¿Tendría sentido una OMC sin Estados Unidos? – DW – 03/07/2025

Desde la cumbre de la UE de finales de junio, se baraja la posibilidad de una organización impulsada por Bruselas como alternativa a la Organización Mundial del Comercio (OMC), fundada en 1994.

La iniciativa de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el canciller alemán, Friedrich Merz, es una alianza especialmente estrecha con países asiáticos con ideas afines, como los del acuerdo de libre comercio CPTPP o Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico.

Merz ya habló de un «nuevo tipo de organización comercial» que podría reemplazar gradualmente «lo que ya no tenemos con la OMC». La organización, con sede en Ginebra, arrastra unas normas obsoletas, cuya reforma ha fracasado hasta ahora por el desacuerdo entre sus miembros. Lo decisivo, sin embargo, es la alusión del canciller a la paralización casi total de la resolución de litigios comerciales.

Desde 2009, durante el mandato de George W. Bush, Estados Unidos ha bloqueado el nombramiento de nuevos jueces para el máximo tribunal del comercio mundial, el Órgano de Apelación de la OMC. Todas las administraciones posteriores, fueran demócratas o republicanas, han mantenido este bloqueo en protesta por que las decisiones del órgano, en su opinión, perjudican los intereses nacionales de Estados Unidos.

Liberalización del comercio mundial sin EE. UU.

Pero, ¿puede Europa establecer una nueva OMC sin el apoyo de Estados Unidos? Jürgen Matthes, experto en política económica internacional del Instituto Económico Alemán (IW), saluda la iniciativa.

«Una solicitud de adhesión al CPTPP sería un paso estratégico importante en varios aspectos, ya que enviaría una clara señal a EE. UU. de que se está aislando con su proteccionismo mientras continúa la liberalización del comercio mundial a su alrededor», declaró Matthes en entrevista con DW.

«Crearía un acuerdo comercial suprarregional notablemente amplio, ya que participan países importantes. Sería un acuerdo que abarcaría casi todos los continentes. Y quizás incluso podríamos incluir a uno o dos países africanos», afirma el experto en comercio desde Colonia.

«Esto crearía un ‘club abierto’ con condiciones abiertas, pero que formularía normas de competencia justa como requisito previo para la adhesión», precisa.

Sin Estados Unidos y sin China

Pero eso significa que China no puede participar inicialmente, ya que Pekín no destaca precisamente por sus normas de competencia leal.

«El objetivo estratégico es crear una alianza comercial que aborde los problemas que actualmente aquejan al mundo en el ámbito comercial: no se trata sólo del proteccionismo estadounidense, sino también de las enormes distorsiones de la competencia causadas por los inmensos subsidios de China, que no podemos combatir realmente porque las normas de la OMC tienen lagunas legales demasiado grandes», argumenta Matthes.

Él imagina un grupo bajo el lema «Mercados abiertos con comercio justo»: «Con mercados abiertos, EE. UU. queda fuera, y con comercio justo, China queda fuera, a menos que EE. UU. cambie de rumbo bajo una nueva administración y en el futuro nos enfrentemos a una China diferente».

Alianza alternativa para resolución de disputas en la OMC

Los defensores del libre comercio ya tienen una respuesta, denominada MPIA. El Acuerdo de Arbitraje Provisional de Apelación Multipartes se forjó en el seno de la OMC para garantizar un sistema de resolución de disputas alternativo, sin Estados Unidos. Según la Comisión Europea, 57 países participan actualmente en MPIA, lo que representa el 57,6 % del comercio mundial.

Asociaciones empresariales como la Federación Alemana de Comercio Mayorista y Exterior (BGA), que representa los intereses de las empresas exportadoras alemanas, no desean, bajo ningún concepto, que la OMC se debilite.

El nuevo marco ofrece ventajas estratégicas, según declaró el presidente de la BGA, Dirk Jandura, a la agencia de noticias Reuters. Sin embargo, existen riesgos: por ejemplo, no se debe permitir que el comercio mundial se desintegre en bloques comerciales competitivos con normas diferentes. 

«Es crucial que esta nueva organización se conciba únicamente como una solución transitoria, con el claro objetivo de reformar la OMC, no de sustituirla», dijo Jandura.

En que la OMC necesita una reforma están de acuerdo tanto Bruselas y el Ministerio de Economía alemán, como la propia OMC. «¿Necesita reformas la OMC? Por supuesto», admitió recientemente Ralph Ossa, su actual economista jefe, en un podcast de economía de DW.

Ambigüedad en la política comercial

El hecho de que la UE esté enviando señales contundentes a EE. UU. y China también podría estar relacionado con su comunicación deliberadamente ambigua desde la ofensiva arancelaria de Trump. El mensaje es: la mayoría de las naciones comerciales son partidarias del comercio basado en normas.

Matthes ve toda una serie de ventajas: «Estamos generando una mayor liberalización comercial y abriendo nuevos mercados; estamos aislando aún más a EE. UU. y demostrándole a Trump que el proteccionismo es, en última instancia, un error». Además, según él, los europeos podrían enviar una señal importante a China: ya no estamos dispuestos a tolerar sus distorsiones de la competencia.

(lgc/rml)