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Transición energética de México, atrapada entre empresas de petróleo y electricidad

Transición energética de México, atrapada entre empresas de petróleo y electricidad

MÉXICO – En el sudoriental estado de Yucatán, avanza el tendido de la fase II del gasoducto Cuxtal, el llamado segundo tramo del tubo Energía Mayakán, propiedad de la empresa francesa Engie, y que traslada gas fósil desde Tabasco. La obra es una muestra de la creciente gasificación de México.

En esas zonas, la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) construye dos gasoductos y tres plantas de generación eléctrica de ciclo combinado, que usan vapor y gas fósil para incrementar esa cobertura. Además, la también estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) edifica la refinería Olmeca en el también sudoriental estado de Tabasco.

El sur y el sureste mexicanos padecen de insuficiencia de gas para consumo residencial e industrial, por lo que el gobierno busca la gasificación de esas regiones, lo que conlleva consecuencias ambientales y el retraso de la transición energética a fuentes menos contaminantes.

Mientras el mundo avanza en el despliegue de las energías renovables y llama a triplicar su capacidad al 2030, México sigue apostando por los combustibles fósiles a semanas del inicio de la cumbre climática de Dubái, capital de uno de los Emiratos Árabes Unidos, donde los países revisarán la marcha de las políticas para controlar los efectos de la crisis climática.

Las obras forman parte de la visión profósil del presidente Andrés Manuel López Obrador que privilegia el fortalecimiento de CFE y Pemex, en búsqueda de la soberanía energética y oferta barata de combustibles y electricidad, fuertemente subsidiados.

Expertos cuestionan el plan por sus implicaciones ambientales y dudan de su sustentabilidad a largo plazo.

Para Luca Ferrari, académico del Centro de Geociencias de la estatal Universidad Nacional Autónoma de México, el país privilegia los precios bajos de los combustibles fósiles sobre la emergencia climática que se está intensificando a nivel nacional y global.

A este gobierno “no le interesa demasiado la cuestión ambiental, ni tienen muy claro que es un recurso finito. Nos ata a una fuente que no es renovable, ni limpia ni sabemos cuánto va a durar. La única consideración que hacen es energía barata”, cuestionó a IPS.

López Obrador, que concluirá su sexenio en diciembre de 2024, defiende el esquema con el argumento de que heredó contratos de largo plazo de compra de gas estadounidense, por lo que se necesita del uso y ampliación de esa infraestructura.

Actualmente, CFE posee 60 hidroeléctricas, 41 plantas de turbogas, 20 termoeléctricas que usan vapor, gas o líquidos, 19 centrales de ciclo combinado, cinco generadoras de combustión interna, tres carboeléctricas, tres geotermoeléctricas, dos eólicas, una fotovoltaica y una estación nuclear.

Además, operan 27 ciclos combinados de empresas particulares.

Para su distribución por un territorio de casi dos millones de kilómetros cuadrados, en este país de unos 129 millones de habitantes se ha desplegado una red de gasoductos, con unos 30 tendidos estatales y privados.

La refinería Miguel Hidalgo, conocida como Tula y situada en el estado de Hidalgo, vecino a Ciudad de México, es una de las seis procesadoras de hidrocarburos que pertenecen a Petróleos Mexicanos. La política energética del gobierno mexicano favorece los fósiles sobre las energías renovables. Imagen: Presidencia de México

En 2020, México ocupó el puesto 13 como productor de petróleo en el mundo y el 19 de gas. En cuanto a las reservas probadas de crudo ostenta el puesto 20 y el 41 en gas.

Desde un pico extractivo de 3,54 millones de barriles diarios (mbd) en diciembre de 2003, la producción ha caído y permanece estable desde febrero de 2019. En agosto de ese año, la obtención registró 1,69 mbd y en ese mismo mes de 2023 cayó ligeramente a 1,66 millones.

El gas también ha sufrido una baja similar, aunque reporta una leve tendencia alcista desde enero de 2018, desde una cima de 7,357 millones de pies cúbicos diarios (mpcd) el 1 de diciembre de 2003. En tanto, la producción del 1 de agosto último se situó en 4,989 millones. Pemex consume la mayoría del carburante para inyección de pozos con el fin de mejorar la extracción y uso en la petroquímica y refinerías.

IPS elaboró este artículo gracias al apoyo de Climate Tracker América Latina.

RV: EG

Fuente de TenemosNoticias.com: ipsnoticias.net

Publicado el: 2023-11-23 09:25:54
En la sección: Últimas Noticias : IPS Agencia de Noticias

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