Esto se ha acabado despus de un clsico de circunstancias en el que el Madrid no necesit del mejor Madrid, slo de su espritu, frente a un Bara que no es capaz de sujetar sus goles, ni en Montjuc ni en el Bernabu, ni en la Champions ni en la Liga. Contina en su Sina, en una travesa del desierto que pronto abandonar Xavi. El abrazo a Ancelotti es el abrazo del adis. A Bellingham, brazos en cruz, corresponde la estampa de esta Liga, que queda sentenciada de la misma forma que empez, aunque este ltimo acto le deba casi todo a un antidivo, Lucas Vzquez. Como en el Etihad. En ese equilibrio entre el brillo y el trabajo est el xito de Madrid, un campen virtual en casa camino de otro Grial. [Narracin y Estadsticas, 3-2]
Lamine Yamal arranc de la misma forma y en el mismo lugar en el que se fue del campo ante el PSG con la cara de quien pregunta qu he hecho yo. Marcar la diferencia. En el Bernabu, que ay le haba aplaudido vestido de rojo, continu para quitarle la razn al entrenador por su errtica decisin en la Champions. Si alguien as se va del campo, vaymonos todos. Su juventud, como la de Cubars, es la nica prueba de vida que deja este Bara, obligado a reinventarse frente a un Madrid robusto, por juego, por caja y por estadio.
Camavinga sufri a Lamine Yamal porque el azulgrana tiene la velocidad que hace sufrir a cualquiera. Con una tarjeta carg al francs, al que Ancelotti haba decidido volver a colocar en el lateral, en un clculo de puntos y de esfuerzos en el que lo nico que haba que hacer era no perder. La Liga estaba mentalmente ganada y haba que poner lo mejor en la Champions. Ahora, con 11 puntos de ventaja sobre 18 posibles, lo est virtualmente.
El Bara no se encuentra en ninguna de esas situaciones. Est entre deprimido y desesperado. La victoria en el Bernabu era la nica forma de mantener viva una quimera y de convertir lo que resta de temporada en un tormento. Los equipos hechos para los ttulos no saben jugar por nada. Los jugadores, tampoco, y menos los implicados en la Eurocopa y Copa Amrica que vienen. Un mal asunto para Xavi. Ya dijo que se va, ya sabe que se va, con Rafa Mrquez preparado en el piso de abajo, pero la forma de acabar puede ser todava peor si los futbolistas no se entregan con la profesionalidad debida. Veremos.
Esa desesperacin convertida en necesidad llev al Barcelona a imprimir una presin altsima nada ms salir. Obtuvo frutos frente a un Madrid contemplativo, en el que Lucas Vzquez volva a la derecha despus del estajanovista esfuerzo de Carvajal en Manchester. Camavinga en la izquierda y Tchouamni como central auxiliar un da ms. Modric y Kroos volvan a encontrarse en la titularidad como tiempo atrs. El croata, en su mejor versin.
Encontr frutos el Bara, aunque el fruto que buscaba llegara a baln parado. Es paradjica la eficacia que el Madrid mostr bajo el bombardeo de crners en el Etihad y, en cambio, el primer baln volado en paralelo a la portera acab en la red despus de un error de bulto del ltimo hroe de la Champions. Lunin hizo una salida en falso y Christensen remat antes de que venciera la parbola. Pudo llegar otro en el rea local en un baln que se pase ante la mirada de los defensas de Ancelotti. Despus del extremo ejercicio de concentracin realizado ante el City, es posible que se produjera una descomprensin tambin en lo mental. Posible y humano.
La falta de tensin defensiva, de hecho, llev al Madrid a tener que sobreponerse por dos veces a los goles del Barcelona. Si en la primera parte fue un baln parado, en la segunda fue un centro de Lamine Yamal el que encontr a todas las piezas fuera de sitio. Ferran Torres jug al engao ante Lunin y su rechace lo caz Fermn, uno de los cambios de Xavi que entr a fuego en el partido. Acierte o no, Fermn siempre percute.
Acierte o no, Lucas Vzquez siempre cumple. Esta vez, no obstante, hizo mucho ms que cumplir, al ser clave en las dos acciones que permitieron al Madrid materializar los dos empates y sujetar la Liga con holgura. Primero, al ser objeto de un penalti con dosis de pillera por parte de Cubars; despus, al llegar al rea como le gusta para rematar a la red de ter Stegen. Como socio para transformar la pena mxima o para recibir la asistencia tuvo a Vinicius, ‘titularsimo’ tambin en los das de clculo. A Lucas le quedaba una, la asistencia en el 91 a un Bellingham que fue como un Cristo resucitado siempre en el da ms sealado. La Liga se acab.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2024-04-21 17:23:38
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