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Mundial 2022 Qatar: xito y horror en el Mundial que cambi a Argentina | elmundo.es

Mundial 2022 Qatar: xito y horror en el Mundial que cambi a Argentina

Aquellos papelitos arrojados sobre el csped del estadio Monumental conseguan algo inaudito, que en el epicentro del infierno de la dictadura militar de Jorge Videla se desplegara una alfombra blanca hacia el cielo. Cuando entre Kempes y Bertoni tumbaron la resistencia de los Pases Bajos aquel 25 de junio de 1978 para conceder a Argentina su primer Mundial de ftbol (3-1), alrededor de 17 millones de personas salieron a las calles a celebrarlo, un 60% de la poblacin del pas. Pero, pasado

s los aos, son pocos los que admiten haber participado de aquel exorcismo emocional. El sentimiento de culpa por que la felicidad pudiera tener cobijo entre la atrocidad an pesa.

Esta Argentina que compite en Qatar por su tercera Copa del Mundo tiene ahora motivos para mirar atrs, para ir ms all de las gestas de Maradona en 1986. Porque este viernes su rival ser otra vez Pases Bajos, contra quien todo comenz. Fue en aquel Mundial de 1978 que el periodista, escritor y abogado

Matas Bauso

reinterpret mediante una exhaustiva investigacin en su obra

78. Historia oral del mundial

.

Kempes celebra el gol de Argentina en la final de 1978.

EM

Los militares intentaron usar el Mundial para su propio provecho, pero a la larga se les volvi en contra, afirma en conversacin con EL MUNDO Bauso. Y se explica: Esto a lo que ahora llaman

sportswashing

(lavar la imagen de uno gracias a acontecimientos deportivos) siempre es contraproducente. Logra poner el foco sobre ese pas durante muchos meses y que se empiecen a ver cosas que no se haban visto o no se haba prestado atencin. El caso argentino estuvo relegado en la prensa europea por varios motivos: primero porque la cuota sudamericana ya estaba cubierta con el caso chileno. Pinochet era un villano casi de cmic. El segundo motivo, en Argentina la represin era absolutamente clandestina. La gente desapareca y todava no se tena conciencia real para esa poca de cul era la real magnitud de lo que estaba sucediendo. Y tercero, haba una naturalidad en la alternancia, no entre gobiernos de un signo y otro signo, sino entre gobiernos democrticos y gobiernos militares. Vena Argentina de ser un pas muy violento en el ltimo gobierno peronista. Y se crea que el gobierno militar iba a poner un poco de sentido comn. Eso se crea fuera, en la distancia. Tambin en Argentina. Y todo eso ayud a que el caso argentino no estuviera presente en los medios.

Y abunda Bauso: Las violaciones de los Derechos Humanos llegan a a la portada de los diarios gracias al Mundial. Y el ciudadano comn de los grandes pases europeos, desde Suecia, que es donde empezaron las denuncias, pasando por Francia y Holanda, que fueron los pases con grupos de boicot ms fuertes, pero tambin en Espaa y Alemania, conoci que en Argentina haba desaparecidos, se robaban bebs, haba torturas… Hasta ese momento mucha gente no tena nocin.

«Vean los partidos juntos»

Entre los ms de 700 centros clandestinos de detencin que se multiplicaron durante la dictadura militar destacaba la ESMA. Era el ms grande de todos. All se cometan todo tipo de atrocidades antes de hacer desaparecer a los detenidos, arrojados vivos al mar. Siempre se dice que mientras se cantaban los goles en la cancha de River se torturaba a 400-500 metros a gente en la ESMA, lo cual es cierto. Pero hay algo que hace ms compleja la situacin. Mientras se gritaban los goles en el Monumental, tambin se gritaban los goles en la ESMA. Habla del poder del ftbol. Muchos de los detenidos, desaparecidos, sostienen que mientras Argentina jugaba sus partidos no los torturaban. Era un pequeo oasis. Y tambin dicen que sufran porque la imagen de la dictadura se fortificaba. Por lo menos es lo que se vea en ese momento, aunque despus quedara demostrada que no era as. Pero los partidos de Argentina los vean torturados y torturadores juntos. Es impresionante.

