Tour de Francia: De Laiseka a Samuel Snchez: el Tour reactiva el sueo del ciclismo vasco | elmundo.es

El Euskaltel Euskadi reclama un gran pacto social e institucional para volver a la lite de las escuadras mundiales. Busca un patrocinador que aporte 15 millones

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Los brazos abiertos y la mirada perdida en el cielo de los Pirineros de Samuel Snchez (Oviedo, 1978) forman parte de la leyenda del Euskaltel Euskadi. Snchez fue el ltimo ciclista ‘vasco’ en brillar en el Tour. El primero, de un vasco nacido en el Pas Vasco, fue Roberto Laiseka, ambos, eso s, en la cima de Luz Ardiden. Hoy, 12 aos despus del triunfo de Samuel, 22 del de Laiseka, con tres dcadas de historia, la Fundacin Euskadi se aferra al pasado mientras mima a los jvenes valores de sus tres equipos. Su objetivo, casi ms un sueo, vuelve a ser competir en la carrera francesa con Mikel Landa comprometido emocionalmente con el equipo.

Euskaltel Euskadi no estar en este Tour pero la Fundacin ha participado en tres jornadas de promocin del ciclismo organizadas por las instituciones vascas en la cuenta atrs del arranque del Tour. En los ltimos meses se han vuelto a multiplicar las conjeturas sobre el futuro de la estructura deportiva impulsada en 1993 por el diputado Jos Alberto Pradera (PNV) y que, con el patrocinio de la empresa de telefona vasca Euskaltel en 1996, protagoniz jornadas picas.

El Tour siempre es un gran escaparate y una oportunidad para crecer, reconoca a EL MUNDO Andoni Madariaga, relaciones institucionales de la Fundacin Euskadi . Y es que la ronda gala fue el trampoln de la creacin de un grupo que en los aos 90 tomaba el relevo de escuadras mticas como el KAS, impulsado por la familia Knrr, o el Fagor -su rival en las carreteras financiado por la cooperativa de electrodomsticos, con Agustn Mondragn al frente-. La disputa en 1992 de la contrarreloj inaugural del Tour, en San Sebastin, con Miguel Indurin activ a Pradera para encargar a Miguel Madariaga la puesta en marcha de un equipo con la misma filosofa del Athletic: competir con ciclistas vascos. Durante cuatro aos, de 1993 a 1997, el Euskadi se mantuvo con el respaldo financiero de la Diputacin de Bizkaia y del Gobierno vasco y con las cuotas de los socios con una estructura de Fundacin que, 30 aos despus, se mantiene. Un modelo romntico en el que las aportaciones de cada socio es de 102,7 euros anuales y que, en el caso de las empresas, les permite ser socios con el pago de una cuota mnima de 150,25 euros al mes.

Falta de recursos econmicos

Con recursos de club de aficionados, Madariaga obr un milagro gracias a proveedores como Orbea y Etxeondo que han permanecido fieles al proyecto desde sus primeros compases. La Fundacin Euskadi fue un equipo que naca de una ilusin. Pradera apost pero faltaba la base econmica y recuerdo que los ciclistas estbamos hasta 6 meses sin cobrar y que Madariaga las pas canutas para sacarlo adelante rememora Igor Gonzlez de Galdeano. El alavs estuvo en la escuadra entre 1995 y 1999 y fue clave en la direccin tcnica entre 2001 y 2011.

Porque el sueo de participar por primera vez en el Tour de Francia -autntico leiv motiv para aficionados y polticos nacionalistas como los lehendakaris Jos Antonio Ardanza y Juan Jos Ibarretxe– se roz en junio 1999. Hicimos una gran Dauphin y como el Tour te poda invitar en el ltimo momento tenamos todo preparado para participar, recuerda Joseba Beloki. La invitacin llegara dos aos despus, en 2001.

Ahora, el Euskadi necesita crecer econmicamente para volver la lite, se busca a un patrocinador que aporte 15 millones de euros. Tiene que haber un gran pacto entre el pas, la aficin, la administracin y la empresa. A da de hoy el equipo es lo ms parecido a una seleccin vasca y es un proyecto que sobrepasa a la Fundacin, sostiene Madariaga, uno de los portavoces de una Fundacin que logr reactivarse en 2017 cuando Mikel Landa acudi a su rescate. Ahora espera que el escalador pronto se integre en el equipo.

Me parecera estupendo que alguien lograra un patrocinio de 15 millones pero no estamos en el 2003 y no veo a la Fundacin gestionando un proyecto de esta dimensin, advierte Beloki.