El italiano del equipo Eolo Kometa del ex ciclista espaol triunfa en la sptima etapa del Giro de Italia tras una larga escapada de ms de 200 kilmetros junto al checo Vacek (segundo) y su compatriota Petilli (tercero).
El Gran Sasso, una estacin de esqu en los Apeninos, en la zona de los Abruzzos, goza de ms fama blica que ciclista, aunque ah hayan ganado Pantani y algunas otras grandes firmas. Por orden del propio Hitler, el 12 de septiembre de 1943, una audaz operacin alemana de comandos liber a Benito Mussolini, destituido por el Gran Consejo Fascista y recluido en el Hotel Imperatore. Y hasta all trep la etapa por anchos, abiertos, valles verdes bajo cielos grises hasta la cumbre blanca: hasta Campo Imperatore.
Remco Evenepoel, emperador con tnica rosa desde el primer da, la cedi voluntariamente al cuarto. La recuperara al sptimo, en la primera llegada de montaa de este Giro? La respuesta es: no. Ni Remco la recuper, con la misma voluntariedad del abandono anterior, ni Roglic se propuso para el relevo. Ni nadie entre los dems ilustres se movi. As que Andreas Leknessund se qued otro da con la rosada prenda y, probablemente, la guardar hasta la contrarreloj del domingo, cuando se la devolver, ms que probablemente an, a Evenepoel.
«Niente». No ocurri «niente». Tres hombres oscuros y esforzados, despus de perder rpidamente a un cuarto (Henok Mulubrham), se dieron una paliza de 212 kilmetros en la segunda etapa ms larga del Giro (218), que llev al triunfo a Davide Bais (Eolo Kometa) por delante de Karel Vacek y Simone Petrilli, que lleg a ser lder virtual. Pero, por atrs, al pelotn, que perdera 3:10 al final despus de haber estado a ms de 11 minutos, no se le alteraba el pulso. Evenepoel y Roglic, abrigaditos por la zona alta, escenificaban un pacto mutuo de no agresin. No por caballerosidad, que no viene a cuento, sino por prudencia y zorrera.
Ni siquiera en los tres ltimos kilmetros de la interminable pero tendidsima subida. Ni siquiera, decimos, entonces, cuando en los ltimos 4.000 metros las rampas iban empinndose para ir pasando paulatinamente del 6,6% al 13%, se movi una hoja en la nutrida tropa. En los 20 (o as) metros finales, el belga y el esloveno hicieron un pequeo parip, una chiquillada fanfarronesca, que no les report ni una dcima de segundo con relacin a ellos mismos y a los dems. Se ensearon blandamente unos colmillos todava enfundados.
Tampoco fue tan rara la pasividad. Ha sucedido muchas otras veces en similares circunstancias. A la espera de la cronometrada del domingo, en la que los aspirantes no tendrn ms remedio que poner toda la carne en el asador, ninguno de ellos quiso arriesgar lo ms mnimo. El domingo se cierra la primera semana de la carrera con el primer gran balance, an cauteloso pero significativo, por parte de todos.
Duelo en la General
Todo sigue igual. Aunque la carretera, como la vida, puede dar muchas vueltas, lo cierto es que permanece enfocada al duelo Evenepoel–Roglic. Una pugna, a expensas de percances que, ya se ha visto, siempre pueden tener su odioso protagonismo, entre un corredor de probadas certezas en los ms exigentes escenarios (Roglic) y otro al que an, si bien se apunt la Vuelta a Espaa, hay que certificarlo en los puertos de ms de 2.000 metros de altitud.
El Gran Sasso (2.130) ha sido el primero. Pero por ms largo que alto y por inicitico, posee un valor relativo como referencia. As las cosas, Evenepoel est segundo en la general, a 28″. Paret-Peintre, tercero, a 30″. Almeida, cuarto, a 1:00. Roglic, quinto, a 1:12.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2023-05-12 13:17:47
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