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Esbozando una nueva vida con mi padre, dibujo a dibujo | nytimes.com

Esbozando una nueva vida con mi padre, dibujo a dibujo

Pero me dio una idea.

“Papá, ¿qué te parece esta viñeta?”, le dije cuando se despertó. “El peor cardiólogo del mundo. Vemos a un médico operando a alguien, sosteniendo en alto su corazón dañado como si fuera una trucha, diciendo: ‘Este corazón tiene un aspecto horrible. Menos mal que todo el mundo tiene dos’”.

Mi padre se rio. Once días después, pude llevarlo a casa.

Lo primero que hizo cuando cerré la puerta fue arrastrar la botella de oxígeno hasta la mesa de dibujo. El día del infarto había estado trabajando en una viñeta nuestra sobre la imposibilidad de saber quién tocaba mejor la armónica invisible, con dos hombres que se llevaban las manos a la boca, sin instrumento. Mi padre estaba decidido a terminarla ese día, y lo hizo, incluso cuando el cable de oxígeno de plástico y su mano de dibujante se enredaron.

Cuando mi padre recobró las fuerzas, se entusiasmó con las viñetas. A menudo llevaba una carpeta con sus favoritas para enseñárselas a sus nuevos amigos de la sinagoga, la oficina de correos y la clase de yoga Tenis Plateados. Durante décadas, sus músculos artísticos se habían atrofiado, pero a medida que los fortalecía, volvía el entusiasmo de su yo adolescente.

Entonces, el pasado mes de abril, me sentí mareado, con extrañas palpitaciones en el corazón, algo que, como devoto del ejercicio, nunca había experimentado. Fui al médico, que me mandó al hospital, donde acabé pasando la noche de mi vigésimo aniversario de boda.

A la mañana siguiente, segundos después de consultar mi correo electrónico, cinco enfermeras entraron corriendo. Mi frecuencia cardiaca en reposo había subido a 187. Supusieron que había tenido un infarto. Les expliqué que acababa de recibir un correo electrónico diciendo que mi padre y yo habíamos vendido nuestra primera viñeta a la revista New Yorker.

Las enfermeras no parecían comprender la magnitud de la situación.

Tras casi un año de espera, y casi una década desde que mi padre y yo empezamos a colaborar, nuestra primera viñeta apareció en la revista hace un par de meses (y tres semanas antes de que mi padre cumpliera 90 años). Es muy posible que sea el dibujante novel de mayor edad en The New Yorker.

Ahora pinta, dibuja y habla tanto que tengo que fingir que recibo otra llamada para escapar de su exuberancia. Si me preguntara si estoy más orgulloso de la viñeta o de que él haya dado un giro a su vida, le diría: “Ambas cosas”.

Brian Frazer es el autor de Hyper-Chondriac: One Man’s Quest to Hurry Up and Calm Down y Cartoons with My Dad. Su viñeta publicada en la edición del 10 de abril de 2023 de The New Yorker, llamada “Trucos mágicos avanzados”, se puede ver aquí (número 11).

Fuente de TenemosNoticias.com: www.nytimes.com

Publicado el: 2023-06-24 05:00:13
En la sección: NYT > The New York Times en Español

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