Ese dormitorio para aficionados, una colmena de caravanas en la nada, lo oferta la agencia oficial de alojamiento de la Copa del Mundo para aquellos hinchas que no pueden costearse un hotel
Hay un momento en que uno no sabe qu es peor. Si la arena, que se clava en las pupilas cuando el viento arremete con fuerza, o el calor, que hace insoportable cualquier incursin a pie. Qu ms da. Slo cuando uno se aleja de los estadios futuristas de cermica y de las lujosas estaciones de metro comienza a entender qu ocurre tras esas vallas que protegen el espectculo de cartn piedra del Mundial de Qatar.
Maryam y Afsoon estn caminando en la nada. Maryam se quita la tierra de la cara, y Afsoon mira con desesperacin al horizonte, por si se divisa la civilizacin. Caminan sin rumbo en un pas donde nadie va a pie a ninguna parte. Ambas son britnicas, de Londres, y pensaron que podra ser buena idea hacer caso a las recomendaciones de alojamiento hechas por la organizacin (Qatar World Cup’s Official Accommodation Agency). Las fotografas de la pgina web eran tan llamativas como atractivas.
A la espalda de ambas, un cartel propio de un parque de atracciones abandonado: The Caravan City. Welcome. Alguien tuvo a bien pintar en el plafn que da la bienvenida unas caravanas con colores vivos. Amarillo, rojo, azul… Y tambin unos rboles. Bien verdes. La realidad, sin embargo, es mucho ms rida. Y srdida. Hay caravanas, claro. Todas blancas. Hay cientos de ellas, alineadas en filas y distribuidas en bloques. Es imposible adivinar frontera alguna. Una colmena de chapa y ruedas. La esplanada, clavada entre autopistas y resguardada por unas verjas cubiertas con plsticos contra los mirones, parece no tener fin. De rboles no hay rastro. Slo piedras y tierra.
El suelo es terrible. Ni siquiera han asfaltado los caminos, suspira Maryam. Hemos pagado 2.000 libras esterlinas por diez das aqu (alrededor de 2.300 euros, 230 euros por noche). Esperbamos otra cosa cuando vimos la oferta en internet, asume Afsoon.
Es la propia organizacin del Mundial de Qatar la que est ofertando este tipo de villas para aficionados en Doha y sus alrededores. Hay algunas ms caras, donde los aficionados duermen en contenedores, como la llamada Fan Village Cabins Free Zone. Al menos, all han puestos unas moquetas verdes que ofrecen un aspecto ms cuidado al lugar y unos cuantos aparatos de fitness desperdigados. No es lo que ocurre en la Caravan City, a 10 kilmetros al este de la Corniche, epicentro de la vida cool qatar.
Es cierto que la caravana, al menos, es amplia. Tenemos dos camas individuales. Un bao con ducha. Una televisin de plasma bastante grande y aire acondicionado, enumera Afsoon, que intenta ver algo bueno a su situacin. Pero nevera no hay, replica Maryam, volviendo a la realidad y buscando otra vez la manera de alejarse de all. Sabe si en esa direccin hay algn centro comercial? Quiero comer algo.
Su caravana es de tipo B. La de tipo X, con saln y sofs alrededor de una mesita, tiene un precio por noche de 934 euros. Se obliga reservar un mnimo de dos.
Entre las comodidades que anuncia la organizacin para quienes se aventuran en la ciudad de las caravanas est el wifi (bajo demanda). La limpieza cada dos das. El aire acondicionado para cada habitculo. Sin sombra alguna, lo contrario invitara a un descenso al averno. Una zona de entretenimiento, de la que las dos treintaeras londinenses no tienen constancia -si aqu slo hay tierra y piedras-. La promesa de que se puede ir caminando al metro de Al Messila (siempre y cuando uno est preparado para andar ms de media hora por el arcn de una autopista de seis carriles). Y seguridad 24 horas. Eso no falta.
Tres agentes miran con suma desconfianza al periodista y uno de ellos opta por levantarse de su silla de plstico. Dnde va? Aqu los periodistas ni pueden estar ni pueden visitar el lugar, advierte uno de ellos, alertado por la presencia de quien aqu escribe. No es difcil adivinar donde los periodistas no son bienvenidos.
Algunas de las caravanas venden comida. Otra tiene clavado un cartel en el techo. Promete ser un spa y un saln de belleza. Por fuera no parece ms que otro barracn.
En el descampado de al lado, un grupo de trabajadores indios juega a crquet frente a un autobs destartalado. El ftbol nos gusta, pero nuestro deporte es ste. Si somos felices aqu? Unos pocos s. El resto, ya ve que lo disimulamos muy bien.
Maryam y Afsoon reemprenden el camino. No miran atrs.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2022-11-23 03:06:50
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