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A Deyna Castellanos le ilusiona inspirar a otros

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Hablan las marcas.- Cuando Deyna Castellanos se inició a los 5 años en Maracay, no había una imagen femenina en el fútbol venezolano que despertara esa pasión por emular sus logros y tratar de ser como ella. Hoy la realidad es distinta y es, precisamente, la futbolista el referente para niños, niñas, jóvenes y todo el país.

“Es muy bonito y gratificante que haya una generación como la de Paulina Souza, la niña que me interpreta en el comercial Juntos hacemos equipo de Bancamiga y que, por cierto, es un crack con el balón, que pueda ver en mí y en otras compañeras de la Vinotinto a un ejemplo, a alguien que quisieran ser. Eso es muy bonito”, expresó.

Bancamiga es la institución con mayor crecimiento en el primer semestre de 2023

Castellanos efectuó una sesión de fotos con Yrene, su madre, y calificó ese momento de “maravilloso” y “chévere” porque fue la posibilidad de sumarla a “estas cosas extradeportivas que hago, que son parte de mí, de mi carrera, y que me gusta mucho hacer como imagen de Bancamiga, donde siempre me hacen sentir tan bien”.

Para Yrene también fue “encantadora” y “única” la posibilidad de acompañarla en este compromiso de marca, algo que ha venido haciendo desde que llevaba a Deyna a los campos de fútbol en el estado Aragua, no solo para estar junto a ella sino para motivarla, guiarla y “disciplinarla”, en caso de ser necesario.

Yrene, una mamá todo terreno

La especial relación de Deyna e Yrene se percibía. En más de una ocasión se vio a la capitana acercar una servilleta a su mamá o limpiar su boca después de una merienda.

“Mi mamá y yo también somos muy amigas. Tenemos una relación muy sana y honesta. Y eso es lo más cool de nuestra relación. Nos podemos contar cualquier cosa y sé que desde lo más profundo de su corazón va a buscar lo mejor para mí. Eso siento que es fundamental”.

Confesó que su mamá fue la primera persona que tuvo esa visión que “nadie en la familia, ni tampoco yo, teníamos. Mi mamá supo desde el primer minuto que yo era especial. Si yo no hubiese tenido a Yrene como madre, no hubiese llegado a donde estoy ni estaría clara de a dónde puedo llegar en un futuro”.

Castellanos sostuvo que “el apoyo fue desde el primer día y siguió más tarde, cuando me vio entrenar, jugar, marcar goles. Fue evidente cuando notó que me gustaba. También recuerdo que ya grandecita no me dejaba ir a los 15 años de mis amigas, porque había partido al día siguiente”.

“Y son esa disciplina y constancia las que se necesitan para crecer”, dijo Deyna al tiempo de que su mamá agregó lo siguiente: “siempre fue una chica obediente, que entendió cuál era el camino que debía seguir. Le dije que si le gustaba el fútbol o cualquier otra actividad debía tomarla en serio”.

Yrene compartió que fueron tiempos difíciles, cuando debía hacer prácticamente magia para que Deyna y su hermano mayor Álvaro estuvieran puntualmente en las prácticas de fútbol, que se realizaban en sitios muy distantes, además de cumplir sus obligaciones en el hogar. 

“Les decía que el fútbol estaba al mismo nivel de lo académico. Había que entrenar y también estudiar; que en la vida había que ser respetuosos, que cuidaran su imagen y se comportaran bien. Eso era básico. Hoy me siento muy agradecida con la vida por haberlo logrado”, aseguró.

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Redacción El PitazoDeportes

Redacción El PitazoDeportes

Fuente de TenemosNoticias.com: elpitazo.net

Publicado el: 2023-09-25 16:10:29
En la sección: Deportes – El Pitazo

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