Entrevista con Dave Mustaine, líder de Megadeth, que se presenta en Bogotá

Dave Mustaine decidió revelar el amor que su banda Megadeth tiene por los fanáticos colombianos. El tema lo emociona. Es posible que en Argentina exista desde hace años un grito de guerra con el nombre de la banda que siempre será una de las cuatro grandes del thrash metal –junto a Anthrax, Slayer y Metallica-, pero para el cantante y guitarrista pensar en Colombia lo lleva a imaginar la cara de alegría de esos miles de seguidores que han pagado la boleta para un concierto.

“Hemos establecido una relación bastante buena con nuestros fans en. Tenemos un gran club de fans en el país, y lo dirige nuestro amigo Dick Carvajal, quien he hecho un gran trabajo. Recuerdo que hace unos años tuvimos un concierto en Bogotá y habían puesto bebés de plástico en el techo y todas esas pancartas y otras cosas que repartieron antes de que subiéramos al escenario. Nosotros no teníamos ni idea de eso y nos sentimos muy honrados”, respondió emocionado Mustaine, que fue muy amable en su charla con EL TIEMPO.

Voy a seguir tocando la guitarra, escribiendo canciones y divirtiéndome el mayor tiempo posible

En este momento se prepara para los dos conciertos que dará de nuevo en la capital colombiana, en el Movistar Arena, los próximos domingos 21 de abril y lunes 22, con ‘Crush the World Tour’. Meses atrás, cuando se reveló el regreso de Megadeth, las boletas se vendieron tan rápido como el riff de guitarra de Hangar 18, la canción de extraterrestres y conspiraciones del disco Countdown to Extinction. Megadeth tiene superpoderes.

Mustaine se ríe un poco del comentario y reconoce que la magia no es solo suya. “Yo no podría hacerlo solo, con mis compañeros sentimos esa magia cuando llegamos al escenario. Los fanáticos nos dan la energía necesaria para que no queramos parar, para que nunca queramos rendirnos y ahora en este nuevo viaje vamos a traer muchas sorpresas para el público colombiano. Queremos que lleguen temprano y disfruten de dos shows que, sabemos, se vendieron totalmente, ¿cierto?

La pregunta sorprende un poco, pero Dave Mustaine la responde de inmediato. “La razón por la que pregunto eso es porque cuando empezamos la gira, todo el tema de las entradas y el éxito del show, en realidad no me preocupan tanto. Lo que me interesa es hacer un gran espectáculo, la parte creativa, recordando también los conciertos de otros grandes y la manera en la que ellos lo llevan y cómo actúan con su público. A veces cuando me interrumpen mientras toco (se ríe), me enfado. Otras veces bromeo con ellos. Y tengo que recordar que los fans están ahí para pasárselo bien y que a veces hay gente que nunca ha ido a un concierto y se emborrachan un poco y se dejan llevar”, explica.

Eso le hace recordar épocas en las que el joven y pendenciero pelirrojo se abría paso con un cierto halo revolucionario. “Yo era el tipo que escuchaba música realmente extraña. Escuché a AC / DC antes que nadie en mi barrio, probablemente en la ciudad en la que vivía, y luego escuché a Judas Priest y UFO, quizás mucho antes que otros. Así que ese sentimiento para mí era de posesión, en el que me sentía como si este fuera mi descubrimiento, esta es mi banda, yo los conocí y los amé primero. Sí, sí, sí, esa es la sensación de alegría y poder que también queremos dejar en cada show”, insiste.

Tocar, viajar, alejarse del mundo cotidiano es algo que Megadeth maneja muy bien. Los conciertos son técnicamente inmensos y el equipo detrás de la banda trabaja como un reloj suizo para que la fuerza arrolladora del rock pesado haga temblar el suelo. “Es difícil estar lejos de la familia”, reflexiona, pero sabiendo que he estado cerca de hacer el último viaje a casa un par de veces, ya sabes, “Dios me ha mantenido vivo por una razón. Estoy muy contento con eso. Y voy a seguir tocando la guitarra, escribiendo canciones y divirtiéndome el mayor tiempo posible”, recalca tras varias décadas de carrera con más destellos de luz que de tinieblas.

“Es cierto que sabré, y los fanáticos también, cuando todo termine, lloraremos, cantaremos las canciones y colgaré la guitarra por última vez, pero sabes, eso no va a pasar ahora porque vamos a tocar en Colombia y vamos a aplastar el mundo y a sentirnos vivos”, reafirma emocionado este roquero que tras dejar todo en la tarima vuelve a su casa en el campo.

“Tenemos caballos de granja muy bonitos. Tengo unos peces muy bonitos. Tenemos perros geniales. Nuestros vecinos son todos muy amables. Vivimos en una comunidad estupenda. Son un grupo de granjeros. Nunca he sido tan feliz en mi vida como ahora. Hay ciertas cosas que están pasando que me gustaría que se arreglaran, pero se están arreglando y eso es genial porque había cosas que llevaba mucho tiempo esperando solucionar. El año pasado fue un año de limpieza, el momento del equilibrio, comenta un Mustaine muy centrado y que sabe que es grandioso en el mundo del rock más duro, pero a la vez reconoce que la gente le grite que es el guitarrista más grande del thrash metal. “Suena bien que la gente lo diga y no sería tan chévere que solo yo lo promoviera”, finaliza.

ANDRÉS HOYOS VARGAS

REDACCIÓN EL TIEMPO

@AndresHoy1 | @CulturaET

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