Mundial 2022 Qatar: Una inversin jams vista, 832 futbolistas y una cerveza a precio de oro: los increbles nmeros de Qatar | elmundo.es

El prximo domingo arranca el Campeonato del Mundo ms atpico, por fechas y escenario, en la Historia. Sus cifras hablan por s solas

• Calendario Horarios y fechas de los duelos del Mundial

Desde hace das, por algunas de las arterias de Doha se exhiben presuntos aficionados al ftbol de toda la vida. Un nutrido grupo de supuestos seguidores de las principales selecciones que participarn en el Mundial de Qatar. Autctonos, un poco de cartn piedra, que se pasean con colores ajenos y tiran de archivo, como en el caso de los que defendan la causa de la seleccin espaola, para evocar a los Casillas, Iniesta, Puyol, Sergio Ramos o Fbregas. Para desdicha suya, ni siquiera Ramos estar a las rdenes de Luis Enrique. Una fiesta del ftbol a todas luces artificial, sobre todo porque hace das, acaso alguna semana que otra, que los vdeos, con su ruido y colorido, circulan por las redes sociales, como si la Copa del Mundo se hallara ya en plena fase de grupos. Habr que esperar an hasta el domingo para ver lo que sucede antes de ese Qatar-Ecuador (17.00 hora espaola). Sera el colmo que los aficionados locales tambin fueran postizos. Aunque quin sabe…

Estas escenas recuerdan, a su manera, a las de aquellos 2.000 aficionados de Corea del Norte que se dieron cita en las gradas de Sudfrica para animar con entusiasmo, a veces desmedido, a los chicos de Kim Jong-un. La fidelidad a unos colores hizo pensar que haban recorrido miles de kilmetros, en barco o en avin, para llevar en volandas a los suyos. Aquello sucedi hace 12 aos y el tiempo ha desvelado que en realidad no eran lo que parecieron entonces. El rgimen haba contratado a 2.000 actores chicos que, maquillados y salpimentados para la ocasin, se convirtieron en un ruidoso fondo sur para acompasar los tres terrorficos partidos norcoreanos. La seleccin asitica volvi a casa como la peor de la Copa del Mundo: cay 2-1 ante Brasil, 7-0 frente a Portugal y 3-0 contra Costa de Marfil. Eso s, al menos sus peculiares fans se dieron el gustazo de gritar un gol frente a la seleccin canarinha. Desde entonces, ni Corea del Norte ni sus actores han vuelto a pisar un Mundial. Habran tenido su gracia y no habran desentonado (para nada) en las bulliciosas avenidas qatares.

Una cita bajo la lupa desde su designacin, precisamente en aquel ao 2010. Ni el clima ni las instalaciones disponibles ni, por supuesto, las libertades y derechos humanos del pas respondan a lo que ha exigido histricamente cualquier sede. «Desde mi punto de vista, atribuir el Mundial a Qatar fue simplemente un error», sostena hace slo unos das Joseph Blatter, entonces presidente de la FIFA.

Pero, 220.000 millones de euros despus, aqu estn Qatar y su Mundial. Bajo sospecha, s, pero sede del 22 campeonato de la Historia. Por supuesto, el ms caro de siempre. Por comparar, a Brasil, que ostentaba hasta ahora el rcord, necesit invertir 15.000 millones para su edicin de 2014. Una gigantesca inversin que, lgicamente, engloba infraestructuras (aeropuertos, autovas,…) y, tambin, estadios. Ocho se han levantado a golpe de talonario durante estos aos, mientras se denunciaba la precaria situacin de los obreros, migrantes en su mayora. Segn una investigacin del rotativo britnico The Guardian, hasta 6.500 habran perdido la vida por las condiciones de trabajo extremas.

1.600 euros por ver la final

Pero el show debe continuar. Y, en este caso, comenzar. Lo har el domingo, en el estadio Al Bayt, ideado por el arquitecto alemn Albert Speer Jr., y con capacidad para 60.000 espectadores. Uno de los ocho levantados. El recinto no se encuentra en la capital qatar, sino a 50 kilmetros de Doha, en una ciudad costera llamada Jor. All juega habitualmente el Al Khor SC y se disputarn nueve partidos durante el Mundial. Uno de ellos, el Espaa-Alemania, el 27 de noviembre. Aunque la joya de la corona es el Estadio Lusail, diseado por la misma mente alemana, y ubicado en la ciudad de Lusail, a 15 kilmetros de la capital. Con un aforo de 80.000 espectadores, acoger una decena de partidos. Uno de ellos ser la final del 18 de diciembre. El momento ms esperado del planeta ftbol. Una entrada de primera categora para esa fecha cuesta 5.850 riales catares. Al cambio, unos 1.600 euros. Por cierto, si alguien quiere tomarse una cerveza deber sacar 12 euros del bolsillo.

En Doha, sobre un radio de 10 kilmetros, se concentrarn 624 futbolistas (ms 24 seleccionadores y sus respectivos cuerpos tcnicos). Sern 832 jugadores los que se dispersen por la geografa qatar, a la espera de que llegue su momento sobre el csped. Por primera vez, habr 26 integrantes en cada banquillo (15 jugadores y 11 del staff). Ser, por cierto, el Mundial ms breve, ya que slo durar 29 das. Y contar, para que conste, con seis rbitras. El rostro de la francesa Stphanie Frappart, que dirigi recientemente el partido de Champions del Real Madrid ante el Celtic, en el Santiago Bernabu, es el ms familiar para el pblico.

Las avenidas de Doha siguen hirviendo de manera impostada, tratando de elevar la temperatura rumbo a ese campeonato, a ese ftbol que an est por llegar. Un pas que lleva aos preparndose para desnudarse ante el mundo, aunque lo har a su manera, claro. Nada debe salir mal, porque el asunto, obviamente, trasciende al deporte. Habr ms ojos fuera que dentro de los estadios. Y, tambin, 32 selecciones mirando fijamente la seductora figura de ese trofeo de 6.142 kilogramos, cinco de ellos de oro. Es la Copa del Mundo, a pesar de todo.