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Violentas protestas masivas sacuden Bangladesh: ¿Estamos ante el principio de una nueva revolución de color en Asia? | elmundo.es

Violentas protestas masivas sacuden Bangladesh: ¿Estamos ante el principio de una nueva revolución de color en Asia?

La oficina central de la BTV, la televisión estatal de Bangladesh, ardió este jueves en la capital, Dhaka. Un grupo de estudiantes irrumpieron a la fuerza en la recepción y comenzaron a quemar todo lo que encontraron a su paso. Fuera del edificio, también perdieron fuego a todos los coches que estaban estacionados.

Muchas carreteras están cerradas por todo el país. Al igual que la mayoría de pequeños negocios, escuelas y universidades. Bangladesh, hogar de 170 millones de personas, está paralizado por una ola de violencia. Lo que comenzó hace tres semanas con protestas universitarias pacíficas para exigir la eliminación de las cuotas en los empleos públicos, se ha transformado en un bucle de enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios.

La dura represión de la policía contra las protestas que se extienden por todo el país ya ha dejado al menos 39 muertos. En la calle, miles de enfurecidos jóvenes dicen estar preparados para pelear por una revolución contra lo que consideran un régimen autoritario que es incapaz de abordar la crisis económicas y las reformas democráticas prometidas.

«La policía nos atacó con gases lacrimógenos y granadas cuando comenzamos una marcha pacífica desde nuestro campus», dijeron este jueves varios estudiantes de la Universidad de Dhaka. El jueves fue la jornada más sangrienta con al menos 25 muertos. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y el Departamento de Estado de Estados Unidos publicaron comunicados condenando la violencia contra los manifestantes y pidiendo al Gobierno de Bangladesh que defienda el derecho a protestar pacíficamente.

Una de las ciudades donde más encendidos están los disturbios es en Rangpur, en el noroeste del país. El fuego y las barricadas están siendo las protagonistas desde que Abu Sayed, un estudiante de 25 años, apareció esta semana muerto en una de las avenidas donde se habían producido enfrentamientos entre policías y manifestantes. Al menos dos vídeos grabados por testigos que han sido verificados por Amnistía Internacional muestran a agentes disparando con escopetas contra Sayed desde el otro lado de la calle, a los 15 metros de distancia.

«Este fue un ataque aparentemente intencional y no provocado contra un individuo que no representaba una amenaza para los agentes de policía, quienes utilizaron munición diseñada para la caza, que es extremadamente peligrosa e ilegal para su uso en el control de protestas», afirma Taqbir Huda, investigador regional de Amnistía Internacional para el sur de Asia.

Hay mucha preocupación en el Gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina, quien obtuvo su cuarto mandato consecutivo a principios de año en unas elecciones controvertidas que intentaron ser boicoteadas por «fraude» por parte de la oposición. Los observadores internacionales también denunciaron varias irregularidades durante el proceso. Con Hasina en el poder desde 2009, Bangladesh ha logrado un desarrollo económico histórico a la par que el brazo represivo de las autoridades ha ido también avanzando contra los derechos humanos.

Hasina, de 76 años, apareció este pasado miércoles en la cadena haciendo un llamamiento a la calma ante los crecientes enfrentamientos. Un día después, los manifestantes asaltaron la oficina de la cadena y la quemaron. «Mucha gente quedó atrapada en el interior mientras el fuego se propagaba», contó uno de los periodistas de la emisora. Otro empleado aseguró más tarde que finalmente habían podido evacuar el edificio.

Varios testimonios citados por organizaciones de derechos humanos dicen que también ha habido enfrentamientos entre manifestantes y miembros de la Liga Chatra de Bangladesh (BCL), un grupo juvenil afiliado al partido gobernante de Hassina.

La alerta extrema del Ejecutivo ante estas protestas masivas de estudiantes se debe a que esto está sucediendo en un país con una población muy joven, donde el 67% de sus habitantes tiene entre 15 y 64 años, y más de una cuarta parte tienen entre 15 y 29 años.

Los manifestantes piden la eliminación del sistema de cuotas en los empleos gubernamentales, introducido en 1972 por el padre fundador del país, Mujibur Rahman, como un medio de honrar y proveer para aquellos que contribuyeron a la batalla de la nación por la independencia de Pakistán.

No es la primera vez que se forma revuelo en las calles por el mantenimiento de este sistema. Pero la ira pública saltó como nunca antes había sucedido cuando el pasado mes el Tribunal Supremo estableció una regla que reserva casi un tercio de los puestos para los descendientes de quienes participaron en el movimiento de liberación del país de 1971. «Estos empleos de funcionarios están reservados para los hijos y nietos de luchadores por la libertad», rezaba el fallo.

Varios expertos indicaron que esta medida provocaría una mayor crisis laboral de la que ya existe para los graduados universitarios, que buscan empleos cualificados en un país que debe su actual ascenso económico a su fuerte industria manufacturera de prendas de vestir que se exportan a Occidente.

La economía de Bangladesh ha ido creciendo un promedio de 6,25% anual durante las últimas dos décadas y la pobreza disminuyó del 11,8% en 2010 al 5% en 2022. Pero todavía perduran muchas desigualdades y hay casi 40 millones de personas que sufren escasez de alimentos.

Este viernes, el Gobierno ha emitido una alerta de máxima seguridad para todo el país mientras continúan los enfrentamientos violentos entre estudiantes y la policía.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2024-07-19 01:57:46
En la sección: Internacional // elmundo

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