Lo que no cambi durante las cuatro semanas que dur el Mundial, segn la investigacin de Matas Bauso, fue el nmero de desaparecidos. Durante junio de 1978 hubo 55, que era el promedio mensual en aquella primera parte del ao. Cuando hubo ms desaparecidos fue en 1976 y principio de 1977.

Y los futbolistas de aquella seleccin de

Csar Luis Menotti,

cul poda ser su actitud? Ellos jugaban a ftbol -concreta Bauso-. Hay que tener en cuenta que en Argentina era una situacin normal que hubiera gobiernos militares tambin. Ellos no lo vean como algo traumtico y estaban totalmente concentrados en el juego. Con el paso de los aos muchos los han acusado de colaboracionistas. Para m estn lejos de haberlo sido. Ellos hicieron su trabajo. Es muy difcil o casi imposible encontrar declaraciones de ellos en favor del rgimen. Casi no hay. Y eso que el rgimen intentaba sonsacarles porque estaban muy bien vistos por la sociedad. Pero no lo hacan. No slo por prudencia, sino porque no pensaban en ello. La verdad.

Hubo amao?

Durante dcadas se habl sobre posibles amaos. Como el partido frente a Per, en el que Argentina, que jug sabiendo el resultado previo de Brasil para acceder a la final, tena que ganar por cuatro goles de diferencia. Lo hizo por seis. O en la misma final, donde los neerlandeses dijeron sentirse perjudicados. «El partido sospechoso es el Argentina-Per. Y yo, pese a escribir un libro de 900 pginas, ya digo en la introduccin que no voy a dar una respuesta contundente a si el partido fue limpio o estuvo arreglado. No tengo pruebas contundentes ni de una cosa ni de la otra. S hay una lista de cosas que te hacen pensar que no fue un partido amaado. Y otra similar de situaciones que te hacen sospechar. En cuanto a la final, tenemos lo ocurrido con

Van der Kerkhof

. No se poda jugar con yeso. Los argentinos lo saban y aprovecharon para pedir antes del partido que se lo sacaran. Sobre eso se cre un mito ms grande de lo que lo fue en realidad. Utilizaron la picarda de tratar de desconcentrarlos antes del partido, ya en la cancha. Pero en ese sentido los asista el reglamento. Los holandeses se quejaron del arbitraje pero si uno lo ve, fue contemplativo con las faltas, que fueron dursimas, de ambos lados. Pero tambin era una marca de la poca. No exista la doble amarilla, y eran arbitrajes contemplativos con la violencia».

Lo que s ocurri fue que el autocar de los neerlandeses fue obligado a hacer un trayecto mucho ms largo e inadecuado, con va libre para que los hinchas tiraran de violenta intimidacin. «Era una prctica que naci en la Copa Libertadores», afirma Bauso, que contina: «A los equipos visitantes les obligaban a hacer un camino ms largo para que sintieran la presin de la gente en la calle. Los hacan pasar entre el pblico local para atemorizarlos. Intentaron la noche previa no dejarles dormir. No lo consiguieron con Holanda, pero s con Per y Brasil. Tengo probado que eso del autocar sucedi en el partido de Brasil, de Per y de Holanda. Eran prcticas usuales en Sudamrica».

Mientras los Pases Bajos perdan en la prrroga,

Johan Cruyff

, que haba sido la gran estrella de la Naranja Mecnica en el 74, vio la segunda derrota consecutiva de los neerlandeses en la final del Mundial en los estudios de la BBC de Londres. Se haba negado a participar en Argentina ’78 aunque tard dcadas en explicar los verdaderos motivos.

