Los diputados de la ultraderechista AfD no son bienvenidos a la Berlinale | elmundo.es

El Festival de cine de Berln, la Berlinale, ha arrancado este ao con polmica y no precisamente por las pelculas a concurso. La discusin de fondo gira en torno a la pregunta de si un evento cultural subvencionado por instituciones del Estado tiene derecho a boicotear a representantes pblicos que le resultan desagradables.

Todo empez con un comentario en Instagram de la actriz luxemburguesa Dsire Nosbusch tras enterarse de que la direccin del Festival invit a cuatro diputados del partido Alternativa para Alemania (AfD) a la inauguracin. Cabe subrayar que, cuando se trata de eventos culturales con financiacin pblica, las autoridades -en este caso Berln y la Secretara de Estado de Cultura- siempre piden a teatros o festivales entradas para las comisiones parlamentarias que discuten de poltica cultural, independientemente de quienes las integren. La Berlinale, simplemente, las tramita. Pero a Nosbusch esa tradicin democrtica no pareci gustarle. «Me deja sin palabras», escribi en su red social. Y al post incitando al boicot de esos diputados se fueron sumando otros. «Estamos discutiendo si este partido debera ser prohibido, y la Berlinale les invita», escribi Christian Kahrmann, uno de los protagonistas de la serie Lindenstrae.

Las crticas desembocaron en una declaracin apoyada por unos 200 profesionales de la cultura -entre ellos ninguno realmente conocido- en contra de la poltica sin filtro del Festival. Para los firmantes del manifiesto, las invitaciones a esos diputados de AfD seran «otro ejemplo del clima hostil e hipcrita contra el arte» en Berln y Alemania. El grupo se negaba a «tolerar polticos de ultraderecha en nuestros espacios». Y ah quedo la cosa hasta que publicaciones estadounidenses del sector como Deadline se hicieron eco de la revuelta. La Berlinale se sinti en la obligacin de responder y lo hizo a travs de un comunicado en el que conden a la AfD y al extremismo de derechas, pero explicando que las invitaciones se ajustaban a las obligaciones polticas del certamen, ya que el organizador es una institucin financiada con dinero pblico.

La secretaria de Estado de Cultura alemana, Claudia Roth, y el Senado de Berln salieron en su defensa. «Las invitaciones a los miembros de las comisiones parlamentarias de Cultura se ajusta a la prctica democrtica y al respeto del Gobierno federal por el Parlamento y sus representantes electos», afirm Roth. Eso no quita que sienta un «gran pesar» por el hecho de que la AfD est en el Bundestag.

Pese a las explicaciones dadas, la Netzwerk Film und Demokratie, a la que pertenecen casi todas las asociaciones relevantes del trabajo cinematogrfico independiente en Alemania, no cedi en su empeo. No queran a los diputados de la AfD en la fiesta.

Y qu hizo la Berlinale? Pues les desinvit. «Hemos desconvocado por escrito a todos los polticos de AfD previamente invitados y les hemos informado de que no son bienvenidos a la Berlinale», difundi en un comunicado el do de direccin del Festival, Maritte Rissenbeek y Carlo Chatrian. Es la ltima edicin que dirigen y para encontrar empleo necesitan estar a buenas en el sector. Lo dems es postureo..