NBA: El caso de World B. Free o cuando un baloncesto mgico necesita siempre un mundo libre alrededor | NBA 2022 | elmundo.es

Los ngeles Clippers y los Kings de Sacramento acaban de protagonizar un partido con 351 puntos (victoria de Kings por 176-175, tras dos prrrogas). En esta ‘ofensiva’ NBA, con Klay Thompson metiendo 12 triples por segunda vez en la temporada, con Luka Doncic por encima de 40 puntos varias noches, con la media de anotacin ms alta desde los aos 60, el buscador nos recuerda que el rcord absoluto sigue fechado en 1983, cuando los Detroit Pistons se impusieron a los Denver Nuggets por 186-184, despus de tres prrrogas.

Aquella floreciente NBA de Magic y Bird -«Larry, t a Boston y yo a California, ok?»-, a los que poco despus daba el equilibrio perfecto Michael Jordan para que David Stern pudiera sacarnos la pasta al resto del planeta, dio pie a perfiles lgicamente muy reconocidos, pero tambin a otros muy de culto, sin impacto aparente fuera de los equipos en los que se desempearon, pero absolutamente claves en aquellos entornos. Lloyd Free, el nmero 29 del draft en 1975 por Philadelphia, All Star y segundo mximo anotador de la liga en 1980 cuando jugaba en San Diego Clippers (30,2 puntos de media, solamente por detrs de George Gervin), fue sin duda uno de ellos.

A Lloyd, un compaero de colegio lo haba subido de estatus cuando empez a llamarlo ‘The World’ al verlo tan capacitado para saltar como nadie y para anotar desde cualquier punto del campo («he can score all around the world» -fueron sus palabras, segn cont despus el jugador-). El base-escolta decidi irse al registro cuando lleg a la NBA, dando comienzo a la biografa de un personaje al que haba que dirigirse dentro y fuera de la pista como ‘World Be Free’.

En cada franquicia NBA donde tuvo que trabajar, su labor siempre fue ms o menos la misma. Un equipo perdedor, con poco talento ofensivo, se pona en manos de este ‘Mundo Libre’ para tratar de no ser el ltimo de la liga. Su temporada ms reseable para la estadstica anotadora fuera aquella de San Diego, pero, sin lugar a dudas, el mayor impacto lo llev a cabo jugando para Cleveland, una franquicia que, muy probablemente, se hubiera vendido a otra ciudad, o hubiera desaparecido directamente de no ser por el liderazgo anotador y carismtico de este hombre con denominacin de origen.

Free lleg traspasado a mitad de una temporada, con el equipo habiendo ganado tres partidos de 22, siendo el peor en anotacin de toda la liga, y con la asistencia de espectadores tambin ms baja. El jugador contaba con gracia cmo quera invitar a sus amigos a los partidos, y la respuesta era: «No insistas, World, ya te llamamos nosotros si finalmente podemos ir». Free estaba convencido de que «las luces del pabelln no se encendan con toda la potencia posible. Jugbamos casi en penumbra».

Al terminar aquel ao con 20 victorias y 40 derrotas, con Free tomando ya todo el protagonismo ofensivo -acab con 25 puntos de media-, con algo ms de moral y con un nuevo dueo en la franquicia, el ‘General Manager’ le firm un contrato multianual. Pero, en paralelo, haba fichado a George Karl en el momento en que se iniciaba como entrenador. Karl se empe en montar de nuevo ataques muy coordinados, donde todos participaran mucho, y el inicio fue desolador: dos partidos ganados y 19 perdidos. Cuando a Karl lo convencieron para dar el baln a Free en ataque y olvidarse de tanta tctica ofensiva, volvi a suceder lo de siempre; el equipo fue remontando, llegaron aquel ao a playoffs (perdieron 3-1 con Boston en partidos sper ajustados), la gente volvi de nuevo la cancha… y Free dej al periodista una reflexin que marca todo un estilo de entendimiento del negocio:

– «Cada vez cuesta ms hacer 20», le dijo.

– «20 puntos, World? Si nunca has estado por debajo de eso…»

– «No. Me refiero a tirar ms de 20 veces cada noche. Es muy difcil cuando vas cumpliendo aos y el resto del equipo no tiene talento. Al final las defensas solo estn pendientes de mi».

‘Eglatras del baln’

Tras una carrera de 13 aos en la liga, del bueno de World, y de tantos otros entonces, se dijo que eran «solamente» gente con talento ofensivo, pero que jams fueron interesantes para ganar el campeonato. Sin embargo, hay un dato que permiti entonces sostener el debate a los defensores de aquel tipo de ‘eglatras del baln’; en las cuatro temporadas de estancia en Cleveland del ‘Mundo Libre’, la asistencia media al pabelln pas de 3.900 a 9.500 espectadores.

Es evidente que los nombres de Magic Johnson, Larry Bird o Michael Jordan; de LeBron James, Kevin Durant, Antetokoumpo y ‘nuestro’ Luka Doncic, fueron, son y sern materia prima de un negocio planetario. Pero algo pensado sobre la posibilidad de que un cliente pase ms de tres horas de su ocio y lleve bastante ms de 100 dlares en la tarjeta de crdito para que lo dejen entrar al recinto, necesit, necesita y seguir necesitando actores de reparto con la autoestima por las nubes y algo diferente que aportar.

Como dicen los aficionados ms veteranos en Cleveland, «la camiseta que debera colgar de nuestro pabelln, antes que ninguna otra, es el 21 de World Be Free. Sin su aportacin de entonces, el espectculo jams se hubiera podido mantener en la ciudad». Traduciendo al lenguaje de marketing que all tan bien manejan: el baloncesto profesional acaba siendo ‘Mgico’ cuando el ‘Mundo Libre’ lo hace primero sostenible.