El líder bielorruso, Alexander Lukashenko, ha anunciado este domingo que se postulará nuevamente para presidente en 2025. Recientemente acusó a Occidente de intentar utilizar «nuevas artimañas para desestabilizar la sociedad» después de la votación del 25 de febrero.
«Díganles [a la oposición exiliada] que me presentaré», afirmó desafiante Lukashenko a los periodistas en un colegio electoral después de votar en las elecciones parlamentarias y locales, donde sus candidatos se presentan sin rivales de peso.
Sólo se ha permitido concurrir a aquellos que siguen el dictado político de Lukashenko. La mayoría de los candidatos a los que han dejado presentarse pertenecen a los cuatro partidos registrados oficialmente, que apoyan las políticas de Lukashenko: Bélaya Rus, el Partido Comunista, el Partido Liberal Democrático y el Partido Trabajo y la Justicia. Un abanico de partidos ‘de adorno’ calcado del que funciona en Rusia.
Esta es la primera elección en Bielorrusia desde la polémica votación presidencial de 2020, que le dio a Lukashenko su sexto mandato y desencadenó una ola de manifestaciones masivas sin precedentes. Populista y autoritario, a sus 69 años lleva gobernando Bielorrusia desde 1994 y es uno de los aliados más cercanos de Vladimir Putin.
Pieza clave para la invasión de Ucrania
De hecho ha sido una pieza clave en la invasión rusa de Ucrania. Lukashenko respaldó lo que Moscú llama «operación militar especial» en febrero de 2022 al permitir que Moscú se sirviese de su territorio para lanzar la guerra. También acordó el año pasado desplegar armas nucleares tácticas rusas en su país, justo en la frontera occidental de Rusia. Lukashenko ha dependido de los subsidios y el apoyo político rusos para sobrevivir a las protestas.
Las elecciones se han llevado a cabo en medio de una dura represión contra la disidencia. Casi 1.500 presos políticos siguen entre rejas, incluidos líderes de partidos de oposición y el renombrado defensor de los derechos humanos y premio Nobel de la Paz 2022, Ales Bialiatski.
Lukashenko ha pedido a las fuerzas del orden que organicen patrullas con armas pequeñas en las calles de las ciudades para garantizar la seguridad. La tasa de criminalidad en Bielorrusia estaba disminuyendo, pero Lukashenko cree que el país corre el riesgo de cometer delitos de «naturaleza extremista». Por eso hay que «reprimir las acciones de los matones y evitar la pérdida de gente».
El líder bielorruso llevó a cabo una nueva represión contra la disidencia después de reprimir manifestaciones sin precedentes contra lo que sus oponentes denuncian que fue una reelección amañada.
Durante el último año Lukashenko ha endurecido su régimen. La semana pasada afirmó que varios «saboteadores», incluidos ciudadanos ucranianos y bielorrusos, habían sido detenidos en la frontera en una «operación antiterrorista» y que grupos similares son detenidos «dos o tres veces por semana».
En enero, las autoridades de Bielorrusia iniciaron una investigación sobre un grupo de 20 analistas y comentaristas independientes que ahora se encuentran fuera del país y acusados de conspirar para tomar el poder y promover el extremismo.
El centro de derechos humanos Viasna informó la semana pasada que Ihar Lednik, uno de los líderes del opositor Partido Socialdemócrata, había muerto en prisión a los 64 años. Lednik, que cumplía una condena de tres años tras ser declarado culpable de difamar a Lukashenko, murió de paro cardíaco tras una operación en prisión.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2024-02-25 16:14:28
En la sección: Internacional // elmundo