Luis Cordero: «Hay tensin en la lite poltica, pero la sociedad chilena pide acuerdos» | elmundo.es

Medio siglo despus del golpe de Pinochet, el ministro chileno de Justicia y Derechos Humanos pone en marcha el Plan Nacional de Bsqueda, para buscar a los detenidos desaparecidos de los que an no se tienen noticias

Chile tiene an deudas importantes con su pasado, pero el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, cree que su pas tiene buenas razones para mirar con optimismo esa catarsis an por llegar, y se apoya en Gabriel Garca Mrquez para explicar por qu.

«A Garca Mrquez le costaba entender algo de los chilenos, que furamos tan adictos a la ley y a las formas. Nosotros vamos a persistir institucionalmente hasta que podamos resolver ese pacto«, afirm Cordero durante una entrevista con EL MUNDO en la que el aniversario del 11 de septiembre, que en 1973 marc la cada de Salvador Allende, fue el tema central, sin olvidar el embrollo constitucional en que est envuelto el pas.

Cuando Cordero, abogado e hijo de polica, habla de «resolver el pacto», se refiere al proceso constitucional. Tras dos aos de efervescencia constituyente, el rechazo en un plebiscito al texto propuesto aplac esa euforia. Este lunes, cuando el Palacio de La Moneda sea el centro de los actos por el golpe que dio inicio a 17 aos de dictadura de Pinochet, Chile volver a abrir sus heridas con una novedad: el Plan Nacional de Bsqueda, del que est a cargo Cordero, cuyo objetivo es conocer el paradero de los detenidos desaparecidos de los que an no se tienen noticias. Hasta hoy, de los 1.400 desaparecidos slo se han encontrado e identificado los restos seos de 307 personas.

Medio siglo del golpe. Qu se est viviendo en Chile hoy?

Septiembre es un mes muy paradojal en Chile, porque adems se celebran las Fiestas Patrias. El septiembre de luto es un septiembre en el que se discuten las razones por las cuales se pierde la democracia, pero tambin las violaciones a los derechos humanos. En estos 50 aos parece que las diferencias que subyacan, particularmente entre la clase poltica, estn mucho ms expuestas que antes.

Quin est ms avanzada, la clase poltica o la sociedad? O menos atrasada, si quiere.

Lo que tenemos es una discrepancia y una tensin muy evidente en la lite de la poltica, pero la sociedad chilena demanda acuerdos. Una reciente encuesta mostr que cerca del 58 por ciento de los chilenos considera que es relevante que el Estado haga esfuerzos para saber el paradero de los detenidos desaparecidos. Eso revela un compromiso con los derechos humanos. Por otro lado, la clase poltica se enfrasca en una polmica por las razones del golpe, aunque hay un consenso mayoritariamente compartido de que no hay ninguna razn que justifique la violacin sistemtica de los derechos humanos. Eso no puede volver a suceder.

Qu es el Plan Nacional de Bsqueda?

Desde el retorno de la democracia, la sociedad chilena se ha movido en dos vas: por un lado, las comisiones de verdad, tanto para desapariciones forzadas como para tortura y prisin poltica, en dos informes muy significativos, Rettig y Valec. Por otro, que la detencin de Pinochet en Londres permiti que el Poder Judicial chileno nombrara jueces de dedicacin exclusiva para las causas de violaciones de los derechos humanos. Hay pocos pases en el mundo que pueden demostrarlo. Pero eso tuvo un efecto: confinar esta discusin estrictamente a los pasillos de los tribunales, dejando que buena parte de la responsabilidad cayera sobre los hombros de los familiares. Lo que hace el Plan Nacional de Bsqueda es transformarlo en una poltica pblica permanente, dado que fue el Estado el que cometi esos crmenes, fueron sus funcionarios.

Ya no es un «bsquenlos ustedes», dirigido a los familiares, sino un «vamos a buscarlos nosotros» desde el Estado.

Exacto, es una responsabilidad activa del Estado con ese fin. Soy cuidadoso de comparar experiencias, porque los pases definen sus pactos de forma muy distinta. La forma en que lo abord Chile fue de ese modo: comisiones de verdad, independencia judicial y ahora el Plan de Bsqueda.

Cul es el principal obstculo para que el Plan de Bsqueda sea exitoso?

Lo primero es que, a diferencia de lo que suceda 20 o 30 aos atrs, hay hoy una gran cantidad de informacin almacenada en expedientes judiciales, dispersa, sin trabajar. El riesgo al que nos enfrentamos es el de las personas que tienen esa informacin y siguen sin entregarla. El tiempo tiene siempre un riesgo, el de generar las condiciones para la impunidad. Por prdida de pruebas, por la edad de los victimarios, los familiares. Est el riesgo de la impunidad biolgica. Pero Chile ha hecho esfuerzos por tratar de reunir informacin, el Plan Nacional de Bsqueda no parte de cero.

Este Plan Nacional de Bsqueda tiene el apoyo de la coalicin de gobierno y del centro derecha moderada, pero no de Jos Antonio Kast, de la derecha dura, es as?

Del centro derecha moderado, explcitamente. De Kast no hemos recibido hasta ahora ninguna objecin. Durante el proceso de elaboracin del plan me reun con toda la oposicin, algunos ms activos otros menos activos, pero ninguno me plante ninguna objecin.

Tampoco los republicanos de Kast?

Yo converso con todo el espectro. Avanzar en el Plan Nacional de Bsqueda sobre desapariciones forzadas pareciera ser una condicin mnima. El Estado ha cometido ciertamente muchos errores, que tiene que corregir.

Cules?

El principal, en materia de identificacin forense a finales de los aos 90, que terminaron por revictimizar muchsimo a las vctimas y familiares. El Estado, en verdad, a ratos haba actuado con bastante indolencia.

Que un tercio de la poblacin chilena justifique el golpe y alabe a Pinochet, no es un obstculo tambin para cerrar heridas y para el mismo Plan de Bsqueda?

Eso le da ms nfasis e importancia al Plan Nacional de Bsqueda, que no slo enfatiza en la reparacin de las vctimas, sino que es muy relevante para la memoria. Los pases pueden elegir el olvido o el elogio a la memoria, y yo soy de aquellos que creen que la memoria cumple un rol para tener la calidad del presente, pero sobre todo para proyectar la calidad del futuro. Si hay un consenso en que los crmenes de lesa humanidad son inadmisibles, si hay un acuerdo en que el Estado chileno debe hacer esfuerzos mayores en materia de bsqueda de personas detenidas desaparecidas, entonces hay buenas razones no slo para las vctimas, sino para la democracia en el futuro.

No es una trampa para el gobierno el debate constitucional permanente?

La Constitucin es un pacto compartido, el texto sagrado de los laicos. Mientras no resolvamos nuestro problema constitucional vamos a seguir aproximndonos a nuestras fracturas, entre otras cosas porque el golpe no es solo el quiebre de las instituciones. Lo que representa el bombardeo a La Moneda es el fin de un ciclo democrtico que era muy significativo en el pas. A Garca Mrquez le costaba entender algo de los chilenos, que furamos tan adictos a la ley y a las formas. Nosotros vamos a persistir institucionalmente hasta que podamos resolver ese pacto.

Y si para salir de la Constitucin de Pinochet se termina en otra escrita por sus herederos?

Lo relevante aqu es la existencia de un texto compartido. Escribir un texto en democracia es asumir que no hay paternidades. Una cosa es escribir un texto constitucional con una mayora y otra es hacerlo con el requisito de la ratificacin popular. Y esa es la dinmica en la que est la sociedad chilena, que demuestra de alguna forma su porfiada obsesin institucional.

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