Los comunistas piden «movilizacin» para «ganar la guerra» | elmundo.es

El lder del segundo partido del pas rompe un tab respecto al conflicto. Un tribunal busca disolver la junta de distrito que pidi la destitucin de Putin.

• Directo Guerra Ucrania – Rusia, ltima hora

Aunque en Rusia es obligatorio referirse al ataque a Ucrania como Operacin Militar Especial, la segunda formacin poltica del pas, el Partido Comunista, ha roto el tab. El lder de los comunistas rusos, Gennadi Ziuganov, calific ayer la «operacin especial en Ucrania» como una guerra y pidi una movilizacin general. Y lo hizo hablando en una reunin en la Duma Estatal, la cmara baja del Parlamento ruso, das despus de que una sbita ofensiva ucraniana obligase a Rusia a abandonar casi toda la regin ucraniana de Jarkov.

«En qu se diferencia una operacin militar especial de una guerra? La operacin militar se puede detener en cualquier momento. No puedes detener la guerra, termina en victoria o derrota», proclam ante los diputados. «Hay una guerra y no tenemos derecho a perderla. No hay que asustarse. Necesitamos una movilizacin completa del pas, necesitamos leyes completamente diferentes», dijo Ziuganov.

El Kremlin asegura que no est sobre la mesa una movilizacin nacional para reforzar con un alistamiento masivo la campaa militar del pas en Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, asegur que las crticas de distintos portavoces nacionalistas, muchos de ellos exigiendo la movilizacin, son un ejemplo de «pluralismo» en Rusia. Eso s, «siempre que se mantengan en el marco de la legislacin vigente», porque «la lnea es muy, muy delgada. Y aqu hay que tener mucho cuidado«, amenaz Peskov.

Tanto fue as que horas despus el Partido Comunista, obediente, matiz su postura. No se desdijo de llamar «guerra» al conflicto. Pero eludi entrar en la peliaguda llamada a filas. El portavoz del Partido Comunista, Alexander Yushchenko, asegur a los medios que «Ziuganov pidi la movilizacin de la economa y los recursos, no de la poblacin». Y carg contra los medios que haban difundido la informacin, a los que tach de ‘provocadores’ y amenaz de muerte. «Algunos grupos estn involucrados en provocaciones directas, como aquellos que difunden esta noticia. Dir ms, tales grupos deberan ser ejecutados», dijo Yushchenko.

La ruptura con el discurso oficial llega mientras Rusia contina iniciando masivamente casos penales contra ciudadanos en virtud de las nuevas leyes sobre «noticias falsas» y «desacreditacin» del ejrcito por denunciar la «guerra». Incluso contra polticos.

La justicia rusa ya ha empezado a reprimir a los concejales que piden la renuncia de Vladimir Putin. Ediles de varias ciudades de Rusia, han firmado una declaracin pblica exigiendo la renuncia del presidente ruso. El documento ha sido rubricado ya por, al menos, 85 ediles, y siguen sumndose adhesiones. La pequea ‘revuelta’ empez el pasado da 7 en San Petersburgo cuando un grupo de siete representantes de la junta de distrito de Smolny, nominalmente compuesta por 20 concejales, aprovech la ausencia de varios integrantes del partido gubernamental Rusia Unida para aprobar por sorpresa esta iniciativa. Ayer martes el Tribunal de Smolny de San Petersburgo anunci que consideraba que el consejo municipal del distrito de Smolny estaba inactivo, lo que sirve de base para su disolucin.

El mismo tribunal declar culpable al concejal de la junta Smolny Dimitri Paluga por desacreditar al presidente por pedir la destitucin de Putin. «La decisin ser apelada», adelant su compaero Nikita Yuferev, tambin edil de San Petersburgo: «Ahora que sabemos que pedir el procesamiento del presidente cuesta 47.000 rublos [778 euros], la pregunta es, qu se debe hacer para el mximo [legal para ese delito] de 50.000 rublos [828 euros]?», dijo el edil al salir del juzgado.

No es ni mucho menos el primer caso. En julio Alexei Gorinov, concejal del distrito de Krasnoselsky, fue condenado a siete aos debido a que calific la «operacin militar especial» en Ucrania como una «guerra» y habl sobre la muerte de nios ucranianos. En agosto Gorinov escribi una carta desde el centro de detencin preventiva, en la que deca que se le negaba asistencia mdica y que apenas poda respirar.

Aunque el portavoz del Kremlin cree que los rusos en su conjunto continan apoyando al presidente, los comentaristas ms radicales, que normalmente apoyan la campaa militar de Putin, reaccionaron con furia despus de que el Ministerio de Defensa de Rusia dijera el sbado que estaba abandonando la regin de Jarkov. El Ejrcito ruso se esfuerza en presentarlo como un «reagrupamiento» despus de la contraofensiva relmpago de la semana pasada. Distintas voces del nacionalismo sugirieron que slo una movilizacin nacional a gran escala podra rectificar la situacin.

Ahora Putin recibe presin de belicistas y pacifistas. Despus de un fin de semana de fuertes reveses en el campo de batalla para Rusia el goteo sigue: ya son ms de 80 los ediles de ciudades rusas que exigen la marcha de Putin. En San Petersburgo piden presentar cargos contra l por «traicin». En Mosc denuncian que «su gobierno obstaculiza el desarrollo de Rusia». Al movimiento se han sumado ciudades ms pequeas como Samara o Novgorod.

«Los rusos necesitan respuestas»

La guerra empieza a entrar en la vida real de los rusos. En ocasiones con toda su crudeza. Al menos una persona muri y otras cuatro resultaron heridas debido a los bombardeos en el puesto de control fronterizo de Logachevka, una ciudad situada en la regin rusa de Belgorod.

Esta vez todas las vctimas eran en realidad de nacionalidad ucraniana. As lo anunci el Gobernador de la regin Viacheslav Gladkov. La ciudad de Belgorod se encuentra a unos 30 kilmetros de diferentes tramos de la frontera ucraniana y su vida cotidiana se ha visto perturbada por los ataques. Lo mismo pas en Crimea en verano y, en menor medida, en la zona de Rostov, donde han sucedido misteriosas explosiones.

Tras expulsar a las tropas rusas de casi toda la regin de Jarkov, las fuerzas ucranianas ahora estn posicionadas para atacar en el Donbs, el territorio ms oriental, relativamente ms industrializado y donde Vladimir Putin tiene algo de apoyo (sobre todo desde que mandan all los caciques que instal el Kremlin en 2014). El lder ruso ha convertido el Donbas en el centro de sus justificaciones belicistas. Las ciudades arrasadas en Ucrania son en realidad una campaa quirrgica para segn l defender a los rusoparlantes.

La jefa del canal ruso RT y una de las principales propagandistas del Kremlin, Margarita Simonian, pidi una accin an ms drstica: «Si estamos en guerra con la OTAN, entonces probablemente deberamos luchar como [si estuvisemos luchando] con la OTAN», clam Simonan en el canal Rossiya 24. «Ha pasado mucho tiempo y la sociedad necesita algunas respuestas«.

Putin no ha dado signos de estar dispuesto a un nuevo enfoque ni a dar ms explicaciones. En el transcurso de la guerra no ha mostrado signos de ceder a pesar del fiasco de la toma de Kiev o Jarkov. La semana pasada insisti en que Rusia «no ha perdido nada y no perder nada» en este conflicto. Pero, gradualmente, lo que sucede en el frente es cada vez ms comentado y recibe mayor contestacin.