No hay mejor inicio para una serie de superhéroe que contar la historia desde su sufrimiento, desde un dolor profundo que se encarga de potenciar sus acciones de venganza o de justicia.
Por eso, el reciente estreno de la nueva temporada de Daredevil: Born Again es tan interesante y brutal, de nuevo con el carismático Matt Murdock (interpretado por Charlie Cox), el abogado que imparte justicia en los tribunales y que especialmente en las noches lucha contra criminales en una Nueva York dominada por tonos oscuros y rojizos y malvados con una delgada línea entre el crimen y el poder.
Tras tres temporadas estrenadas en Netflix y ahora un nuevo ciclo que acaba de comenzar en Disney+, el retorno del superhéroe de vestido rojo e invidente muestra una evolución más compleja, sin dejar a un lado sus ya inolvidables secuencias de acción. Murdock viene de lidiar con una pérdida y una especie de paréntesis en su lucha contra el mal. Algo que, como suele pasar en este tipo de narrativas, se difuminará pronto.
El bueno que tiene el alma rota comparte esa sensación con un ya antiguo antagonista Wilson Fisk, quien experimenta una interesante (y posiblemente falsa) transición, al escapar de la oscuridad, la maldad y la violencia para entregarse al sueño de ser el alcalde de una Nueva York más caótica y peligrosa para hacer el bien.
Un papel al que regresa el actor Vincent D’ Onofrio, quien antes configuró a un villano carismático y por momentos es capaz de generar cierta empatía de los espectadores de la serie. Ese retorno al mundo oscuro que tiene que asumir Daredevil y el afán de su némesis por escapar del infierno de la delincuencia dan paso a un contraste que le da un tono dramático a la producción, nacida de los cómics de Marvel y que ahora consigue acariciar un estilo más policíaco y que no teme hacer un retrato de la polarización y el miedo de una sociedad que está en crisis, el mejor caldo de cultivo para que un líder con promesas mesiánicas pueda dominar y jugar con el caos y el deseo de una ciudad sin conflictos.
Wilson Fisk/Kingpin (Vincent D’Onofrio) es un villano que cree estar redimido. Foto:Giovanni Rufino
Fisk lo tiene claro. “Si llego a ser alcalde, no voy a permitir a justicieros con trajes ridículos en las calles”, dice en uno de sus discursos de campaña. Las viejas rencillas del pasado parecen seguir respirando, entre el enemigo y el héroe.
“Creo que él está en este camino para ganar más poder, para ganar más control, pero debe ajustarse a una situación en la que no se siente cómo. Se acostumbró a vivir en la oscuridad y no es tan fácil pasar a la luz, casi que no le gusta, pero tiene que luchar para hacerlo porque tiene un plan y quiere expandirse”, explica Vincent D’ Onofrio, que se ve menos amenazante durante una charla con EL TIEMPO vía Zoom. Mientras Charlie Cox, a su lado, lo mira con cierta ternura.
“En Daredevil: Born Again, ciertamente hay un tono similar a las cosas que hicimos antes en la serie; además, siempre que tienes una historia de un superhéroe su aventura va a rozar lo melodramático. Lo que siempre hemos intentado hacer con esta serie es mantener los pies en la tierra, asegurarnos de que los personajes sean cercanos y gente corriente”, explica Cox. Algo que en este ciclo, hasta el momento se cumple a cabalidad, aunque tanto el personaje principal como sus enemigos aguanten las palizas, puñaladas y balazos de una manera increíble.
Hay que reiterar que esta temporada es un poco más violenta y cruda que las anteriores, una decisión que amarán los fanáticos que adoran la acción. De hecho, también hay unos cuantos destellos de empatía por esta pareja de choque, que tiene tiempo para revelar un brillo de humanidad.
“Creo que esa empatía viene desde la época de Netflix, porque se estaba enamorando de verdad. Es más fácil entender por qué había un vínculo especial hacia Daredevil, claro, él es bueno y sigue luchando. Pero nuestra receta va a ir evolucionando y te puedo asegurar que vamos a ir más lejos”, adelantó D’Onofrio.
Daredevil: Born Again no se complica y juega sus cartas con acierto y un ritmo muy potente. “Cuando sales con una nueva serie seis años después, eso es un poco como una bendición y un poco como una maldición, pero al final tenemos claro que hay grandes historias aún por contar con estos dos personajes”, finaliza Charlie Cox.
Andrés Hoyos Vargas
EL TIEMPO
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com
Publicado el: 2025-03-16 20:51:00
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