‘Vuelta al cole’ laica y sin abaya en Francia: «Discriminan a los musulmanes» | elmundo.es

El concepto de la laicidad en Francia -y del desafo que supone- se puede entender bien mirando la lista de alumnos del instituto Paul Eluard, en Saint-Denis, a las afueras de Pars. De los cerca de 200 que aparecen inscritos en las listas visibles en la entrada hay apellidos de todos los orgenes y culturas.

Son poco antes de las nueve de la maana y se hacen corrillos: Chicas con velo y vestimentas amplias se juntan con otras que van en vaqueros y camiseta de tirantes o top. Narimene adapta su indumentaria antes de entrar: se quita el velo y en su lugar se coloca una especie de cinta blanca ancha sobre el pelo. «No es una abaya, es un kimono», advierte sobre la tnica que le cubre el cuerpo, abierta por delante. «Si me obligan a quitrmelo, me voy a mi casa», desafa.

Los velos caen este lunes en la puerta de este instituto de Saint-Denis, una de las zonas de la periferia parisina con gran parte de poblacin musulmana. Es da de vuelta al curso escolar y todo el mundo est pendiende de la indumentaria de los alumnos, despus de que el Gobierno prohibiera hace unos das la abaya, la tnica larga femenina propia de muchos pases musulmanes.

El Gobierno considera que es un signo religioso (el Consejo Musulmn discrepa) y, por tanto, contrario al valor de la laicidad. Este es uno de los pilares de la Repblica y garantiza que la religin no interfiere en el funcionamiento del Estado. En la escuela esto se traduce, adems de en la neutralidad del profesorado, en que no puede haber nada en la vestimenta del alumno que revele su religin.

«Es la laicidad a la francesa. Para m, es que se acepta la religin de cada uno, pero aqu lo que hacen es rechazar a gran parte de la poblacin francesa, los que somo musulmanes», opina Tania, 15 aos, que no lleva abaya, sino un chandal cerrado y un velo.

«No es un vestido religioso. Adems, no entiendo por qu el «mariage pour tous» (matrimonio entre homosexuales) est ms normalizado que llevar un vestido largo o un velo», protesta esta adolescente, nacida en Francia, de madre gala y padre argelino.

A su lado, su amiga, tambin francesa pero de padres cameruneses, no es musulmana pero tambin opina que «es una decisin injusta». Otra joven de 15 aos llamada Soukaina dice que se pone esta prenda a menudo: «cuando estoy perezosa y no s cmo vestirme».

vigilancia

Ms de 500 centros estaban esta maana en alerta y ms de 2.000 funcionarios velaban para hacer cumplir la norma. «Si algn alumno viene con una abaya se le pide que se la quite. Se puede quedar en clase si lleva alguna prenda debajo. Si no, tiene que irse a casa. La norma es estricta. A veces es estresante, porque nunca sabes cmo va a reaccionar el alumno«, explica una profesora que sale del recinto y que prefiere no revelar su nombre.

En el centro, todo el mundo habla de la abaya, pero pocas chicas la llevan, ms bien son sucedneos. Hay un intenso debate sobre qu es y qu no. Lo escenifican dos mujeres senegalesas, madre e hija. La joven lleva un vestigo blanco largo con motivos azules. Ninguna lleva velo.

«Esto una chilaba, no una abaya!», matiza Nalya, de 17 aos.

Madre e hija rompen a rer. «Hemos tenido debate esta maana», dice Anna, la madre. «Estoy a favor de la prohibicin. Creo que hay que aceptar las reglas del pas en el que vives. Si lo que quieres es llevar prendas y signos religiosos, te vas a tu pas».

Su hija estalla en clera: «Pero qu dices! Francia es islamfoba. El velo s es un signo religioso, pero no la abaya», sentencia.

Las adolescentes, unas y otras, con velo o sin l, se defienden y reivindican su uso como una «prenda cmoda». Es como si hubiese entre ellas una especie de sororidad laica. Por ejemplo Lydia, que al principio sostiene la neutralidad de la prenda, cuenta: «Me compr una, pero es cierto que no me la puse nunca porque pareca musulmana, y se la acab regalando a una amiga».

Diversidad religiosa

En Francia hay un 10% de poblacin musulmana. En 2004 ya se aprob una ley que prohiba llevar en las escuelas signos o vestimentas que manifiesten una pertenencia religiosa. Los signos discretos y no visibles s se permiten, como una pequea cruz. El ministro de Educacin, Gabriel Attal, ha valorado este lunes incluso la opcin de «experimentar con el uniforme».

Una chica, que dice llamarse Ibtissane y va con una chaqueta amplia sobre el pantaln -en el lmite-, critica: «A los cristianos se les permite llevar una cruz. No hay laicismo en Francia, porque hay religiones que se aceptan ms que otras. Francia parece afganistn, nos prohben ir como queremos», dice.

Tambin se haba prohibido el qamis (la vestimenta masculina), pero no hay ni uno solo de los chicos que lo lleve.

Es medioda y empiezan a salir los alumnos. Kubra (18 aos, nacida en Francia, como sus padres, pero «con origenes tunecinos») se coloca escrupulosamente el velo frente a una ventana. Hoy no lleva abaya «porque est prohibido», pero el curso pasado s lo haca: «Me llamaron la atencin, aunque era un vestido largo normal que haba comprado en Zara. Estudiar es como renunciar a nuestra cultura, como en Irn pero al revs», declara.

Luego rectifica y reconoce que no le genera problema quitarse el velo: «S es un signo religioso y lo entiendo, porque Francia es un pas laico», dice.

Narimene, la chica del principio del relato que llevaba «un kimono pero no una abaya» y que se iba a ir a casa si le obligaban a quitrselo, sale del recinto. Lo hace sin «kimono» y sin la cinta que se haba puesto en la cabeza. Tampoco se ha ido a casa. «El kimono? Se lo han quedado», dice.

Tambin sale Tania, la chica del chndal y el velo. Habla con nostalgia de una Argelia en la que no ha crecido y donde, es consciente, tendra menos libertades. «Estoy aqu porque hay educacin, sanidad y hay reglas, no como en Argelia. All te encarcelan y no hay juicios. Pero en cuanto pueda me voy!», dice.

– Pero has nacido aqu y tienes oportunidades… Igual en unos aos cambias de opinin…

Duda, y sonre levemente: «Eso dice mi hermano. l no odia a este pas, como yo. Estudia Derecho porque quiere ser notario, siempre justifica a Francia y me dice que aqu hay que cumplir la ley».