Estaba a un paso de los Juegos Olmpicos de Atlanta 1996 cuando le embistieron. Con el dinero de la indemnizacin abri una pizzera que le llev a ganar concursos, a crear una cadena y a salir por la televisin. Ahora est centrado en su local de Puigcerd, en la frontera con Francia
En una pared del restaurante Fabin de Puigcerd, en la frontera con Francia, se esconde una historia. A la vista est que su dueo, Fabin Martn, es pizzero y que amasa reconocimiento del sector: lleg a tener tres restaurantes con su nombre en Barcelona, gan el Campionato Mondiale della Pizza en Npoles -primer no italiano en hacerlo-, cocin en programas de televisin como Espejo Pblico y Masterchef, escribi un libro de recetas… Pero en una lateral, un retrato suyo con un guante descubre un relato oculto y, cuando aparece, an con harina en las manos, lo confirma: «Fui boxeador, pero nunca me han entrevistado por eso».
«Despus de los Juegos de Barcelona 1992 entr en la seleccin espaola. Venamos del xito de Faustino Reyes, fui compaero de Rafa Lozano, ramos una gran generacin. Vivimos en la Blume y luego en el CAR de Sant Cugat, que estaba recin terminado. Yo quera ser olmpico, quera ser profesional. Hasta el accidente».
Fabin Martn, pizzero de renombre, fue, en efecto, uno de los mejores boxeadores amateurs de los aos 90, con 35 victorias, cinco nulos y ocho derrotas en 48 combates, hasta que en 1996, rumbo al aeropuerto de Barcelona para volar a Dinamarca, donde se iba a disputar un Europeo, un coche se lo llev por delante y acab con su carrera. Era, junto a Lozano, el espaol mejor situado para pelear por una medalla en los Juegos de Atlanta 1996. Pero nunca ms volvi al cuadriltero. «Estuve ocho meses en el hospital, ocho meses! Tena 25 aos y cuando me dieron el alta volv a entrenar, pero mentalmente fue muy complicado. Ya no tena futuro en el boxeo. Me puse a trabajar de portero de discoteca y de repartidor de pizzas y, cuando aos despus recib el dinero de la indemnizacin, abr mi propia pizzera», rememora en una biografa que parece sencilla, pero no lo es.
- Y por qu se hizo boxeador?
- Lo hice sin darme cuenta. Mi hermano mayor boxeaba y yo jugaba al ftbol hasta me lesion, la operacin sali mal y empec a boxear como l. Cuando me di cuenta ya llevaba 20 combates. Vena de una infancia compleja, mis padres se separaron, estuve una temporada en un orfanato, di muchas vueltas entre Francia y Espaa y al final me encontr encima de un ring.
La hemeroteca muestra a un Martn triunfante despus de una victoria contra Pedro Tudela en la discoteca Studio 54 de Barcelona y le acusa de haber mordido a un rival en Marsella.
«Es muy buena esa ancdota. Dira que fue en 1990 o 1991. Me llam Jean Pierre Di Stefano, seleccionador francs, para participar en un combate all y, como le conoca y estaba bien pagado, acept. Me metieron en un gimnasio del norte, en el barrio de Zidane, con todo el pblico en contra y cuando llegu al vestuario descubr que mi rival pesaba 10 kilos ms que yo, que tena mucha ms experiencia… Una encerrona. l estaba tranquilsimo y yo, atacado. Empezamos el primer asalto y el to me empieza a pegar hostias, una paliza, me deja tibio. En el segundo asalto, igual. Y, en el tercero, estaba tan seguro que me baj la guardia, le solt una torta y se cay redondo. Ah cambi el combate. Al final, en el ltimo asalto, nos enganchamos, le pegu un bocao, se fue para atrs y le dej KO. Cuando se despert, le ense la marca al rbitro, me descalificaron y se mont una… Uf! Me tuvo que sacar de all la polica escoltado hasta la autopista. Y yo, vestido de boxeador, acojonado, no par hasta Narbona. Pum, pum… casi llego a casa con los guantes puestos».
«Tengo un recuerdo bonito del boxeo, conservo grandes amistades, pero es un deporte demasiado complicado. Siempre ests en el filo porque no te puedes permitir una mala racha y cobras muy poco. Desde los aos 80 en Espaa no se puede vivir bien del boxeo porque no hay televisin. Cuando tuve el accidente maldije mi suerte, perd mi sueo de ir a los Juegos de Atlanta y ser profesional, pero ahora pienso: Qu suerte tuve! Muchos de mi generacin no prosperaron. Yo ahora vivo tranquilo gracias a dejar el boxeo», finaliza Martn que hace unos aos, superados los 50, decidi bajar el ritmo.
Dej la televisin, se apart de los concursos a la mejor pizza, vendi sus restaurantes en Barcelona y se centr en cuidar de su familia. Ahora, ya lejos de los focos, en una pared de su nico local, el restaurante Fabin de Puigcerd, en la frontera con Francia, esconde una historia.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2023-09-28 10:52:59
En la sección: Deportes // elmundo