocas de su reina llama poderosamente la atencin. «He conocido a todos los miembros de la Familia Real al menos una vez», recuerda. Se confiesa un sper fan de la monarqua y muestra una foto suya con la difunta reina en el mvil. «He tenido el enorme privilegio de conocer a Isabel II en dos ocasiones, una en 2004 y otra en 2016 en la celebracin de su 90 cumpleaos», explica mientras posa para las fotos de otros espectadores.

Al preguntarle por sus opiniones del ascenso al trono de Carlos III, se toma un minuto para pensar. «Mira, ha tenido mucho tiempo para prepararse para este cargo y ha estado observando a su madre durante aos. S que la gente tendr sus dudas, pero est ms que preparado para liderar este pas en esta nueva y moderna era», afirma.

En este momento de dolor y cambio, la poblacin se ha solidarizado en la celebracin de su nuevo lder. Aunque los carteles que decoraban las paradas de autobs de la capital y cubran Piccadilly Circus ayer anunciando la muerte de Su Majestad ya han sido sustituidos por anuncios de cosmticos y perfumes, Londres sigue llorando la prdida de la reina Isabel II.

«Era el pegamento que mantena unido al Reino Unido», escribe Rory, de 12 aos, en una dedicatoria fijada al ramo de flores que reposa junto a la estatua de la Reina Madre, cerca de los Jardines de Malborough. Un mar de flores se extiende por toda la capital, despus de que el Palacio de Buckingham pidiera ayer a los que quien quiera expresar sus buenos deseos que lo haga en las zonas establecidas para ello en Green Park. A lo largo de la noche, cientos de voluntarios trasladaron ramos de flores y pequeos regalos desde las puertas del palacio hasta la esquina noroeste del parque adyacente.

Nora, de 70 aos, se acerc al monumento de Isabel I con los ojos en lgrimas. Se agach para leer una carta de dos nios, Rupert y Florence: «Gracias por ser la mejor reina del mundo». Visiblemente conmocionada, se puso de pie y reflexion en voz alta. «Es precioso ver cuntas vidas ha tocado, ver tal efusin de amor desde Gran Bretaa y ms all. Era realmente la reina de todos».

Los dolientes esperaron pacientemente para entrar en Green Park, enfrentados con largas colas. Familias con nios, ancianos y adolescentes, todos deseando ofrecer sus ltimos respetos a la monarca con rosas, dibujos hechos a mano y globos de la Union Jack.

Uno, como britnico, no puede evitar sentir un abrumador sentimiento de orgullo nacional mientras se desarrollaba la escena, un sentimiento que tambin comparti Mary, de Surrey: «Espero que la reina sepa lo querida que era. Yo siempre he sabido que tena que venir aqu hoy, me pareca lo correcto. Esta es la manera en que nosotros, como nacin, vamos a ser capaces de cerrar el crculo de este captulo«.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2022-09-10 12:56:01
En la sección: Internacional // elmundo

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