El impacto económico de la IA generativa debería reducir la inflación

Que la Inteligencia Artificial es la gran revolución de la década es ya una realidad. Sin embargo, hace tan solo 25 años asistíamos con asombro a la gran transformación tecnológica, el mayor avance tras la revolución industrial de finales del s.XIX. El impacto entonces para una sociedad aún analógica se tradujo en retos a nivel económico, legislativo, gubernamental, social, y ético, los mismo que ahora ha resucitado la IA.

El contexto económico variable y de incertidumbre que asola desde hace algunos años a los mercados mundiales podría tener solución gracias a la implantación en diferentes ámbitos empresariales de la IA.

Y así lo confirma David Page, responsable de Macro Research de AXA Investment Managers, quien asegura que «la aparición de la IA generativa ha acelerado la opinión sobre la rapidez con que repercutirá en la economía mundial. […] El impacto económico de esta nueva tecnología debería impulsar la productividad, el crecimiento y reducir la inflación.»

No obstante, Page también advierte «la historia nos enseña a tener cuidado al considerar estos avances de forma aislada. La amenaza de pérdida de puestos de trabajo y el papel de los Gobiernos y la regulación influirán en los resultados económicos finales». Así, el responsable de la compañía inversora se pregunta: ¿Puede el impacto de las revoluciones tecnológicas anteriores orientar el impacto de la IA?

ChatGPT

La IA generativa engloba la capacidad de generar imágenes, textos, vídeos y audios usando modelos básicos. De hecho, una de las herramientas más populares es ChatGPT, que permite la creación de todo tipo de textos y que ya ha suscitado ciertos recelos entre sectores muy concretos.

Sin ir más lejos el presidente de Grupo Planeta, José Creuheras, ha situado la Inteligencia Artificial (IA) como un problema para el sector editorial, aunque cree que «no va a sustituir al talento» ni a la capacidad de innovación de los escritores.

Más allá, la Comisión Europea abrió este pasado viernes una consulta pública sobre los principios consensuados en primavera por el G7 para contar con un estándar técnico para los sistemas de Inteligencia Artificial especializados en la generación de contenidos, como las plataformas como ChatGPT o DALL-E.

Vera Jourova, la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Estado de derecho, «la IA generativa trae oportunidades, pero también riesgos y desafíos y es urgente dar forma a un marco para esta tecnología a nivel global. Es necesario contar con directrices claras para promover el uso ético y seguro de los sistemas de IA.»

Impacto económico mundial

Es por eso que, el lanzamiento de ChatGPT y la introducción de otras interfaces de inteligencia artificial (IA) generativa han llevado a reevaluar cuánto tiempo podría tardar la IA en tener un impacto notable en la economía mundial.

Y así insiste David Page, que considera que la IA será la próxima ola referente a la revolución tecnológica actual, con una amplia gama de aplicaciones en diferentes sectores e industrias, lo que implicaría un gran impacto financiero en las economías mundiales.

«El impacto final en las economías internacionales, en términos de crecimiento, inflación, desempleo, etc., reflejará en parte no solo las grandes incertidumbres que rodean a la propia tecnología de la IA, sino también las opciones que acompañan a su implementación, incluida la forma en que realmente se implementa, regula y grava.»

Con todo, «la IA, al aumentar la productividad, podría tener un efecto desinflacionista, pero esto depende de la competencia en el mercado», lo que implicaría una relación directa entre el aumento de esa competitividad con el crecimiento de la productividad y bajada de precios y, al contrario, poca competitividad con un aumento de beneficios.

AXA Investment Managers, Page, reconoce que «el grado de concentración sectorial de la IA puede influir en su impacto en la inflación y en la economía en general.»