Nuevo orden o caos: el PGA y el LIV saud negocian ‘in extremis’ un acuerdo para cambiar el golf | elmundo.es

Antes del 31 de diciembre se debera cerrar una negociacin que dura desde hace meses y que debe salvar el divorcio que sufre el deporte

Con las aguas calmadas tras el fichaje de Jon Rahm por el circuito LIV, el futuro del golf aguarda pendiente de una fecha: el 31 de diciembre de 2023. Apenas quedan horas para que los dos bloques, el PGA Tour y el LIV, certifiquen o no el acuerdo. Ser la primera piedra del nuevo orden o el inicio del caos. Estadounidenses y saudes estn condenados a entenderse, pero el PGA Tour no acaba de ver alguna de las exigencias que llegan desde Arabia, aunque estn regadas con millones y con Rahm.

La mxima presin est del lado de los norteamericanos. Son das tensos en Jacksonville, Florida, donde las oficinas del PGA Tour parecen cerradas por vacaciones, pero el comisionado Jay Monahan se pasa las horas encerrado en su despacho. La marcha de Rahm, cuentan, fue un inesperado croch en el mentn. Pero tras la conmocin inicial el circuito americano pelea por recuperar la guardia. El acuerdo con el fondo de inversin americano Strategic Sports Group (SSG) estara cerrado pendiente de firma y el circuito espera rearmarse y no depender de los millones de los saudes.

Uno de los muchos problemas para el circuito americano es que ya no es una pia. Los jugadores desconfan de la gestin de su comisionado. Un grupo de 21 miembros modestos del PGA Tour ha contratado un abogado para entrar en los pormenores de la negociacin en la que se sienten ajenos. Hace solo unos das el noruego Viktor Hovland, cuarto del mundo, uno de los tentados por el LIV, dejaba muy clara su postura: Ven a los jugadores del circuito como mano de obra y no como miembros. Nosotros somos el PGA Tour y est claro que sin los jugadores no habra circuito.

Nada ser lo mismo

El comisionado yankee Monahan necesita ases en la manga con una situacin econmica delicada. En los ltimos meses, el PGA Tour tir de fondos de reserva propios para inyectar sumas millonarias de dinero a sus torneos y evitar as una desbandada de los grandes jugadores al LIV Golf. Hubo ocho torneos que pasaron de 15 a 25 millones de dlares en premios, adems de 145 millones extra para aumentar partidas en la FedEx Cup, el Top10 Comcast o el Programa de Impacto del Jugador que decide cunto repartir entre los mejores jugadores del ao en el PGA.

Pase lo que pase nada volver a ser lo mismo para el circuito. El propio Monahan tiene sus das contados y, a la desconfianza de los jugadores, hay que sumar la de patrocinadores tan fieles como Honda o Wells Fargo, que han anunciado su desvinculacin. En los ltimos tiempos ha habido pocas noticias positivas para el PGA, si acaso el compromiso de Tiger Woods, que en los despachos dio un paso adelante como uno de los directores de jugadores en el circuito y en el campo ofrece muestras de mejora para mantener el inters de los torneos.

La falta de fichajes saud

La situacin es complicada en Estados Unidos, pero el otro bando tampoco puede dejarse llevar por la euforia. El fichaje de Rahm fue un golpe de efecto, pero de momento no ha venido acompaado de nuevos fichajes. En los ltimos meses todo han sido negativas. El espaol Adri Arnaus podra ser el quinto espaol en formar parte del LIV Golf e ingresar en el nuevo equipo de Rahm, aunque no hay nada oficial. Desde el LIV la estrategia es clara: silencio y dlares. Despus de la aparicin estelar en Nueva York el da de su fichaje, Rahm no ha vuelto a hablar, tampoco sus compaeros de circuito, y siguen las ofertas a las estrellas del golf mundial.

Primero fue el intento de contratar a Tony Finau para el LIV, despus los cantos de sirena a Hovland y, en estos momentos, persisten las conversaciones con varios jugadores, incluyendo al australiano Adam Scott, uno de los directores del comit de jugadores en el PGA Tour. Su marcha sera una alta traicin.

El golf decide su futuro en estas horas previas al 2024, aunque se podra ampliar el plazo de negociaciones unas cuantas semanas ms. Mientras, solo nos quedar esperar al mes de febrero para volver a ver competir a Jon Rahm, aunque sea en una ‘pachanga’ multimillonaria del LIV Golf en Mayakoba (Mxico), precisamente el mismo lugar donde el PGA Tour le dio la primera oportunidad.