«El 17 de septiembre de 1977 sucedi algo determinante. Yo estaba en casa, mirando un partido de baloncesto por televisin, cuando son el timbre del portero automtico. Una voz dijo que era de una empresa de mensajera y que me traa un paquete. Cuando abr la puerta me encontr con una pistola en la cabeza y un hombre me oblig a estirarme en el suelo boca abajo. Estbamos todos en casa. Los nios, en su habitacin. El individuo tambin oblig a Danny, mi esposa, a tirarse al suelo», explic Cruyff en la ltima biografa publicada antes de morir. «Despus se supo que haba una furgoneta aparcada con un colchn dentro. Todo haca pensar que aquello iba a ser un secuestro». El ex delantero holands calific los meses posteriores de «insoportables» e «insostenibles». Incluso haba policas durmiendo en el saln. Rechaz la llamada de su seleccin, pero siempre pens que con l en el campo, quiz, la historia de aquella final hubiera sido otra.

Bauso, mientras, insiste en que el xito deportivo nada tuvo que ver con los juicios arbitrales: «Contrariamente a lo que se piensa yo vi varias veces la gran mayora de los partidos del Mundial. Los de Per, los de Argentina y otras potencias. Y Argentina, contrariamente a lo que se piensa, no fue favorecida por los rbitros. Le toc el grupo inicial ms difcil que le toc alguna vez a un anfitrin: Italia, Francia y Hungra. Desde ese punto de vista no encuentro que tuviera ventajas».

Fillol, Passarella, Kempes…

Y pone el foco en la calidad de una seleccin que, eso s, fue llevada en volandas por los aficionados: «El pblico, tan enfervorizado como estaba, sirvi para amedrentar a los rivales. Aunque era un equipo de jugadores extraordinarios. Como Fillol. Nunca vi un portero atajar tanto como l. Passarella era un

crack

, Kempes naturalmente era un

crack

. Ren Houseman, que no tuvo un gran Mundial, era un

crack

. Bertoni, que jug en el Sevilla, era un

crack

. Ortiz, el extremo izquierdo, era un

crack

. Y despus tenas grandes jugadores, Ardiles, Olgun, Tarantini… Era un equipo formado por muy buenos futbolistas. Sin embargo, era menos

menottista

de lo que el recuerdo permite pensar. Era un equipo que como tena esa velocidad competitiva europea iba mucho al frente, era muy vertiginoso, no tena tanta elaboracin, y chocaba ms de lo que nosotros creemos. Y no tiraba nunca la lnea del fuera de juego, que era lo que despus se asoci el estilo de Menotti. Hasta la final no la haba tirado nunca».

En Doha, en un lujoso hotel del paseo martimo, disfrutan y son agasajados muchos de aquellos futbolistas que alcanzaron el ttulo mundial en 1978. Y donde les recuerdan aquel tiempo repleto de contradicciones.

Bauso concluye: «Si la dictadura fueron siete aos, esos 25 das de junio fueron una excepcin dentro de los 2.400 das. Fue un momento festivo. Conformaron un fenmeno sociolgico que no se puede provocar. Tanto es as que la Junta Militar crey que lo podran replicar con un montn de copas. Desde el Mundial juvenil de Maradona hasta cada ttulo que ganaba un boxeador o los campeonatos de Guillermo Vilas o las Copas Libertadores. Pero es imposible prefabricar un estado de euforia y de movilizacin como el que tuvo la sociedad argentina si no ocurre de manera espontnea. Para lograr lo mismo tuvieron que ir a la otra gran aventura nacionalista argentina aparte de los Mundiales, que son las Malvinas. Y ah s que coincidieron otra vez movilizaciones, consenso, y eso que es tan peligroso en las sociedades, que es la vocacin de unanimidad».

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2022-12-09 05:15:43
En la sección: Deportes // elmundo

Publicado en Deportes