Una tragedia de proporciones bblicas: al menos 100 muertos en un sur de Brasil bajo el agua | elmundo.es

Un caballo sobre un tejado, en completa soledad y rodeado de una vasta extensin de agua. Un Boeing 727 en una pista del aeropuerto de Porto Alegre y al que se llega en kayak. Una cifra de muertos y desaparecidos que nadie cree que sea real. Son imgenes de lo que est sucediendo en el sur de Brasil, en el Estado de Rio Grande do Sul, escenario de una tragedia de proporciones bblicas: solo falta el arca de No.

Sobre el potente estado del prspero sur brasileo cayeron 700 milmetros de lluvias en una semana (700 litros por metro cuadrado). Y vuelve a llover, no parar. Son precipitaciones rcord, y el ro Guaba, que desemboca en la Laguna de los Patos, junto a Porto Alegre, no soport tanta agua, se desbord. Su nivel super sobradamente los cinco metros, cuando tres metros ya marca una situacin de inundaciones. Los ms veteranos recuerdan las inundaciones de 1941, pero dicen que esto es claramente peor.

El Guaba es un ro ancho para algunos y un lago angosto para otros, pero nadie discute hoy que es una abrumadora masa de agua que convirti a Porto Alegre en una ciudad apocalptica: sus calles ya no son calles, sino ros. Es una Venecia de aguas marrones y sin ninguno de sus atractivos.

«Nadie imaginaba la dimensin de esto. Y esto no se termin, el agua va a llegar a otros municipios, y eso es muy grave», ha dicho el presidente, Luiz Incio Lula da Silva, al que las lluvias del sur sacaron de la burbuja poltica de Brasilia para colocarlo en el escenario de la tragedia. Es lo que le reclam el gobernador de Ro Grande do Sul, Eduardo Leite, cuando las lluvias comenzaron a inundar la regin.

«Presidente, exijo ayuda de inmediato», escribi Leite en la red social X (antiguo Twitter). Un tono muy diferente al que habitualmente utiliza el dinmico gobernador de 39 aos, casado con un hombre y esperanza de la moderacin para el futuro poltico del pas: es afiliado al Partido de la Social Democracia Brasilea (PSDB), aquel del presidente Fernando Henrique Cardoso, formacin inclinada hoy al centroderecha, y quiere ser el que termine con el pndulo entre el lulismo y el bolsonarismo.

Pero para ese momento falta, aunque Leite sea consciente de que se est jugando el futuro de su carrera poltica en estos das. Por eso se lo ve multiplicarse en sus apariciones, siempre buscando combinar la imagen de hombre al mando con la empata por los que sufren. Tiene un escaparate de unas dimensiones que nunca tuvo, aunque no es el que quera.

Los muertos son al menos 107, pero nadie duda de que cuando bajen las aguas esa cifra crecer en forma importante. Desde el aire, el rea del Gran Porto Alegre, habitada por cuatro millones de personas, es agua hasta el infinito. Cerca de la mitad de la poblacin est directamente afectada por las devastadoras inundaciones. Los estadios de ftbol del Grmio y el Internacional, los dos equipos de la ciudad, son piscinas. Y en el aeropuerto ahora hay hidroaviones, aaden con humor negro habitantes de la ciudad.

Nariane, agente inmobiliaria, ha contado a O Globo lo que sinti al abandonar su casa en una ciudad tapada de agua, pero sin agua potable: «El fuerte sonido de las ambulancias, los convoyes de coches del Ejrcito y de las Brigadas Militares, los gritos del personal de Proteccin Civil indicando el nico camino a seguir… Las colas en las gasolineras daban miedo, al igual que la gente que buscaba botellas de agua. Salir de la ciudad era como una escena de guerra, y nosotros huamos del frente. An lo tenemos en la cabeza».

«En Porto Alegre ya no tenamos agua potable, ni siquiera para lavar la ropa o tirar de la cadena. Aqu, la vida parece normal, pero el alivio se mezcla con la ansiedad por las noticias de amigos, vecinos, familiares y compaeros de trabajo. Y la tristeza de las imgenes y el dolor de los que ms sufren la tragedia. Es como si, sanos y salvos, estuviramos fuera de lugar, fuera de la realidad», aade Graziele, una amiga que, como la familia de Nariane, se instal en una ciudad del norte del estado, Capo da Canoa, sobre la playa.

Ro Grande do Sul es un estado industrial y agropecuario, sus habitantes son conocidos como gachos. En su capital, fundada en 1772, zonas enteras siguen sin electricidad y se teme a las lluvias previstas para este fin de semana.

Un desastre anunciado

Cmo se ha llegado a una situacin tan catastrfica? En sus dos visitas a la zona, Lula ha asegurado que redoblar sus esfuerzos para combatir el cambio climtico, pero ha pedido tambin a los alcaldes que impidan la construccin de viviendas cerca de reas inundables.

Segn la agencia de fact checking Lupa, el 90,17% de las construcciones inundadas en estos das ya vivieron en los ltimos 10 aos emergencias debido a las precipitaciones.

Leite ha sido criticado por haber modificado leyes estatales para permitir la autorregulacin ambiental privada, y Lula, por no haber regulado an la reduccin de la explotacin de combustibles fsiles y por haber ignorado el informe Brasil 2040, en el cual su aliada y ex presidenta, Dilma Roussef, anticipaba calamidades climticas en el sur del pas.

Las crticas coinciden con lo que Celeste Saulo, secretaria general de la Organizacin Meteorolgica Mundial (WMO), dijo recientemente a EL MUNDO: «Hay amenazas naturales, pero los desastres naturales los provocamos nosotros, los seres humanos«.

Y qu ha sucedido con el caballo? Janja da Silva, esposa del presidente, ha liderado su rescate desde las redes sociales. Con un helicptero y un equipo especial del Ejrcito, adems de veterinarios, el equino ha abandonado el techo sobre el que se mantena en equilibrio para no caer al agua. En medio de la tragedia, un afortunado. Sus rescatistas lo bautizaron Caramelo, algo dulce en medio de la devastacin.