Mundial 2022 Qatar: Courtois detiene a la valiente Canad en el pobre estreno de Blgica en el Mundial | elmundo.es

Batshuayi, sustituto del lesionado Lukaku, concede el triunfo a los belgas despus de que el meta del Real Madrid parara un penalti a Alphonso Davies al amanecer

Kevin de Bruyne estaba desesperado. Miraba a un lado y a otro y ah no vea a sus compaeros del Manchester City, sino a un puado de tipos en pleno crepsculo. Ya no saba a quin ms increpar. Divis a Witsel. Le mand a frer esprragos. Y cuando Batshuayi, que no sera Haaland, marc el gol que liberaba a Blgica de la tortura a la que le estaba sometiendo la volcnica Canad, De Bruyne ni siquiera lo celebr. Se fue a la banda y pidi explicaciones a su tcnico, Roberto Martnez. Porque esta Blgica, tercera en el pasado Mundial y segunda en el rnking FIFA, fue durante muchos tramos una seleccin desnortada y sin ms argumentos que los brazos del portero Courtois.

El despliegue de Canad fue emocionante, pero inocente. Poco tiene que ver este equipo con el que jug hace 36 aos en el Mundial de Mxico, su nica participacin. Perdi entonces los tres partidos y no fue capaz de marcar un gol. Once de aquellos jugadores, por cierto, jugaban en una liga palomitera indoor estadounidense de seis contra seis, donde las porteras eran ms grandes y haba muros para que la pelota rebotara. Nada que ver aquel surrealismo con esta Canad que entrena John Herdman y con Alphonso Davies como gran estandarte. Un equipo atrevido que divirti de lo lindo a los hinchas de las hojas de arce que poblaban el estadio Bin Ali de Rayn.

Eden Hazard vea pasar la vida caminando. En una ocasin, aguard a que un baln cayera desde el aire para domarlo con un control sublime. Pero no fue aquello ms que el chispazo de un mechero gastado. Hazard esperaba a que las cosas ocurrieran, y los canadienses volaban para provocarlas.

Pero no es el Mundial una competicin que admita el perdn. Canad ya lo sabe. Tambin Alphonso Davies, que se responsabiliz de lanzar el penalti con el que los norteamericanos se hubieran avanzado a los diez minutos. El VAR caz a Carrasco sacando a pasear la mano, y el carrilero del Bayern no pudo ms que comenzar a mirar la estampa imponente de Courtois. Davies ya haba fallado el penalti antes de lanzarlo. Su golpeo, manso, fue un regalo para meta.

Miller se golpeaba el pecho cada vez que ganaba un duelo. Eustquio, centrocampista del Oporto, converta la medular en su pista de baile privada. Mientras Buchanan, Jonathan David y Hoilett acosaban sin cesar a la retaguardia belga. Aunque todos ellos se derretan cuando en el horizonte asomaba el corpachn de Courtois. Witsel, mientras, a punto estuvo de cometer otro penalti.

Hasta que Batshuayi, que suplir a Lukaku hasta que ste se recupere, se hart de disparar al bulto para cazar la pelota soada. Vertonghen asisti desde el otro ocano, Vitria no estir lo suficiente la bota, y el delantero del Fenerbahe marc al primer toque justo antes del descanso.

Fue suficiente. Canad repar en que el empeo y la ilusin no siempre suplen la falta de calidad. Y Blgica suspir. Con el miedo en el cuerpo, y con Marruecos y Croacia amenazando a la vuelta de la esquina.