La ltima matanza ha provocado que el Gobierno imponga duras medidas contra las revueltas
La ltima matanza en la crcel de Guayaquil, con al menos 31 reos asesinados, ha provocado la intervencin del gobierno de Guillermo Lasso. El presidente decret el estado de excepcin en las prisiones, lo que dio pie a que militares y policas irrumpieran en el interior de las crceles para tomarlas.
«Las fuerzas del orden toman el control de los centros de privacin de libertad. Debemos unirnos ms que nunca para combatir las amenazas que enfrenta el Estado. Tendrn respuestas contundentes de la Polica y de las Fuerzas Armadas», adelant Juan Zapata, ministro de Interior.
El colaborador de Lasso suministr vdeos e imgenes al pas muy parecidas a las que este ao hizo famoso al presidente salvadoreo, Nayib Bukele: cientos de presos maniatados, algunos boca abajo sobre el suelo y otros sentados o de rodillas, rodeados por agentes policiales o militares armados hasta los dientes. Casi 3.000 agentes ingresaron en la prisin de la capital del Guayas.
La Fiscala inform que tras la intervencin militar en la Penitenciara del Litoral de Guayaquil se ha procedido al «levantamiento de cadveres y la recoleccin de indicios». Los agentes encontraron un verdadero arsenal en las celdas, compuesto por fusiles, pistolas, lanzagranadas, cuchillos y navajas.
El conflicto entre distintas bandas de criminales, asociadas al narcotrfico, comenz el sbado pasado y se prolong hasta la madrugada de este martes. Una batalla despiadada que desde el ao pasado ha costado la vida de ms de 400 presos en medio de una violencia insospechada: ahorcamientos, cabezas cortadas, sicariatos dentro y fuera no slo contra presos, tambin contra funcionarios.
«La fuerza coercitiva jams se doblegar», areng el presidente tras la intervencin. Las crceles se haban convertido en centro de operaciones de la delincuencia organizada, donde todo comenzaba en el pulso contra el Estado. La extorsin contra el gobierno lleg incluso al secuestro de ms de un centenar de guas penitenciarios en los ltimos das, que finalmente fueron liberados.
La accin gubernamental provoc de inmediato la reaccin de las bandas organizadas en distintos puntos del pas, sobre todo en la costea Esmeraldas, otra de las zonas azotadas por el narco. La fuerza pblica consigui desactivar los artefactos explosivos colocados en la Fiscala y liber a varios secuestrados por los hampones, quienes abrieron fuego y detonaron explosivos en el centro de la ciudad. Tambin prendieron fuego a autobuses y coches.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2023-07-25 18:46:28
En la sección: Internacional // elmundo