BAKÚ, Azerbaiyán — Progreso en las negociaciones climáticas de la COP29
Mientras se acerca la culminación de la COP29, los negociadores están luchando por alcanzar un acuerdo que garantice financiamiento adecuado para las naciones vulnerables frente al cambio climático. Mukhtar Babayev, presidente de la cumbre, instó a los participantes a definir aspectos técnicos antes del miércoles por la tarde para abordar los temas fundamentales de la cumbre.
Las naciones en desarrollo solicitan 1,3 billones de dólares para mitigar los impactos del cambio climático y desarrollar energía limpia, un monto significativamente superior a lo que han ofrecido los países desarrollados. Los puntos de discusión incluyen el monto total de financiamiento, la proporción entre subvenciones y préstamos, y la responsabilidad de los donantes. En una actualización, Chris Bowen, ministro de clima de Australia, mencionó diversas propuestas que variaban entre 440 millones y 1,3 billones de dólares.
Diego Balanza, líder del grupo negociador de países afines, resaltó la insuficiencia de una cifra de 200 millones de dólares planteada en las negociaciones privadas. Balanza agregó que las naciones desarrolladas están evasivas en su responsabilidad de financiar estas iniciativas. En un discurso claro, Dion George, ministro de clima de Sudáfrica, reafirmó el compromiso global para avanzar en la transición energética desde combustibles fósiles, como fue acordado en Dubái el año pasado.
Simon Watts, de Nueva Zelanda, mostró optimismo sobre la evolución del Artículo 6, que podría facilitar la reducción de emisiones mediante un sistema de créditos de carbono. No obstante, se necesitan más resoluciones para avanzar. Alden Meyer, del centro E3G, observó que el progreso está estancado, con negociaciones que parecen dar "vueltas en círculos".
A distancia, en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, António Guterres, Secretario General de la ONU, advirtió que el éxito de la COP29 depende de la acción de las economías más grandes. Subrayó la urgencia de aumentar el financiamiento público para países en desarrollo, mientras que Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, sugirió que los países desarrollados deberían anticipar sus metas de reducción de emisiones de 2050 a 2040 o 2045, dado que el G20 representa el 80% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Cierre del evento y expectativas futuras
El avance en las negociaciones es crucial para abordar las necesidades urgentes de las naciones vulnerables y enfrentar el cambio climático de manera efectiva.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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