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Tamberi y la sonrisa de Sotomayor | elmundo.es

Tamberi y la sonrisa de Sotomayor

Actualizado

Tamberi, ganador de altura.BEATE OMA DAHLEAFP

Mientras Mutaz Essa Barshim, emir de Qatar, pugnaba por conquistar su cuarto ttulo mundial en el salto de altura, Javier Sotomayor contemplaba en la grada la competicin. No tema por su rcord del mundo (2,45), logrado en Salamanca. Ha estado a salvo desde 1993 y, a tenor de cmo se halla la disciplina desde hace bastante tiempo, parece que seguir tranquilo en la cima de las listas. Es uno de esos rcords con justificada vocacin de eternidad.

Se vio apenas amenazado entre 2013 y 2015. En ese trienio, varios atletas, en un ejercicio de emulacin contagiosa, sobrepasaron una o dos veces los 2,40. Especialmente Barshim que, en 2014, se iz hasta los 2,43 y ha reunido en su trayectoria 13 marcas por encima de 2,40 (Sotomayor sum 21). Pero su momento mgico, junto al de los dems, se agot en el esfuerzo. Y ah se qued, insuficiente en su ambicin, pero elogiable en su mrito.

Mientras Barshim empezaba a padecer, los tres espaoles, Sal Ordez, Adrin Ben y Mohamed Attaoui, se clasificaban para las semifinales de los 800. Adrin, primero en su serie con 1:45.37, ofreci una impresin especialmente grata. Bueno y sabio. Lee las carreas como nadie y las remata con fuerza.

Prosegua, centmetro a centmetro, el salto de altura y, en el extremo opuesto del estadio, se produca el bombazo del Campeonato. La intocable estadounidense Valarie Allman (69,23) caa ante su compatriota Laulaga Tausaga (69,49) en el lanzamiento de disco. Y todava duraban la seca mueca de fastidio y las hmedas lgrimas de alegra de una y otra cuando Faith Kipyegon, con toda lgica, ganaba los 1.500 con un tiempazo: 3:54.87. Las ocho finalistas bajaron de los cuatro minutos. Brutal.

Cuando acabaron los 3.000 obstculos con el triunfo de Soufiane el Bakkali (8:03.53), Barshim, que ya tiene 32 aos, fallaba y se quedaba con el bronce en 2,33. Gianmarco Tamberi y JuVaughn Harrison empataban en 2,36. Venca el italiano al estadounidense por un menor nmero de nulos. En la grada, Sotomayor sonrea, comprensivo, como un padre a un hijo. Si siguen sin amenazar su rcord, acabar sonriendo como un abuelo sonre a un nieto. O un bisabuelo.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2023-08-22 16:29:31
En la sección: Deportes // elmundo

Publicado en Deportes