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Cuidado con lo que es barato, que puede no ser tanto

Cuidado con lo que es barato, que puede no ser tanto

Uno de los mejores indicadores que tiene la bolsa para medir si algo está caro o barato es el PER, la relación que se paga por una compañía en bolsa y su beneficio.

Una de las consecuencias que hay en mercado, después de años de una anormalidad introducida por la falta de suministros, incontrolados costes energéticos y alzas salariales, es que la predictibilidad de las ganancias de una compañía no es tan visible como la que pensamos. No estoy hablando de cosas obvias para los que seguimos el mercado como que el dividendo de Enagás o REE que se compra hoy no es el mismo que el de años venideros, porque es claramente descendente; o que hay sectores difícilmente invertibles por la ciclicidad de sus ganancias, y no pienso solo en un Arcelor o un Acerinox, incluiría en esta lista a aerolíneas y banca, antes que petroleras.

El PER puede que se vea distorsionado en próximos trimestres por efectos que no son conocidos por todos los analistas que siguen las compañías, y no olvidemos que el multiplicador de beneficios que utilizamos -en el caso de elEconomista.es de Bloomberg y Factset, aunque en mercado también hay que incluir el caso de Refintiv, la antigua Reuters- procede de datos de consenso.

Los peres medios no discriminan entre la sensibilidad que un analista le da, o no, a una compañía que contaba con coberturas sobre el precio de la energía el año pasado, que puede estar elevando artificialmente sus beneficios y, por ende, recortar el ratio de su PER hasta hacerlo especialmente atractivo para entrar en el capital.

En las últimas semanas he escuchado a varios gestores abundar en esta idea tanto en negativo como en positivo. Beltrán de la Lastra, Panza Capital, nos explicaba el caso del fabricante de vidrio, Veralia, de este modo: «Yo tendría cuidado con valorar el PER actual, pero no de Veralia solo, sino de muchas compañías. Vienen de un periodo donde el shock que han tenido por una limitación de la oferta por parte de la producción de Ucrania ha desaparecido y por unos costes de energía que han sido extremadamente altos y volátiles y depende de sus coberturas de energía.

A día de hoy, los precios de las botellas están bajando algo, pero menos de lo que les bajan las materias primas. Lo de las gasolineras de toda la vida, que suben rápido y cuando bajan, bajan de céntimo en céntimo, semana a semana, para expandir el margen».

La bolsa europea ha vuelto, con las caídas de las últimas semanas, a cotizar con un descuento superior al doble dígito sobre su PER histórico. Mantengo que toda corrección es siempre una oportunidad para entrar en mercado a precios más atractivos, pero me surgen dudas con lo que vengo escuchando en la últimas semanas sobre la fiabilidad del PER, sobre todo si pensamos que el año que vienen veremos tipos efectivos reales (descontada la inflación) superiores a los 200 puntos, y son en estos escenarios donde se paraliza la economía.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2023-10-07 09:38:13
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas