Devastación en el sur del Líbano tras los ataques de Israel
En el sur del Líbano, la bandera amarilla de Hezbolá ondea sobre un enorme montón de escombros que una vez formó parte del antiguo mercado de Nabatiye. Al este, el terreno también muestra las marcas de un edificio histórico cercano a las ruinas de Baalbek.
Desde que Israel y Hezbolá cesaron el fuego el miércoles, la población ha comenzado a evaluar la devastación en amplias zonas del país, que han sido golpeadas por ataques israelíes, desde los suburbios del sur de Beirut hasta la región fronteriza y el valle de Bekaa.
Impacto humano y reconstrucción incierta
En Baalbek, cerca de la frontera con Siria, la casa de Hamza al Outa fue una de las doce edificaciones destruidas en su barrio. «Estos edificios se pueden reconstruir. No son importantes. Pero nuestros seres queridos, amigos, vecinos… la patria ha sido destruida», expresó, mostrando grandes agujeros en el suelo de la zona.
El Ejército israelí ha indicado que sus ataques en Baalbek estaban dirigidos contra Hezbolá, un grupo libanés fuertemente armado que estuvo intercambiando disparos con Israel durante casi un año. En esta región, que es predominantemente musulmana chií, Hezbolá tiene gran influencia política.
Según Bachir Khodr, gobernador de Baalbek-Hermel, los ataques israelíes causaron 940 muertes y 1.520 heridos, representando casi una cuarta parte del total de víctimas en el país. Además, se registraron 1.260 ataques aéreos en la provincia.
Daños a patrimonio cultural y social
Baalbek es famosa por sus antiguas ruinas romanas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Funcionarios del Ministerio de Cultura libanés están programados para inspeccionar los daños la próxima semana. Un ataque israelí destruyó un edificio de la época otomana conocido como al-Manshiya, ubicado a pocos metros de las ruinas.
Hamza al Outa, propietario de una cocina a gran escala que servía comidas para eventos y para pobres durante el Ramadán, lamentó la pérdida de su infraestructura. «¿Hay cohetes en esta cocina?», preguntó sarcásticamente mientras revisaba los daños.
La situación en Nabatiye y el futuro incierto
En Nabatiye, Jalal Nasser, quien se encontraba entre las ruinas de su cafetería, describió su regreso al lugar como una experiencia “indescriptible”. A pesar de la devastación, destacó que “seguimos en pie”. Por su parte, Hassan Wazni, director de un hospital en la ciudad, reportó que su institución recibió unos 1.200 muertos durante la guerra y subrayó la tristeza que siente la comunidad.
Omar Bakhit, un residente sudanés de Nabatiye, recogía escombros y afirmaba: “Todo se perdió”. El Banco Mundial ha estimado que más de 99,000 viviendas en el Líbano han sufrido daños, con un costo aproximado de 2,800 millones de dólares, una carga que el Estado libanés, aún recuperándose del colapso financiero, no puede asumir.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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