Copa del Rey: El Madrid desquicia al Barcelona | Copa del Rey 2022 | elmundo.es

El equipo blanco, liderado por un Benzema que marc tres goles y un Vinicius convertido en demonio para el Camp Nou, somete a los azulgrana y jugar la final de Copa

El Real Madrid desquici a un Barcelona donde el tormento institucional amenaza con llevrselo todo por delante, incluido a un equipo que hasta la fecha haba mantenido la cordura. Liderado el Madrid por Benzema, Modric y un Vinicius convertido en demonio para el Camp Nou, jugar la final de Copa nueve aos despus frente a Osasuna en La Cartuja de Sevilla.

El Camp Nou fue la caja de resonancia de un tiempo viciado. Envenenado como est el ftbol y el baln como nico e insuficiente antdoto, Barcelona y Real Madrid se batieron en un duelo en el que la carga emocional ray lo insoportable.

El desvelo de Ancelotti, que haba sido derrotado por Xavi en los tres ltimos clsicos, se tradujo en una alineacin en la que el italiano mezcl la urgencia ofensiva provocada por el 0-1 de la ida -de ah la titularidad de Rodrygo– con la aspiracin de arrebatar el baln a un Barcelona minimizado por las ausencias de hasta cuatro titulares: Frenkie de Jong y Pedri en el corazn del juego, Christensen en el cierre y Dembl en la necesaria suerte del desborde y la improvisacin. El peso de Kroos en la concepcin es menguante, algo que su equipo pen durante largos tramos de la primera parte, aunque al menos el alemn cont con la ayuda de Valverde para no sufrir tanto en los duelos. Mientras que Camavinga, pletrico incluso en el lateral, se las apa bastante mejor que en su da Nacho con el desenfocado Raphinha.

Aunque no poda ser ste un partido a ganar desde la pizarra o la coherencia, sino desde la exaltacin. Y ah sucumbi el Bara, superado y arrastrado al fondo de su propio volcn en un segundo tiempo de plena claudicacin.

Golpe antes del descanso

No hubo nada ms metafrico que el origen del gol con el que el Real Madrid igualaba la eliminatoria. Cuando el primer tiempo ya se desmayaba, Courtois sac una mano prodigiosa ante Lewandowski. Y el Barcelona, que hasta el momento se haba mostrado de lo ms serio en su repliegue defensivo, se vio superado en el inmediato contraataque tramado sobre la pieza ms dbil de su retaguardia: Marcos Alonso. Vinicius lider la revuelta, y pese a que Kound trat de sacar la pelota bajo palos, el cuero continu avanzando hasta la meta. Y por si hubiera alguna duda, all estaba Benzema.

El Barcelona acus ese golpe a deshora. Y comenz a preguntarse si le mereci la pena entrar en esa guerra de nervios que Gavi no supo cmo evitar. Particip el centrocampista en todo tipo de escaramuzas junto a Vinicius, amonestados ambos antes de la media hora en una danza infernal de provocaciones, empujones y patadas. El brasileo sac mucho ms rdito de todo eso que el sevillano, que acab con la cabeza en otro sitio.

Tan desubicados salieron los futbolistas del Barcelona del vestuario que el Real Madrid encontr el momento adecuado para provocar el derrumbe en los siete primeros minutos del segundo acto. Modric, con su porte de futbolista eterno, entreg a Benzema el 0-2. Fue fundamental el movimiento de prestidigitador de Rodrygo, especialista en el ftbol que pocos ven. Y Benzema remat a sus anchas en la frontal despus de que Kound se resbalara antes de poder acudir al rescate. Retozaron los azulgrana en su desconcierto en el 0-3, despus de que Kessi pisara a Vinicius en el rea en una accin de la que poco poda salir. Benzema, que ha recuperado el olfato en el momento determinante de la temporada, tampoco fall esta vez en el penalti.

Modric, por entonces, ya se haba apoderado de la noche con su andar cachazudo, ms que suficiente para someter a un Barcelona que pag tanto su escasez de recursos como de calidad. Xavi se quit de encima a Kessi para dar entrada a Ansu y castig el pobre rendimiento de Raphinha incorporando a Ferran. Los cambios no sirvieron ms que para corroborar lo lejos que estn uno y otro del nivel que se les presupona. Y el grupo azulgrana no miraba a otro jugador que a Araujo, extraa esperanza en ataque en un equipo en el que Lewandowski no dio una a derechas.

Tan hundido estaba el Barcelona, sin esperanza, juego o futbolista al que aferrarse, que el Madrid acab por tomar el cuarto tras otra carrera por la pasarela abierta a Vinicius y el dulce toque de Benzema en la culminacin de su hat trick.

Ancelotti ni siente ni padece cuando le cuestionan. Abandon el Camp Nou con el gesto circunspecto del psiquiatra que doma la locura. Como si l divisara el ftbol frente al divn. Y el Bara, al que sus 12 puntos de ventaja en la Liga deberan resguardarle del azote, no escapa a la tentacin de seguir mirando atrs.

Es divertido lo que uno no recuerda, insista Foster Wallace en su Broma infinita. Y al Barcelona quiz no le quede otra ya que la amnesia.