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Cartagena Festival de Música: así se realizan los talleres de lutieres – Música y Libros – Cultura

Cartagena Festival de Música: así se realizan los talleres de lutieres - Música y Libros - Cultura

En las manos de todo gran intérprete aparece la obra de un gran escultor: un lutier. Dicen ser los mediadores entre el músico y la herramienta. Dicen ser los guardianes de la melodía. También, los escultores y pintores de la música.

Almas sanadoras que conservan el bienestar de los instrumentos y que se reúnen hasta mañana en el Seminario Internacional sobre la lutería para ofrecer talleres gratuitos a los cartageneros y visitantes, así como una programación especial en el Cartagena Festival de Música en su XVII edición que llega a su fin este 13 de enero.

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Los lutieres hacían referencia a los fabricantes o vendedores de todo tipo de instrumentos musicales. Desde el siglo XVI, sus principales artífices iniciaron la profesionalización de dicho arte en Cremona (Italia): la familia Amati dio lugar, por ejemplo, a uno de los instrumentos más icónicos de la música clásica, el violín.
Posteriormente, uno de los maestros de esta escuela, Antonio Stradivari, será célebre por sus violines solicitados por toda la corte europea en el siglo XVII.

En esta edición del festival, el Instituto de Educación Superior Antonio Stradivari y la Escuela Internacional de Fabricación de Violines de Cremona dan el Seminario de Lutería.

Durante varias sesiones han adiestrado a los estudiantes de la ‘Tecnología en construcción y reparación de instrumentos de cuerdas frotadas’ del Conservatorio del Tolima –basados en la Escuela de Cremona–, y demás interesados, en los secretos de esta tradición centenaria.

Es el conjunto de muchas cosas juntas, de todas las disciplinas de la madera, y además tiene un plus: el sonido. Tienes que investigar mucho, aprender mucho, para ser un buen lutier

En las clínicas de lutería, que se desarrollan a la par del seminario, los habitantes de Cartagena pueden llevar a reparar gratuitamente los violines, tiples, guitarras, requintos y demás instrumentos de cuerdas frotadas y vientos sinfónicos.
Nikolai Ceballos es uno de los maestros lutieres colombianos que han participado varias veces en el Festival. Trabaja en la Fundación Victor Salvi y dicta los talleres junto con su asistente Ángel Gil.

“Para hacer un violín, lo primero es escoger la madera. Para la tapa armónica es pino abeto. Para las fajas, el fondo y el mango es arce, y normalmente para el diapasón se utiliza ébano, así como los accesorios, pero estos pueden variar un poco en sus maderas”, explica sobre este proceso de creación.

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Ceballos, quien viene de una familia de artistas, dice que lo suyo con la lutería fue amor a primera vista. Hace casi 20 años estaba estudiando carpintería, y su intención era ser ingeniero.

Los lutieres son considerados como los guardianes de la melodía.

Foto:

Cartagena Festival de Música

Un amigo lo invitó a visitar un lutier –cuando él desconocía ese oficio–, pero en cuanto llegaron vieron unos pedazos de instrumentos sueltos. “Yo quedé flechado y pensaba: ‘Esto es lo que yo quiero hacer el resto de mi vida’ ”.

Fue formado gracias al maestro Eusebio Suta, y luego con maestros de la Toscana (Italia).

Es especializado en los instrumentos de cuerda frotada y pulsada: violín, viola, chelo y contrabajo, así como lira, guitarra o arpa. Los primeros instrumentos que construyó fueron una guitarra clásica y un tiple.

“Es el conjunto de muchas cosas juntas, de todas las disciplinas de la madera, y además tiene un plus: el sonido. Tienes que investigar mucho, aprender mucho, culturizarte mucho para ser un buen lutier”, explica.

Ceballos señala que uno de los retos más complejos y casi imposibles en su oficio es conseguir materializar las peticiones que los músicos tienen en su cabeza.

“El sonido es una cosa que se vuelve a veces subjetiva. El músico en general quiere algo que está en su mente, pero que en verdad no existe o nunca va a existir. Ese es un problema de transferencia de ideas del músico al lutier, porque uno quiere darle gusto. Ese es mi trabajo: hacer que el sonido que no existe exista, pero a veces es tan difícil”.
Respecto al violín, el maestro explica que primero se debe fabricar el molde interno, luego se empiezan a doblar las fajas con agua y calor para dar esas formas ‘laterales’.
Uno de los aspectos que señala es la importancia de las ‘efes’, las aberturas laterales de la tapa armónica, que para muchos son un accesorio estético, pero sirven para darle salida a la compresión del aire y aumentar incluso un 30 por ciento la potencia del instrumento. Por otro lado, el rizo en forma de espiral se ha mantenido desde sus inicios.

En Colombia, los primeros estudios de lutería se organizaron a través de la Fundación Salvi, el Sena y el Ministerio de Cultura.

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En las clínicas de lutería, los habitantes de Cartagena pueden llevar a reparar gratuitamente los violines, tiples, guitarras, requintos  e instrumentos de cuerdas frotadas y vientos sinfónicos.

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Cartagena Festival de Música

El primer grupo de maestros fueron instruidos por maestros de la Toscana, y estos, a su vez, consiguieron la creación de la primera carrera profesional en construcción de instrumentos de cuerda frotada en el Conservatorio del Tolima.

“Aquí hay una escuela muy buena de guitarras, tiples, requintos. Hay mucho conocimiento traído de España de construcción de guitarras aunque el tiple es de nosotros”, explica Ceballos. Y agrega: “Somos un país muy ‘bebé’ en el sentido histórico. Todavía nos falta explorar mucho y esto nos va a ayudar a que, digamos, y es una teoría personal, aquí nazcan más músicas. Es algo que se cocina a muy fuego lento”.

Según el maestro, la lutería recibe mucho apoyo en el país debido a su singularidad, su novedad y su relación con el desarrollo que recientemente está teniendo la cultura en el país.

“Creo que este desarrollo nos va a llevar por un camino que nos va a obligar a pensar y cambiar todo el tema cultural en general. El violín nació por la presión de la Iglesia católica en la Inquisición. Había muchas prohibiciones, y la única fisura fue la música. Eso obligó a que esta creciera hasta los movimientos que tiene la música europea, que es altísima. Aquí vamos en un proceso muy interesante con nuestros sonidos”.

Las clases del Seminario son dictadas por los maestros Daniele Carlo Pitturelli, Daniele Renzi, Angelo Spergaza y Monica Anna Porfido.

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Talleres del último día del festival

Este viernes 13 de enero se dictarán las siguientes clases: ‘El proyecto de experimentación de la Escuela de Lutería de Cremona’, de 9 a 10:45 a. m., y ‘Principios del dibujo de la forma del violín y la puesta a punto de los instrumentos de arco’, de 11
a. m. a 1 p. m. El Seminario y la Clínica de Lutería abierta al público tienen lugar en la Universidad de Cartagena, sede San Agustín.

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GABRIELA HERRERA GÓMEZ
REDACTORA REVISTA BOCAS
@gabrielahergo

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com

Publicado el: 2023-01-13 00:07:44
En la sección: EL TIEMPO.COM – Cultura

Publicado en Cultura